El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, estaría dispuesto a dimitir a cambio de que Leo Messi reconsidere su decisión de irse del club, según anunció TV3. El paso al lado, en principio, solo lo daría Bartomeu y su junta directiva continuaría al mando del Barça. Claro movimiento del máximo responsable del club poniendo la pelota en el tejado del argentino.
La mala relación de Messi con el presidente viene de lejos y se vio como uno de los motivos que llevó al argentino a mandar el martes el burofax al club azulgrana para informarle de su intención de irse. Además, desde Argentina apuntan a que en breve el jugador podría tomar la palabra y dejar claras las razones por las que se marcha del club en el que siempre ha jugado.
Todo indica a que Leo ni se va a inmutar. El argentino no ve a Bartomeu como la única razón para irse. De hecho, el presidente daría un paso al lado, pero no su directiva, con la que también está en descontento el astro rosarino. El problema de Messi es con el club en general. El '10' considera que ha perdido la confianza con la entidad y no cree en el proyecto que han creado para buscar darle la vuelta a la situación de esta temporada en la que no han conseguido ningún título.
Dentro de la guerra que existe ahora mismo en el club, está claro que el siguiente paso es que Messi diga algo. Nadie sabe exactamente por dónde puede salir el argentino. Seguramente en la cena de este miércoles por la noche en la que estuvo Luis Suárez tejiera sus próximos movimientos. Su salida, eso sí, parece que no tiene remedio aunque Bartomeu cumpliera con su palabra.
No se vende
Bartomeu, en lo que no recula, es en su intención de no vender a Leo. El presidente azulgrana se remite a la cláusula de rescisión de 700 millones que sigue imperando en su contrato, aunque a partir del mes de enero de 2021 ya podría firmar de forma gratuita por otro equipo. La famosa cláusula liberatoria de ese documento para la dirección deportiva no es aplicable y caducó el 10 de junio. No habrá carta de libertad para el '10'.
El de Rosario sigue pensando en esa fórmula para conseguir salir del Barça. Desde que envió el famoso burofax ya ha comenzado a hablar con los clubes, él o su padre. La famosa conversación con Pep Guardiola y los acercamientos de su entorno a Inter, PSG y Manchester United están marcando las posibilidades de verle con otra camiseta que no sea la azulgrana.
Bartomeu ha dado el paso: si el problema soy yo, me voy. El presidente ha lanzado su particular bomba para buscar la reacción pública de Leo. Está por ver si el capitán culé utiliza la prensa como ha hecho el responsable del club, o si sale a la luz para, con su voz, decir por primera vez que se quiere ir del Barça y que la razón principal no es el presidente, solo es una cuestión más que se suma a un cúmulo de situaciones que han terminado minando su moral.
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