Cómo ha cambiado LaLiga en los últimos años. La BBC y la MSN, dos tridentes coetaneos e históricos para Real Madrid y Barcelona se han disuelto. En ambos equipos ya solo queda un integrante de aquellos tríos: Karim Benzema, en los blancos, y Leo Messi, en los azulgrana. Con las salidas de Gareth Bale y Luis Suárez este mismo verano tanto el francés como el argentino se han quedado 'solos', aunque es el '10' culé el que parece salir peor parado.
Bartomeu ha puesto la puntilla a la situación en el Barça de Messi, a quien primero negó la vuelta de su amigo Neymar y a quien ahora quita de su lado a su 'hermano' Suárez. El argentino se queda obligado en el club de su vida, bajo una directiva que le ha traicionado y en un vestuario sin sus grandes apoyos. Con esas premisas no apunta prometedora su temporada.
El año más difícil para Leo. El '10' debutará este domingo en Liga contra el Villarreal. Messi se vestirá de líder azulgrana una vez más para arrancar otra temporada, la decimoséptima en su carrera como profesional y en el primer equipo del Barça. Pero a su lado ya no estará su mejor escudero, Suárez, que además vestirá la camiseta de uno de sus principales rivales en la competición: el Atlético de Madrid.
Aunque Suárez no es el único futbolista al que echará de menos Messi. Además del uruguayo, esta misma semana se ha certificado la salida de Arturo Vidal. El chileno apenas llevaba dos temporadas en el vestuario blaugrana, pero el tiempo ha sido el suficiente para ser el otro gran apoyo de Messi en un vestuario de clanes.
La relación de Messi se ha ido enfriando con otros compañeros de vestuario, el clan que conforman los Piqué, Jordi Alba o Busquets, que ahora tendrán que hacer de 'mejores amigos' de Leo para recuperar la mejor versión de este en su momento profesional más complicado. Pero ya lo dijo Messi en su famosa entrevista: "Pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona", admitió hace unas semanas.
En aquella entrevista que dio la vuelta al mundo también reconoció lo difícil que se le había hecho el año pasado: "Sufrí mucho dentro de los entrenamientos, en los partidos y en el vestuario". Un vestuario en el que ya no están los dos pilares del capitán del Barça, que teme que este final de año y, sobre todo, el 2021 se le hagan un mundo.
El equipo dista mucho de ser el que era cuando se ganó en 2015 la última Champions con sabor culé. En aquel vestuario, con los Neymar, Alves, Suárez y Macherano, la comunión de Messi con sus compañeros era total. Nada que ver con la plantilla actual, más distante con el 'clan español' y muchos jugadores jóvenes que perteneces ya a una generación bien diferente a la de Leo.
Koeman y el falso 9
A sus 33 años, Messi deberá reinventarse por enésima vez. Llega un entrenador nuevo al banquillo con un estilo nuevo, más defensivo. Ronald Koeman exigirá a Messi adaptarse a su plan de juego, seguramente volviendo a colocarlo de falso '9' como ya hiciera Guardiola. A su lado -sin grandes pretensiones de fichar a un delantero top como Lautaro Martínez- tendrá un futbolista consagrado como es Antoine Griezmann, pero con el que no tuvo gran feeling la pasada temporada. Habrá que ver sin Suárez.
Así se presenta la temporada de Messi que está a punto de comenzar. Eso en lo deportivo, porque fuera de los terrenos de juego le resultará difícil no recordar (o reavivar) su guerra con Bartomeu y su directiva. Además de la incertidumbre que se presenta en el horizonte culé ante las elecciones a la presidencia y la amenaza de Leo de acabar, ahora sí, su carrera en el Barça cuando acabe contrato en junio de 2021.
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