Los problemas judiciales en el entorno de la FIFA y del PSG no cesan. El caso que lleva investigándose desde 2017 ya ha tenido petición por parte de la justicia suiza. Y los años de cárcel requeridos no son pocos.
La justicia suiza pide 28 meses de cárcel para Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG y también de la compañía beIN Media, por un posible caso de corrupción en torno a los derechos televisivos. Además, también se requieren tres años de prisión para Jérome Valcke, quien fuera número dos de la FIFA.
La decisión, según ha adelantado la agencia suiza Keystone ATS, supondría la primera pena de prisión en suelo europeo tras los numerosos juicios desarrollados en Estados Unidos de líderes sudamericanos.
Uno de los sobornos que señala la Fiscalía es el que se produjo en 2013, cuando beIN Media negociaba la prolongación de los derechos televisivos para el Mundial de 2026 y 2030. Por aquel entonces, Valcke pidió ayuda a Al-Khelaifi para comprar un terreno en Cerdeña. Una amistad que implicaba favores y que suponía una incompatibilidad clara para negociar.
Además, la Fiscalía apunta a Al-Khelaifi como una "personalidad clave del fútbol" que adquirió a través de sus contactos más cercanos el terreno pretendido por Valcke. El presidente del PSG compró la villa por cerca de cinco millones de euros por medio de una sociedad y poco después la compró Valcke. Esta operación serviría a Al-Khelaifi para hacerse con los derechos televisivos de las competiciones.
Valcke, en su declaración, ha confirmado que le trasladó sus problemas económicos al dirigente del PSG y de beIN Media debido a sus "relaciones amistosas desde hace años". Y de ahí que la justicia suiza crea que esas dificultades económicas que vivía Valcke fueron aprovechadas por Al-Khelaifi en forma de soborno para facilitar las negociaciones sobre los derechos.
Esa relación, según sitúa la Fiscalía en su investigación, le permitió tener una posición beneficiosa al líder de beIN Media y diferente al del resto de entidades para adquirir los derechos televisivos de ambos mundiales.
Una larga investigación
El caso se llegó a cerrar en un primer momento. Según anunció el propio Al-Khelaifi en un comunicado emitido en febrero, las acusaciones habían sido eliminadas: "Tras una investigación exhaustiva de tres años, en la que he cooperado plena y abiertamente con el fiscal suizo, me alegro de que todas las acusaciones de corrupción en el marco de los Mundiales de 2026 y 2030 hayan sido abandonadas".
Sin embargo, en abril de este mismo año Tribunal Penal Federal de Suiza volvió a citar a todas las partes por ser responsables de gestión desleal e instigación a la gestión desleal, a la falsificación de documentos y a la corrupción pasiva.
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