Así espió Las Palmas a Tana: detectives, vídeos de su vida privada y persecuciones en coche

La Segunda División ha vivido durante este verano una historia interminable para terminar la temporada 2019/2020. Pero la 2020/2021 también comienza con emociones fuertes: una historia de detectives, faltas disciplinarias y la rescisión de un contrato que lastraba de forma considerable las arcas de la UD Las Palmas. Pedro Tanausú Domínguez Placeres, más conocido como Tana, ha sido despedido por el conjunto canario por motivos de "carácter disciplinario".

El pasado jueves 3 de septiembre se hacía oficial la rescisión de su contrato que le vinculaba al equipo insular hasta 2023. El jugador había pasado el último año y medio en China, en el Zhejiang Greentown, después de toda una vida vinculado a Las Palmas. Todo un ídolo de la afición, fue perdiendo su credibilidad después de algunos infortunios extradeportivos. Aún así, su calidad sobre el campo le hizo seguir teniendo la confianza del club hasta esa última renovación que se produjo en septiembre de 2018.

Una confianza que se dilapidó de forma definitiva justo después de ese acuerdo, ya que en enero de 2019 saldría al continente asiático. Tras esta experiencia volvería, pero mantendría ese contrato que incluía ciertas cláusulas que afectaban a su comportamiento. Ahora, de acuerdo a varios informes de los detectives, hasta tres tenía tras su pista, que la entidad le puso, el documento médico que desaconsejaba algunas prácticas de su vida privada y acogiéndose al Convenio Colectivo del sector del Fútbol, la Comisión Deportiva de la entidad ha decidido dar por concluido su contrato. Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, fue con todo para conseguir esa rescisión de contrato para ahorrarse uno de los salarios más altos de la plantilla.

Tana, durante un entrenamiento de la UD Las Palmas udlaspalmas.es

El club, por el momento, no quiere pronunciarse más allá de su escueto comunicado: "En reunión del Consejo de Administración de la UD Las Palmas, celebrada en fecha 2 de septiembre de 2020, se acordó, por unanimidad, y en base a la propuesta de la instrucción del expediente y lo acordado por la Comisión Deportiva de la entidad, la extinción del contrato de trabajo del jugador Pedro Tanausú Domínguez Placeres, Tana, por causa de despido de carácter disciplinario".

Tana, cuyo entorno ni abogados tampoco han querido hacer declaración alguna emplazando a EL ESPAÑOL a un comunicado que publicarán en los próximos días, busca las fórmulas para demostrar que este despido ha sido improcedente. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ya ha tendido la mano al jugador para tratar de defender sus derechos para salvaguardar su imagen. La filtración de uno de los informes de los detectives ha minado de forma importante su nombre ante la opinión pública. Ambas partes están destinadas a verse en los tribunales.

Cuatro pruebas

Uno de esos famosos informes recoge cuatro pruebas que demostrarían esas faltas de disciplina que bastarían para acabar con su contrato. No solo serían cuestiones que ponen en duda su profesionalidad, si no que también incurrirían en delitos contra la salud pública o contra la seguridad vial. La contundencia de la filtración de este documento ya parecería suficiente como para ver esas diferentes faltas graves que bastan para que un club pueda rescindir un contrato con los motivos que ha alegado Las Palmas.

Mientras sus compañeros jugaban su último partido de la temporada el 17 de julio, Tana no fue con el equipo ya que sufría una lesión por una sobrecarga en el glúteo. Ese mismo día fue descubierto, según este informe, en una fiesta en un barco en el muelle de Arguineguín sin mascarilla ni distancia social. Los clubes seguían un estricto plan para evitar que los jugadores tuvieran contactos con otras personas que no fueran sus propios compañeros o convivientes. El jugador canario, mientras la temporada estaba aún en marcha, lo incumplió.

