Los cuatro hinchas del equipo de fútbol holandés PSV Eindhoven han aceptado una condena de tres meses de cárcel y una indemnización de 1.500 euros a cada una de las mujeres a las que, en 2016 en Madrid, humillaron mientras pedían limosna, al inicio del juicio por esos hechos, en el que han pedido perdón a las víctimas.
La Audiencia Provincial de Madrid ha juzgado este miércoles a los cuatro seguidores del equipo holandés por su comportamiento humillante contra cuatro mujeres de etnia gitana que pedían limosna en la plaza Mayor antes de un partido de Champions League contra el Atlético de Madrid el 15 de marzo de 2016.
El Ministerio Público pedía para cada uno de ellos un año de cárcel y que indemnicen a cada una de las mujeres con 600 euros por un delito contra los derechos fundamentales.
Los acusados, que han declarado por videoconferencia desde Holanda, han llegado a una conformidad por la que aceptan finalmente una pena de tres meses de cárcel, indemnizar a cada una de las víctimas con 1.500 euros y ser inhabilitados durante tres años para ejercer la docencia o actividades deportivas.
Al inicio del juicio su defensa ha explicado que han redactado una carta en la que piden disculpas a las mujeres por su comportamiento. La misiva la han entregado a la Fudanción Kamira, personada en el caso, para que la haga llegar a las afectadas, que se encuentran en Rumanía.
Los aficionados lanzaban dinero
En un estado de embriaguez, la afición del PSV Eindhoven se acercó hacia un grupo de mujeres rumanas de etnia gitana y les lanzó monedas y billetes para mofarse de su situación. Una vez que el dinero caía al suelo, los aficionados coreaban cada movimiento de las mujeres como si de pases de fútbol se tratase.
El Ministerio Público pone de manifiesto que los tres acusados, junto a otras personas que no han podido ser identificadas, instaron a mujeres a realizar flexiones a cambio de dinero, les lanzaron latas de cerveza y quemaron billetes de cinco euros delante de ellas, por lo que la Fiscalía entiende que es "un ataque a la dignidad de esas mujeres indigentes de etnia gitana".
El equipo holandés ya sancionó a estos aficionados por los incidentes ocurridos en Madrid. Cuatro de esos aficionados fueron sancionados con entre tres y cuatro años sin poder acceder al estadio, mientras que a un quinto se le bloqueó de manera permanente el abono.
Imágenes deleznables
Mientras varias decenas comían y bebían en las terrazas de la plaza otros, pocos, se dedicaron a humillar a un grupo de gitanas rumanas que pedían entre los turistas. La cosa empezó con un par de monedas, luego siguió con billetes y terminó entre las ovaciones de estos cafres como si pases de fútbol se trataran. Los energúmenos, porque no hay forma más elegante para calificarles, lanzaban dinero por el aire y esperaban a que las gitanas se pelearan por él una vez caía al suelo entre los gritos y las risas de sus compañeros de correrías.
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