El FC Barcelona sigue apagando fuegos en su plantilla. En el verano más movido en la historia reciente del club, desde la secretaría técnica del equipo blaugrana y desde el banquillo no dan abasto para intentar solucionar todos los problemas que se han creado este año con los continuos rumores de entradas y salidas de futbolistas por parte del conjunto catalán. Uno de los últimos protagonistas ha sido Ousmane Dembélé.
El futbolista francés aterrizó en Can Barça fruto de una enorme inversión económica del equipo azulgrana que rondó los 120 millones de euros. Tras la salida de Neymar, el joven jugador galo y Coutinho fueron las apuestas de un FC Barcelona que ha terminado fracasando estrepitosamente con ambos.
Esta temporada se avecinaban cambios importantes, aunque desde el club se comunicó que Dembélé era uno de los jugadores intransferibles de la plantilla debido a su juventud y a la enorme inversión realizada, que obligaba a darle más oportunidades a un futbolista que ha sido más noticia por sus actos de indisciplina que por sus goles y por sus grandes actuaciones en el Barça.
Sin embargo, la llegada de Ronald Koeman no ha terminado siendo un motivo de tranquilidad para Ousmane. El técnico holandés reconoció que confiaba mucho en el francés tras aterrizar en el FC Barcelona, especialmente cuando la continuidad de Messi pendía de un hilo. Koeman aseguró que sería uno de los hombres fuertes de su proyecto, a pesar de que Dembélé salía de una grave lesión y su mejor momento de forma era aun lejano.
El paso de los días ha ido demostrando como Dembélé ha perdido la confianza de Koeman y como otros jugadores que han aportado mayor trabajo han conseguido jugar más minutos y tener más protagonismo que un jugador de su caché y por el que el club realizó una poderosa inversión de dinero.
Se ha llegado a especular mucho con una posible salida, pero no solo este verano, si no ya en temporadas anteriores. El galo siempre fue una de las piezas de cambio ofrecidas en un trato para convencer a Neymar y al PSG de hacer viable operación del regreso del brasileño. Sin embargo, en la ciudad de la luz nunca vieron con buenos ojos ese trato.
Este verano surgió una nueva posibilidad, la aparición del Manchester United que busca desesperadamente un jugador jóven, extremo, veloz y de talento que pueda liderar su enésima resurrección. Ese lugar, destinado para Jadon Sancho, sigue vacante tras la negativa del Borussia Dortmund a negociar. Por ello, los red devils pensaron en la posibilidad de Dembélé.
Dembélé no convence a Koeman
Sin embargo, el Barça, a través de Ramón Planes, ha decidido cerrar esa vía: "Contamos con él, esperamos disfrutar de sus argumentos futbolísticos, estoy convencido que hará un gran año con nosotros". De esta forma, el equipo de Ole Gunnar Solskjaer tendrá que volver a la carga por el futbolista inglés.
A pesar de esta negativa a su salida, la situación de Dembélé no es la ideal en el Barça, ya que Koeman ha dejado poco a poco de confiar en él y ahora mismo chicos como Trincao o Pedri están por delante, tal y como se demostró en Vigo: "Con 0-1 había jugadores muy cansados y tanto Pedri como Trincao pueden aportar más que Dembélé defensivamente y de ahí mi decisión", afirmaba Koeman tras el encuentro.
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