Lo que no le pase a José Mourinho en un terreno de juego, no le pasa a nadie. Muchas veces el técnico portugués ha estado en el ojo del huracán por sus polémicas declaraciones o por algún acto antideportivo, pero incluso a este Mourinho más sosegado le siguen pasando cosas extrañas en un campo de fútbol. Lo último han sido unas porterías más pequeñas de lo normal.
Lo mejor de todo es que Mourinho tenía toda la razón del mundo y aún así no pudo hacer nada ante la falta de previsión de la UEFA y ante una de las sensaciones más surrealistas que se han vivido en los últimos años, y más teniendo en cuenta que el hecho se produjo en una competición de primer nivel como la Europa League, aunque haya sido en su fase previa.
Todo comenzó con el entrenamiento de porteros del equipo inglés. Los dos metas de José Mourinho, Hugo Llorís y Joe Hart, se pusieron a hacer sus ejercicios como antes de cada partido. Sin embargo, notaron algo que, visualmente, ya les había llamado la atención. Los dos, jugadores de una considerable envergadura, se pusieron junto a la portería del campo del Shkendija, de Macedonia del Norte, y comprobaron que llegaban al larguero sin tan siquiera esfuerzo, por lo que les hacía pensar que esa portería era más baja de lo habitual y, por tanto, de lo permitido.
Los dos porteros fueron a hablar con su técnico y tras contarle la historia, el propio Mourinho quiso comprobar in situ que sus jugadores tenían razón. El técnico, de menor estatura que sus porteros, simplemente con alzar su brazo casi tocaba el larguero, lo que significaba que esas porterías debían ser más pequeñas de lo normal, algo que el portugués ya sospechó solo con verlas de cerca.
De esta forma, se lo hicieron saber a los responsables de la UEFA encargados del partido, que no fueron capaces de solventar el problema, por lo que el choque se tuvo que disputar con unas porterías más pequeñas de lo normal en una de las situaciones más surrealistas que se han vivido en los últimos años.
Así sucedió todo
El choque finalizó con victoria del Tottenham por 1-3 y que le permitió avanzar de ronda en la fase previa de la Europa League. Más tarde, ya en la rueda de prensa posterior al partido, Mourinho fue preguntado acerca de las polémicas de las porterías, y el luso respondió con su gracia habitual a pesar de que podía haber sido un hecho que condicionara la clasificación de su equipo.
"Fue divertido porque mi portero me dijo que la portería era pequeña. Fui a ver y si que lo era. Sentí de inmediato que algo iba mal y conseguimos que entrara el delegado de la UEFA para comprobar que era cinco centímetros más baja. Pedimos entonces unas con las dimensiones adecuadas".
Sin embargo, la petición de Mourinho y del Tottenahm no surtió efecto y el partido se tuvo que disputar con esas porterías tan extrañas y que se encontraban en el campo del Shkendija desde nadie sabe cuando. Al menos, los goles de Lamela, Son y Kane cerraron la victoria de los Spurs sin mayores sobresaltos.
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