El Sevilla de Julen Lopetegui rozó el título, pero la falta de acierto y la pegada del Bayern determinaron el marcador final. Pese a marcar en los primeros minutos, y aguantar pese al tanto del empate, Javi Martínez transformó un cabezazo en la prórroga. En-Nesyri perdonó en varias ocasiones y el Sevilla dijo adiós. [Narración y estadísticas: Bayern 2-1 Sevilla]
Público en la grada. Un trofeo esperando. Y el título del continente europeo como gran premio. La atmósfera en Budapest era perfecta para ver un partidazo y más si se tenía en cuenta el bagaje de los dos equipos que había sobre el césped. El Bayern quería repetir tras ganar la Champions. El Sevilla, reforzado con un jugador como Rakitic que saltaba como titular, también tenía mucho que decir.
Y entre tanta gana el duelo comenzó como era previsto. Ida y vuelta y poco control de balón por parte de los dos conjuntos. Había que testar al rival. Revisar jugadas. Observar los movimientos tácticos. Pero en una final de la Supercopa no hay apenas tiempo para pensar. Minuto 11 y llegaba la primera del partido. El Sevilla, cuya Europa League estuvo marcada por los penaltis cometidos, recibía el guiño de la buena suerte.
Empujón dentro del área que transformaba Ocampos y los de Lopetegui golpeaban primero. 0-1 ante un Bayern de Múnich que, a pesar de haber salido concentrado, tampoco estaba mostrando el tirón ofensivo que lució en la última edición de la Champions. Por ello, aumentaron la presión para buscar la remontada lo antes posible.
Cerca estuvieron de sacar rédito de ese extra en defensa. Un balón que llegó a Bono se convirtió en un conato de gol del Bayern. El guardameta se resbaló y a punto estuvo de regalar el balón y la portería al cuadro alemán. Era el minuto 14. Solo tres después del gol, el Bayern rozaba la respuesta.
Poco a poco los germanos se fueron haciendo con el partido, pero seguía haciendo falta algo. La delantera no recibía balones cómodos y, sin ellos, apenas se iba a tocar el marcador. Corría el minuto 28 y Lewandowski fallaba un mano a mano, gracias en parte a la buena actuación de Bono. Pero, cinco después, lo que había sido un aviso se transformaba en una realiadd. Lewandowski recibía un balón en el área y, con un movimiento de los suyos, le regalaba el tanto del empate a Goreztka.
La réplica bávara, por suerte, llegó en el 33'. Después de ese 1-1, el Sevilla se descontroló y le perdió algo la cara al partido. Había más sufrimiento y el Bayern contaba con la inercia del empate. Pero no fue a más: empate al descanso y tiempo de reflexión.
El Bayern se revoluciona
La salida de vestuarios sentó bien al Sevilla. Toda la energía que perdieron tras el empate volvía a hacer acto de presencia entre los hispaleneses. Presión alta y ataques a la portería de Neuer. Faltaba por materializar las acciones, pero el balón se concentraba en territorio defensivo alemán. Eran buenas noticias.
Sin embargo, el rodillo en ataque, característica principal de este Bayern, empezó a funcionar y solo el VAR lo iba a frenar. Primero en el 50', cuando Müller y Lewandowski se fabricaron una jugada más propia de videojuego y ante la que Bono y la defensa sevillista solo podía mirar. El polaco, por unos centímetros, estaba en fuera de juego. Y el gol del 2-1 quedó en una simple imagen más.
De nuevo en el 57 avisaban los alemanes, en esta ocasión Sané. Un balón suelto en el área que le llegó al pie en una zona vital. No tuvo que intervenir Bono y la defensa de Lopetegui hizo lo suyo bloqueando el lanzamiento. Todas esas ocasiones se acumulaban ante un Sevilla que no terminaba de despertar. El culmen, en el 62', cuando el VAR volvía a salvar: el tanto de Sané no subía al luminoso por fuera de juego previo de Lewandowski.
El Bayern encontraba huecos en defensa, atacaba bien las bandas y fabricaba peligro por medio de sus centros. Con un jugador como Lewandowski en el área todo es posible y los alemanes lo sabían. El reloj, sin embargo, seguía corriendo y el 1-1 no se movía. Ni Lucas lanzando tras recoger el rechazo de un córner ni En-Nesyri, perdonando un mano a mano letal contra Neuer en el 87'. Libro cerrado y prórroga para determinar quién sería el campeón de la Supercopa.
El Bayern reina en la prórroga
El conjunto de Lopetegui siguió el mismo guion que el resto del partido. No podían fallar. Y lo hicieron. En-Nesyri la mandaba al palo en el 92' y dejaba escapar el 2-1 en la prórroga. Salvaba la vida al Bayern y perdonaba rozar con los dedos el título. Ante tal situación, el cuadro alemán tiró de pegada. O de cabeza. O de simple suerte. Pero s marcó el 2-1 que todos deseaban.
Un córner que degeneró en una acción embarullada en el área, que Bono no supo despejar correctamente y que le mostró el cielo a Javi Martínez. El español, que podría dejar el Bayern en los próximos días, tiró de testarazo para batir al guardameta del Sevilla. Era el 104, era un golpe mortal. 2-1 y el Sevilla tenía que remontar con el tiempo echándose encima.
El varapalo fue tremendo y los del Sánchez Pizjuán se quedaron muy tocados. Apenas hubo reacción. Balones a la olla, presión arriba y el Bayern esperando tranquilo a aprovechar algún contraataque. Pero ni rastro del peligro característico del Sevilla y que tanto se había observado. Sin tensión, ni tanganas ni acciones descabelladas. El Bayern se hizo con la Supercopa de Europa.
Bayern 2-1 Sevilla
Bayern Múnich: Neuer; Pavard, Süle, Alaba (Boateng, 112'), Lucas Hernández (Javi Martínez, 99'); Kimmich, Goretzka (Davies, 99'); Sané (Tolisso, 70'), Müller, Gnabry; y Lewandowski.
Sevilla: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Escudero; Fernando, Joan Jordán (Franco Vázquez, 94'); Ocampos, Rakitic (Óliver Torres, 56'), Suso (Gudelj, 72'); y De Jong (En-Nesyri, 56').
Goles: 0-1, 13' Ocampos (p); 1-1, 33' Goretzka, 2-1, 104' Javi Martínez.
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó a los jugadores del equipo alemán Alaba (12'), a un ayudante técnico en el banquillo (64') y Lucas Hernández (91') y a los de la formación española Joan Jordán (m.46+), Koundé (m.55), Fernando (70'), a un ayudante técnico en el banquillo (92') y Escudero (119').