Jurgen Klopp volvió a demostrar este domingo que es un tipo genial. No solo es un gran entrenador y ha convertido al Liverpool en un equipo ganador, sino que además es una gran persona y que tiene unos valores deportivos dignos de admiración. Por ello, no dudó en abroncar airadamente un mal comportamiento de un miembro de su staff en su último partido.
El Liverpool afrontaba un duro compromiso contra el Chelsea, el equipo que más y mejor se ha reforzado este verano en la Premier League y casi en todo el fútbol europeo. Los de Frank Lampard llegaban al choque con la intención de ponerle las cosas muy difíciles al equipo de Klopp, que visitaba Stamford Bridge con el propósito de sacar los tres puntos.
Sin embargo, el choque quedó condicionado por dos factores, un grave error de Kepa Arrizabalaga en el segundo tiempo del que se aprovechó Mané, y una falta al borde del descanso del defensor Christensen sobre el atacante del Liverpool. La infracción, cometida justo cuando el veloz jugador red se disponía a encarar en solitario la meta del Chelsea, fue sancionada con roja directa.
Fue una acción controvertida para el árbitro que tuvo que revisar la jugada en el VAR para tomar la decisión correcta, ya que en primera instancia había sancionado la jugada como amarilla. Sin embargo, este cambio provocó que el Chelsea se quedara con un jugador menos para toda la segunda parte, lo que provocó la alegría del rival.
Algunos jugadores y sobre todo algún miembro del staff de Jurgen Klopp en el Liverpool celebraron la expulsión de Christensen y aplaudieron la decisión del árbitro, hecho que provocó la ira del técnico alemán. A Klopp no le gustó este comportamiento de parte de su equipo y por ello les recriminó su actitud con una sonora bronca.
Klopp consideraba la jugada una acción propia del juego de un defensor que quiere evitar que el delantero rival marque gol. No fue una entrada dura, ni una agresión, sino simplemente un agarrón para evitar que Mané hiciera el primer tanto del partido. Por ello Klopp, que aceptó la decisión del árbitro que lógicamente beneficiaba a su equipo, no pensó que hubiera nada más que añadir, y ni mucho menos una celebración.
La bronca de Klopp
De esta forma, cuando vio la reacción de su banquillo, se giró y les abroncó: "¿Estás loco? Nosotros no hacemos estas cosas". Estas fueron las palabras de Klopp al ver la celebración y los gestos de su banquillo celebrando y vitoreando la expulsión del jugador rival, un hecho hasta cierto punto entendible por la tensión de un partido tan importante entre dos equipos de tan alto nivel.
Sin embargo, la reacción de Jurgen Klopp ha sido aplaudida por el mundo del fútbol. Todos concuerdan en que su acción es más positiva que negativa es la de su banquillo, entendible dentro del momento, pero que gestos como el de Klopp ayudan a la propagación de la deportividad y del ambiente en los terrenos de juego y entre los equipos, especialmente de los miembros que no están sobre el césped. Finalmente, el Liverpool terminó ganando el partido por 0-2.
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