¿Qué pasa con el fútbol femenino?: España se queda atrás en la carrera por la igualdad

El fútbol femenino vive un momento complicado en España. Considerado todavía como no profesional, fue en el mes de febrero de este 2020 cuando por fin se firmó el convenio colectivo con el cual las jugadoras pasaron a tener unas garantías laborales que antes no disponían.

Mucho tardó en llegar la firma y más todavía se está retrasando una igualdad que en otros países ya es una realidad. La temporada 2019/2020 se vio suspendida en marzo por la crisis del coronavirus para que en mayo la RFEF decidiese cancelar el curso y dar por finalizada la campaña en la Primera Iberdrola, mientras que en el fútbol masculino tanto la categoría de oro como la de plata sí que se acabó en el campo.

En las últimas semanas varios hechos han puesto todavía más de relieve lo mucho que queda por hacer en España en lo que se refiere a la igualdad para el fútbol femenino. Noruega fue el primer país que decidió igualar lo que ganaban sus jugadores y jugadoras en el combinado nacional. 

Ahora ha sido Brasil el seguir este camino. Y sí, a partir de ahora Marta y compañía ganarán lo mismo cuando jueguen con la Canarinha que Neymar y el resto de internacionales brasileños. El anuncio llegó el pasado miércoles, pero la medida se implantó desde el mes de marzo.

Marta, en un partido con la selección de fútbol femenino de Brasil Reuters

"Desde marzo de este año, la CBF paga la misma cantidad en términos de premios y de dietas diarias al fútbol masculino y el femenino. Es decir, las jugadoras ganan lo mismo que los jugadores durante las convocatorias. Lo que reciben ellos, lo reciben también las mujeres. Lo que cobrarán ellas por ganar (medalla) o pasar eliminatorias en los Juegos Olímpicos el año que viene será lo mismo que recibirán los hombres", dijo Rogerio Caboclo, presidente de la CBF.

Marta, considerada como la mejor futbolista de todos los tiempos, ya reivindicó la igualdad para jugadores y jugadoras. "La igualdad es necesaria. Necesitamos luchar para que las próximas generaciones de niñas tengan unas condiciones laborales mejores y más justas", explicó la también embajadora de ONU Mujeres.

Federaciones como la de Sudáfrica o Nueva Zelanda también se han sumado a esta iniciativa por la igualdad de género, pero si hay un referente en la lucha esta puede ser una Ada Hegerberg que pese a ser la Balón de Oro 2018 y que en su país sí perciben lo mismo que los chicos, decidió no jugar el Mundial de Francia en señal de protesta por la desigualdad de condiciones entre los internacionales de la mayor parte de naciones.

Ada Hegerberg, con la bandera de Noruego celebrando un título del Olympique de Lyon Reuters

Otro ejemplo en la eterna pelea lo ponen las jugadores de la selección de Estados Unidos, quienes incluso emprendieron una batalla judicial. Más llamativo es el caso de Alex Morgan, Megan Rapinoe... que aunque son las actuales campeonas del mundo y ganan más trofeos que el equipo nacional masculino, siendo también más mediáticas, siguen viviendo la discriminación salarial.

El fichaje más caro

No solo a nivel de selecciones se ve la brecha que existe entre fútbol masculino y femenino. El Chelsea anunciaba el fichaje de Pernille Harder por... ¡350.000 euros! Una cifra irrisoria cuando se habla de fútbol, pero eso sí, si se refiere al masculino. 222 'kilos' desembolsó el PSG para hacerse con los servicios de Neymar. En 150 millones se cifró la operación, variables incluidas, de Dembélé al Barcelona.

Pernille Harder, la futbolista más cara de la historia. Foto: Instagram (@chelseafcw)

Hablar de 350.000 euros para el fútbol masculino no está al nivel de las grandes ligas, incluso de los clubes más pequeños. En España, equipos como el Barcelona o el Atlético de Madrid jugaron la fase final de la Women's Champions League en la 2019/2020 y a partir de la 2020/2021 el Real Madrid Femenino irrumpe en la Primera Iberdrola para que la liga española dé un nuevo salto hacia delante.

La entrada del Real Madrid en el fútbol femenino español y europeo es una noticia aplaudida no solo por los rivales directos en la Primera Iberdrola, sino también por el resto de clubes europeos y por las estrellas del panorama internacional. Este deporte necesita un plus de notoriedad y en especial en España, que todavía va varios pasos por detrás en materia de igualdad.

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