Tana, atendiendo a la prensa tras un partido udlaspalmas.es

La lesión la venía arrastrando durante el mes de junio y julio, por lo que el club no le permitía hacer más trabajo que el especificado por los médicos y los fisios. Durante ese tiempo estaba acudiendo a un centro deportivo privado sin el consentimiento del club. Es más, al parecer, el club se lo había prohibido expresamente, por lo que estaría actuando contra las indicaciones de los servicios del club pudiendo agravar esas dolencias que impedían que jugara.

Más grave es lo que habría sucedido antes, un episodio extradeportivo que trascendió a la prensa. El club abrió un expediente sancionador después de que Tana se ausentase de un entrenamiento porque acudió a este bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Esto sucedió hasta en dos ocasiones, pero el informe de los detectives determina que hasta en varias ocasiones fue descubierto en clubes nocturnos.

La cuarta prueba que aporta el informe filtrado tuvo lugar tras darse persecuciones en coche a más de 190 km/h por la autovía. De hecho, estos afirmarían que en ocasiones le perdían de vista ya que no le podían seguir incluso por las calles de Las Palmas de Gran Canaria. Esto supone que habría sido imprudente al volante incurriendo en delitos por conducción temeraria.

Antes de su última renovación ya se había saltado el código de disciplina de la entidad, por lo que sus problemas irían más allá de estas cuatro pruebas. En 2015 habría llegado tarde a los entrenamientos más de una ocasión, ser descubierto fumando shisha y estar a las 3:00 horas de la mañana en la calle, en 2017 también habría recibido una falta muy grave por encontrarse en un local de ocio a las 7:00 horas y en 2018, antes de firmar ese contrato, habría sido sancionado por abandonar su habitación en el hotel de concentración y pernoctar en otra habitación con una persona ajena al club.

El contrato

Es por lo que en ese nuevo contrato el club habría incluido unas cláusulas especiales para salvaguardar y tratar de reformar al jugador. Según publicaron medios locales, el apartado octavo de la estipulación séptima del documento certifica que "ambas partes acuerdan que, en atención a las circunstancias anteriores y coetáneas al presente contrato, y al extraordinario esfuerzo que la UD Las Palmas realiza con la suscripción del mismo, en caso de que el jugador incurriera en alguna falta tipificada como muy grave por la normativa convencional aplicable, éste será sancionado automáticamente con el despido disciplinario, en cuyo caso, el club podrá reclamar al jugador la correspondiente indemnización por los daños y perjuicios que la conducta del jugador, y la consiguiente resolución anticipada del contrato, le pudieran ocasionar".

Tana, durante un encuentro en 2018 EFE

En el apartado décimo habría otra cláusula: "El jugador acepta y consiente que en caso de incurrir en alguna falta de carácter muy grave durante la vigencia del contrato, y una vez sustanciado el oportuno expediente contradictorio, el club tendrá la facultad de despedirle disciplinariamente, admitiendo y reconociendo expresamente, que, en tal caso, no tendrá derecho a indemnización derivada del despido, ello sin perjuicio de la indemnización que, en su caso, pudiera reclamar el club al jugador".

Sobre esta cuestión fue muy claro Miguel Ángel Ramírez el pasado mes de agosto. "La UD Las Palmas no tiene ninguna culpa, precisamente en su día se les hizo un contrato con unas cláusulas específicas para él y no las ha cumplido. Se le ha abierto expediente con dos faltas graves, y eso hace que él incumpla el contrato. Desde el consejo de Administración analizaremos los informes y tomaremos una decisión", expuso el presidente de la entidad.

Las vías de Tana

Todo hace indicar que las vías para que el jugador pueda defender que su contrato fue rescindido de forma imprudente pasan por los defectos de forma en los informes o que en esos documentos se demuestre que los detectives fueran más allá de lo que pueden hacer dentro de su profesión. Pero la realidad es que, si son ciertas esas cláusulas en su contrato, podría tener que pagar hasta una cifra económica al club.

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