Nicklas Bendtner es uno de los personajes más curiosos a la par que polémicos que han pasado por el mundo del fútbol durante la última década. De promesa mundial en el Arsenal a defenestrado. Su carrera deportiva nunca despegó como se presuponía y acabó enredado entre problemas fuera del campo. Hace un año contó varios de los episodios de su vida en su aotubiografía que ahora repasa en The Guardian.
"Me encariñé demasiado con el estilo de vida que venía con el dinero. Quiero retroceder en el tiempo y golpear a ese joven en la cabeza con un martillo. Hacerle entender qué oportunidad tiene. Que tiene algo especial, algo de lo que tiene que cuidar", reflexiona años después de tirar su carrera por la borda.
"Claro que hay algo de arrepentimiento por no haber dirigido mi carrera de una manera más positiva. Mirar hacia atrás me disgustó (al hacer la autobiografía) porque hay momentos que fueron muy dolorosos y difíciles de hablar. Pero no podía escribir simplemente otra biografía deportiva en la que me elogiara. Afortunadamente, confié completamente en Rune (periodista danés que le ayudó con la obra) y pude abrirme y decir: 'Solo hay una forma en que puedo hacerlo y es con total honestidad'".
Una de las experiencias que cuenta en su autobiografía ocurrió en verano de 2011 cuando tenía solo 23 años y su carrera en el Arsenal ya empezaba a ir cuesta abajo. "Estoy demasiado borracho para sentarme en una mesa", dice Bendtner en el libro. Se refiere a las mesas de póker de su casino favorito. "Pero la ruleta es un asunto diferente. Rojo, negro, rojo, negro. ¿Qué tan difícil puede ser?".
Quiero retroceder en el tiempo y golpear a ese joven en la cabeza con un martillo
Aquello no acabó bien: "Después de 90 minutos he perdido 400.000 libras esterlinas. Dinero que no tengo. Estoy en quiebra si mi suerte no cambia. Me tambaleo hacia los baños y me mojo con agua la cara. Luego busco un cajero y consigo otras 50.000 libras esterlinas en fichas".
Esto es lo que dice ahora sobre eso, casi diez años después: "Cuando estás más o menos arruinado, te hace pensar: 'Esto tiene que parar'. Perdí 400.000 libras esterlinas, pero terminé recuperando parte de eso, en realidad". "Era demasiado arriesgado, incluso para mí. Fue la llamada de atención que ayudó a romper ese hechizo. Nunca he sido un tipo al que le importa el dinero como una forma de lucirse. Al principio, se trataba más de divertirse y estar con la gente que te gusta", explica.
"Cuando me lesioné y no pude sentir la emoción de esa sensación absoluta de vivir al límite en el campo, el juego me dio la adrenalina. Obviamente, cuanto mayor es el riesgo, mayor es la adrenalina. Así que vas por apuestas altas", cuenta desde su experiencia.
Ahora Bendtner está alejado de los terrenos de juego. Estaba preparado para dar el salto al fútbol chino, pero la pandemia lo paralizó y ahora sopesa la retirada: "Puedo decir honestamente que, aparte de que mi hijo haya nacido y esté con él, nada me da más placer que jugar al fútbol. Ahora es difícil con Covid. Si surge algo como jugador, lo miraré. Si no es así, me estoy preparando para el próximo capítulo".
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