Pocas veces el debut de un futbolista con la Selección ha generado tal impacto como el de Adama Traoré. Seguramente por sus condiciones físicas, pocas veces vistas de tal modo en el fútbol español, quizás también porque hasta en dos ocasiones tuvo que esperar para su estreno con el combinado nacional. Por fin pudo jugar y confirmó lo que venía avisando Luis Enrique: España tiene un futbolista de esos que son 'diferentes'.
Adama, a los que muchos ya conocían al seguir la Premier League, dejó boquiabierto a ese público general que todavía no sabía quién era. Su debut en prime time alucinó a aquellos que vieron por primera vez su corpulento cuerpo y la potencia y velocidad con la que recorría la banda derecha contra Portugal. '¿De dónde ha salido?', se preguntaban algunos. Muchos ya lo sabrán, pero Adama viene de La Masía.
Sus padres son de Mali, país que le convocó para este parón internacional, aunque Adama tenía claro para qué selección quería jugar. Llegaron a Barcelona en los años 80 por motivos laborales y el 25 de enero de 1996, en Hospitalet, tuvieron al ahora futbolista del Wolverhampton. Dos años antes había nacido su hermano Moha Traoré, también jugador de fútbol y que ahora juega en Segunda B con el Recreativo.
Desde 2004, con tan solo ocho años, Adama Traoré fichó por las categorías inferiores del Barça. Sus condiciones físicas le permitieron desde bien pequeño jugar un paso por delante de los de su categoría. Tan precoz en su carrera que con 17 años y 9 meses estaba debutando con el primer equipo azulgrana de la mano del 'Tata' Martino.
Mi pensamiento fue: 'Le pones en el Camp Nou y se va a ir de su par seguro'
Antes de eso ya le había conocido Pep Muñoz, técnico que trabajó en el Barça desde 2011 hasta 2015 (primero en el juvenil y los últimos meses en el Barça B) y que coincidió con Adama Traoré en el equipo dirigido por Jordi Vinyals que ganó la Youth League. EL ESPAÑOL ha hablado con Pep, que cuenta cómo era por aquel entonces la nueva sensación del fútbol español.
"Recuerdo estar viendo al Cadete A en la Ciudad Deportiva y recuerdo que me impresionó la velocidad y el desborde de aquel extremo derecho con el número 7. No muy corpulento del tren superior aún, pero sí en el tren inferior, de piernas. Ahí le empecé a descubrir", revela Pep Muñoz sobre la primera impresión que le provocó Adama Traoré en su día.
Primero en algunos entrenamientos y luego ya como jugador en pleno derecho del Juvenil A azulgrana, Adama y Pep coincidirían también en el Barça B durante un breve periodo tras la salida de Eusebio Sacristán, quien hizo debutar al futbolista en el filial azulgrana. "Los años que le tuve siempre pensé que si recibe el balón en condiciones óptimas es imparable. Y en esa edad, en edad juvenil, mi pensamiento fue: 'Le pones en el Camp Nou y se va a ir de su par seguro'", recuerda Pep.
En el Barça llegó a tener cuatro apariciones en partidos oficiales entre las temporadas 2013/2014 y 2014/2015, esta última con Luis Enrique en el banquillo culé. Ya entonces brillaba por su físico, superior al resto e incomparable al de otros chavales de su edad: "Lo que más destacaría serían sus cualidades físicas para desbordar en el uno a uno. Cuando recibía en buenas condiciones era imparable, muy difícil de defender. Por velocidad, potencia y arranque siempre era superior", dice Pep Muñoz.
Diría que no he trabajado con nadie con tanto desborde y potencia a esa edad
"Diría que no he trabajado con nadie con tanto desborde y potencia a esa edad", reflexiona. Aquellos años de aprendizaje con Vinyals y Muñoz le sirvieron para ir incorporando más soluciones en su juego. "En alguna ocasión le situábamos a pierna cambiada para que él desarrollara otras habilidades como ocupar espacios interiores, ir hacia dentro y no abusar de ese regate o salida por fuera que con la pierna hábil le daba siempre resultado". Y vaya si le ha seguido dando resultados. "Ahora sería muy extraño verlo de extremo izquierdo", dice su exentrenador.
Salida del Barça
El Barça B descendió en 2015 y aquel fue el final de Adama en el club catalán. "No me acabaron de dar la oportunidad", se ha lamentado en alguna ocasión el propio jugador. Durante su etapa en La Masía nunca hubo una queja hacia él y Pep da fe de ello: "Son etapas competitivas, post-adolescencia prácticamente, en la que el jugador empieza a madurar y es complicado. Pero Adama era un chico superhumilde, dispuesto a escuchar y con muy buena predisposición. Tengo buen recuerdo por ser muy buena persona además del talento que tenía".
Emigración a Inglaterra
Adama emigró con 18 años a Inglaterra. Estuvo un año en el Aston Villa y luego fichó por el Middlesbrough, donde coincidió con Karanka y estuvo dos temporadas. Su fútbol explotó definitivamente en los Wolves, donde ya ha empezado su tercera campaña. Asentado en la élite del fútbol inglés, fue una de las grandes revelaciones de la temporada pasada y le sirvió para estar en la agenda de los grandes de la Premier y otros clubes importantes de Europa, como la Juventus.
En España le podría esperar el Barça, donde más de uno se seguirá tirando de los pelos por haber repetido con Adama el error que se cometió con otros como Piqué y Fábregas en su día y ahora con los Eric García o Dani Olmo. "Es un jugador que podría haber tenido más recorrido en el club", reconoce Pep. "Este tipo de jugadores son muy difíciles de fichar y él ha demostrado que era así desde pequeño, con cualidades difíciles de encontrar", añade.
A Adama, que tiene solo 24 años, se le abren muchas puertas de cara al futuro y más ahora tras su impactante debut con la Selección. Pep Muñoz tiene varios deseos para él: "Que le podamos seguir viéndolo en la selección española muchas más veces y que tenga mucha suerte con las lesiones. Su carrera aún tiene mucho recorrido y ojalá le podamos ver en el Barça de nuevo", nos reconoce. "Si soy igual que ayer es un día perdido", decía Adama un día después de su estreno con la Absoluta. Apunta lejos.
[Más información: Adama Traoré: su evolución física desde niño en el Barça hasta 'bestia' en la Selección]