"Leo Messi quiere seguir en el Barça y es intransferible. Al igual que él, también lo son Ter Stegen, De Jong, Lenglet, Griezmann, Dembélé, Semedo... Contamos con ellos". ¿Recuerdan esas palabras? Corresponden a Josep María Bartomeu y datan de hace un mes. Dejando de lado lo que ocurriría con Messi después -que al final se cumplió lo que prometió el presidente culé- se pueden sacar varias conclusiones de aquel discurso.
En una entrevista a Barça TV previa a la presentación de Ronald Koeman como nuevo entrenador, Bartomeu enumeró los ocho intransferibles (en otra respuesta añadió a Ansu Fati) del Barcelona de cara a un mercado de fichajes que se presuponía 'movidito' para cumplir la renovación de plantilla prometida tras el 2-8. Sus palabras fueron muy comentadas, pero dejó muy dañada la imagen del equipo.
Lo que consiguió Bartomeu con aquello fue quitar valor a los jugadores no mencionados. Los puso en el mercado, a ojos de Europa, como si estuvieran acabados. Futbolistas de primer nivel que en otras circunstancias habrían bañado de oro las necesitadas arcas culés con sus salidas. Muy lejos de lo que se ha conseguido pasado el tiempo.
Desde entonces, el Barça de Bartomeu solo ha conseguido recaudar 1,5 millones de euros por los jugadores que declaró transferibles. La lista se redujo después de que Koeman diera el 'perdón' a Piqué, Jordi Alba, Busquets o Sergi Roberto, que se quedaron pese a que muchos dudaron de su futuro tras las palabras del presidente. Solo se han ido Rakitic, Arturo Vidal y canteranos como Wagué o Akieme.
Que la revolución del Barça se ha quedado a medio camino es una obviedad, como también lo es que el discurso de Bartomeu prácticamente dilapidó las oportunidades del Barça en el mercado. Todavía no se ha fichado y se necesita recaudar dinero con ventas, ya que hasta ahora solo se ha conseguido reducir la masa salarial dejando salir a precio de saldo a Rakitic (rumbo al Sevilla por 1,5 millones) y Vidal (al Inter por 1 millón en variables).
Suárez, atascado en la rampa de salida
El siguiente se esperaba que fuera Luis Suárez tras alcanzar un acuerdo para rescindir su contrato, pero el Barça se echó para atrás al conocer que su destino iba a ser el Atlético de Madrid. El uruguayo se iba a ir gratis, pero el club no quiere que sea a un rival directo de La Liga y para los rojiblancos ha pedido un traspaso. Traspaso que el equipo que preside Enrique Cerezo no quiere pagar.
Lo de Suárez es el último bandazo del club, que ve como las opciones para dar salida a su delantero se reducen. Si le quieren fuera deberá ser gratis (y seguramente acabe fichando por los del Cholo) y si no ceden aumentarán las opciones de que se quede en el equipo sin contar con Koeman, que no le ha incluido en la lista de ninguno de los amistosos que ha jugado el equipo.
El Barça tampoco da salida a los Umtiti, Junior Firpo, Rafinha o jóvenes como Riqui Puig, Aleñá o Pedri, a los que Koeman ha enseñado la puerta -en forma de cesión- porque considera que con él no tendrán minutos. Revolución, pero sin contar con gente joven. En esas se ha visto de tener que ir en contra del citado discurso de su presidente y dar salida a uno de los intransferibles si se quiere tener oportunidad de fichar.
Semedo, el 'intransferible' que dará aire
Se trata de Nélson Semedo. Jugador que a muchos sorprendió que fuera incluido en aquella lista puesto que ha sido señalado en varias ocasiones. Tampoco convenció a Koeman y dejará 40 millones con su inminente traspaso al Wolverhampton de la Premier League. Una buena cantidad de dinero que permitirá luchar por fichajes como los de Sergiño Dest (pretendido por el Bayern) o Eric García (que acaba contrato con el City en 2021).
Eso sí, el Barça, "que no tenía posibilidad de hacer una oferta por Depay" según desveló Aulas citando una conversación que mantuvo con Bartomeu, sigue lejos de objetivos que den un salto de nivel a la plantilla como el delantero holandés o el sueño ya frustrado de Lautaro Martínez. Tampoco fichará Wijnaldum.
Seguramente, hubiera ayudado que Bartomeu no hubiera defenestrado a su plantilla en agosto salvando solo a ocho jugadores de la quema en público. De haber vendido a Rakitic (20), Vidal (11) y Suárez (28) por su actual valor de mercado, según Transfermarkt, habría ingresado casi 60 millones de euros en lugar de los 1,5 'kilos' que lleva recaudados. Con ese dinero habría sido más fácil fichar y no tener en ascuas a sus aficionados a pocos días de debutar en Liga.
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