El nuevo curso de LaLiga empieza el sábado y pocas personas hay más informadas sobre las novedades que habrá que Jaume Roures (Barcelona, 1950), el director general de Mediapro, la productora que tiene los derechos televisivos de la competición.
En esta entrevista con EFE Roures también se refiere al Caso Messi y a la crisis que vive la institución de la cual es aficionado y socio: el FC Barcelona. En la misma deja claro que no está detrás de ninguna precandidatura de cara a las próximas elecciones a la presidencia y reivindica lo que él ha aportado al club.
Pregunta: ¿Habrá novedades en las retransmisiones televisivas de esta temporada?
Respuesta: Mejoraremos algunos aspectos de la realidad aumentada, pero trabajamos de manera provisional. Las posiciones de las cámaras, más cercanas al terreno de juego que antes, y otras acciones determinadas que ahora llevamos a cabo son producto del coronavirus y cuando la situación mejore en este sentido habrá nuevos cambios.
P: ¿Este curso seguirá habiendo público virtual?
R: Sí, habrá público virtual y el sonido grabado del público de cada equipo cuando este juegue en casa.
P: ¿Cuáles son las previsiones que tienen a nivel de audiencias televisivas? En algunas competiciones deportivas han disminuido durante el coronavirus.
R: Nosotros empezamos los partidos después del parón con más audiencia que antes y más adelante esta fue disminuyendo. Aunque internacionalmente tuvimos mucha más audiencia, sobre todo debido a que en Asia y América entonces no había competiciones de fútbol locales.
Es difícil hacer predicciones porque estamos ante una crisis económica y sanitaria y el buen aficionado al fútbol tiene otros problemas encima. Pero la Champions fue muy bien a nivel de audiencias.
P: Estos últimos días, ante la posible marcha de Messi, se analizó el golpe que supondría para LaLiga perder a su buque insignia. En el terreno económico, ¿es una gran noticia la continuidad del argentino en el Barcelona?
R: Primero de todo, deportivamente es una gran noticia para todos los aficionados al fútbol.
Pero LaLiga ahora mismo tiene prácticamente todos los derechos televisivos internacionales vendidos para los próximos tres o cuatro años y, a pesar de que una pérdida de estas características tendría una afectación, posee un producto muy consolidado. En la Premier League, por ejemplo, no verás que se pongan las manos en la cabeza por perder una estrella porque tienen una marca muy consolidada desde hace tiempo. Ni la Serie A ha subido su valor internacional por la presencia de Cristiano Ronaldo ni la Ligue 1 ha dejado de ser la última de las cinco principales por la presencia de Neymar. De todas maneras, la marcha de Messi hubiese sido una mala noticia. Mucho mejor que se quede aquí.
P: ¿En Mediapro trabajan con la idea de que pueda haber público en los estadios durante esta temporada?
R: Yo personalmente soy de los que creo que no hay que correr riesgos porque con la salud de la gente no se puede jugar. Hasta que no haya garantías totales no soy partidario de que la gente vaya a los estadios. La presión para volver cuanto antes mejor no es buena consejera.
Veo muy difícil poder guardar la distancia en un estadio y hacer tests PCR tiene un coste y no está al alcance de cualquiera.
P: Como aficionado y socio azulgrana, ¿cómo está viviendo la crisis del Barcelona?
R: Lo fundamental de la crisis es esta directiva que Messi definió muy bien cuando dijo que no tiene proyecto y que tan solo hace malabares. Lo que pasa es que estos malabares comportaron 1.000 millones de euros en fichajes fallidos. Me hace gracia porque la junta de Bartomeu habla como si los problemas no tuviesen que ver con ellos. Por ejemplo, los salarios son muy altos porque ellos un día así los firmaron. Ahora veo que la gente se está dando cuenta de la irresponsabilidad económica en la que está metida el club desde hace tiempo.
Y aún parece que quieren tirar adelante el Espai Barça. Me parece irresponsable porque, más allá de que la economía del club se encuentre en una situación terrible, estamos metidos en una crisis del coronavirus en la que nadie sabe qué ocurrirá. ¿Ahora es el momento de decidir si hacemos un estadio de 110.000 o 120.000 espectadores? Si quizá durante años no pueden ir más de 5.000, quién sabe. Todo esto puede hacerme pensar que detrás del Espai Barça debe haber algún interés particular. Me parece sospechoso el interés artificial por esta operación.
P: Ahora está en marcha una moción de censura contra el presidente, Josep Maria Bartomeu, y su junta directiva. ¿Le ve opciones de éxito?
R: No lo sé, lo veo muy difícil porque en la situación actual es muy complicado llegar a la gente.
Las 7.500 firmas que anunciaron que tenían el martes de las 16.500 que deben conseguir para llevar la moción a un referéndum me parecen pocas para lograr el objetivo. Pero me parecen muchas en cuanto manifiestan la cantidad de gente que está en contra de la gestión de esta junta directiva. De todas maneras, estoy totalmente de acuerdo con las personas que pretenden que se adelanten las elecciones y si este es un mecanismo que puede ayudar a conseguirlo, adelante. Sino tendremos que hacer presión de alguna otra forma.
P: En los últimos días algunas voces le han vuelto a relacionar con la precandidatura a la presidencia del Barça de Víctor Font. ¿Están en lo cierto?
R: Dejando de lado que siempre he desmentido que forme parte de la candidatura de Font, estas cosas las impulsa la directiva actual para desacreditar a las candidaturas. Aunque, en el caso de que yo quisiera formar parte de cualquier candidatura, ¿cuál sería el problema? Soy socio del Barça desde hace 30 años y nadie le ha aportado tanto dinero al club a través de la televisión y otros aspectos como un servidor. El dinero por los derechos televisivos que consiguió el Barça fue gracias a que un servidor un día se presentó allí y dijo que en vez de 56 millones podían cobrar 120. Nadie ha beneficiado más al club que un servidor desde el punto de vista económico. Así que estaría capacitado para hacer lo que considerara, pero da igual porque este mundo de directivas mediocres no me interesa para nada.