El futuro de Leo Messi parecía que estaba lejos del FC Barcelona. Era su intención. Era su deseo. Era, al fin y al cabo, su petición al club. Sin embargo, la negativa absoluta de la entidad catalana y de Bartomeu concretamente ha evitado que el delantero argentino ponga punto y final a su etapa como jugador blaugrana.
Leo Messi ha confirmado que seguirá hasta el año que viene en el Camp Nou. El próximo 2021 será su último curso como capitán del Barcelona. Y lo ha hecho enviando un mensaje claro y tajante en una entrevista para Goal. El '10' ha acabado con los rumores zanjando su futuro, pero se ha aprovechado la oportunidad para declarar la guerra públicamente a Josep María Bartomeu.
El presidente del Barcelona, que ya venía como gran señalado desde la derrota histórica ante el Bayern de Múnich, ha defendido en reiteradas ocasiones que contaba con la continuidad del atacante argentino. Pero el jugador ha relatado una realidad muy diferente. Bartomeu, según Messi, conocía desde hace meses sus intenciones. No le escuchó, o no quiso escucharle, y la disputa ha acabado detonándose a final de temporada.
Si bien Messi parece haber intentado firmar la paz con el barcelonismo, su ruptura con Bartomeu y la directiva culé apunta a ser definitiva. Los diez 'dardos' que ha lanzado durante esta última y esperada intervención dejan al máximo mandatario muy tocado y da alas a la moción de censura impulsada por los opositores a Bartomeu.
Falta de proyecto y de mando
El Barcelona dejó en el olvido los años de La Masía liderados por Pep Guardiola. El actual técnico del Manchester City estableció una filosofía de juego en el Barça, pero también un estilo de trabajo para rejuvenecer la primera plantilla y dar oportunidades a nuevos talentos formados en la cantera. De esa estrategia ya no hay ni rastro en el Camp Nou, cuyos fichajes de los últimos años han estado marcados por sus altos costes y la falta de rendimiento. El ejemplo más actual es el de Coutinho, cuyo precio fue de 160 millones de euros en total y que solo ha encontrado éxitos en el Bayern.
Messi lo tiene claro: "Hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas". Unas palabras que cuestionan la planificación de la directiva, liderada por Bartomeu, y que incluye los fichajes realizados por la entidad.
El argentino, pese a lo impactante de sus palabras, no es la primera vez que lo reconoce abiertamente. Cuando se perdió La Liga ya lo hizo. Fueron, de hecho, las declaraciones que abrieron un cisma entre Quique Setién y el vestuario del Barcelona. "Lo dije en su momento que no nos daba para ganar la Champions. Ya la verdad, ahora no sé qué va a pasar. Hay un entrenador nuevo y una idea nueva", ha indicado en esta última entrevista. Messi tenía razón y se dijo adiós a Europa con un 2-8 histórico.
Bartomeu le hace la vida imposible
Más allá de la falta de confianza de Messi en la organización de la plantilla, el delantero del FC Barcelona centra varias de sus declaraciones en el presidente Bartomeu y en las conversaciones que ambos han tenido en los últimos meses. El máximo dirigente aseguró que solía hablar con el argentino, aunque posteriormente se ha demostrado que esas charlas no eran tan fluidas como vendía el líder culé.
El propio Messi ha reconocido que seguirá por el simple hecho de que Bartomeu ha pedido que se pague la cláusula. El '10' llegó a pedir una reunión para pactar su salida consciente de que nadie podía afrontar el pago de 700 millones de euros. Y, pese a que su entorno ha emitido un comunicado quitando validez a esa cifra, el atacante asume que solo existe una salida.
"Ahora voy a seguir en el club porque el presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, que eso es imposible", ha espetado señalando claramente a Josep María Bartomeu y su equipo de trabajo. No ha habido negociación: era cara o era cruz.
Ejemplo de esa falta de relación entre la estrella del equipo y el presidente del club catalán es que Messi afirma tajante que Bartomeu nunca le ha escuchado. O, al menos, no daba importancia a lo que este le comentaba. "El presidente no me daba 'bola' a lo que le estaba diciendo. Mandar el burofax era hacer oficial que me quería ir y que quedaba libre y el año opcional no lo iba a usar y me quería ir". Es la explicación aportada por Messi sobre el famoso burofax.
El hartazgo de Messi era notable. Bartomeu estaba incumpliendo su palabra. El '10' acusa sin tapujos de falta de credibilidad al máximo dirigente culé. "El presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra".
La solución tomada
Leo Messi tendrá que jugar un año más en el FC Barcelona. No es lo que quería, pero es la única solución que ha visto posible. A la hora de relatar el porqué de seguir en la entidad blaugrana, el delantero vuelve a señalar directa e indirectamente a Josep María Bartomeu y su manera de manejar la situación.
Messi afirma que su idea de abandonar la Ciudad Condal era positiva tanto para él como para el club. Un adiós previsto y de la mejor manera posible. "Pensaba en vivir feliz mis últimos años de fútbol. Este último no encontré la felicidad dentro del club". El capitán no ha disfrutado de esta temporada y Bartomeu ha sido protagonista.
"No tenía nada de malo irme en ese momento. Lo necesitaba yo, lo necesitaba el club y era bueno para todos", ha recalcado. El presidente es quien no entendió su postura. Entre otras cosas porque su mandato quedaría marcado por la salida de mejor jugador de la historia de la entidad. Y eso teniendo en cuenta que las renovaciones realizadas durante los últimos años, muchas con Bartomeu como presidente, no eran potentes a nivel económico.
Es, al menos, lo que se desprende de las palabras de Messi en otra de sus declaraciones. "Tuve posibilidad de irme del Barça muchas veces. ¿El dinero? Todos los años pude irme y ganar más dinero que en el Barcelona". Su contrato con los culés, según Messi, no era lo suficiente.
Finalmente su decisión ha sido clara. Seguirá en el Barcelona para evitar cualquier problema judicial. "El presidente siempre me dijo: 'Cuando acabe la temporada decides si te quedas o te vas'. Nunca puso fecha, y bueno, simplemente era hacerle oficial al club que no seguía, pero no para entrar en una pelea porque yo no quería pelearme con el club".
Y todo a pesar de haber transmitido sus intenciones hace semanas. Concretamente, y en el último dardo enviado a Bartomeu, Messi no lo hizo público dada la situación sanitaria y deportiva que se estaba viviendo. "Yo pensaba y estábamos seguros que quedaba libre, el presidente siempre dijo que a final de temporada yo podía decidir si me quedaba o no y ahora se agarran a que no lo dije antes del 10 de junio cuando resulta que el 10 de junio estábamos compitiendo por la Liga en mitad del virus este de mierda y de esta enfermedad que alteró todas las fechas".
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