Griezmann vuelve a sonreír, pero no con el Barça. El delantero galo fue protagonista en la victoria de Francia ante Croacia (1-2) con su tanto inicial y tras el partido se mostró radiante por el triunfo de su selección y su actuación de forma individual. Su situación dista de la que atraviesa en Can Barça, donde su posición en el campo lleva a debate su protagonismo con Ronald Koeman.
Griezmann primero habló del encuentro: "Fue un partido complicado, no muy complicado de jugar, tampoco muy bueno para desarrollar nuestro juego. El terreno de juego estaba lento, difícil, contra un adversario que tenía muchas ganas de ganarnos. Hemos sabido sufrir y lo más importante fue la victoria".
Sobre su actuación individual acabó celebrando que Deschamps, seleccionador francés, le siga poniendo a jugar por el centro de la delantera: "Creo que fue un gol muy bonito. La pelota me vino e intenté pegarle bien y marqué. Me siento bien con el gol. El entrenador sabe dónde ponerme así que aproveché esta situación de ventaja y la confianza del entrenador y de mis compañeros", dijo. Para muchos esto ha sido un dardo a Koeman, quien sigue poniéndole en banda derecha, una posición que no es la suya.
Mbappé salvó a Francia
Un gol de Kylian Mbappé a falta de once minutos para la conclusión permitió a Francia mantener su pulso con Portugal por la primera plaza del grupo 3 de la Liga de Naciones, tras imponerse este miércoles por 1-2 a una Croacia, que volvió a estrellarse, una vez más, con el conjunto francés.
Nunca. Ni en partidos oficiales, ni amistosos ha logrado el equipo croata derrotar a una selección gala, que se ha convertido por derecho propio en la auténtica 'bestia negra' de los balcánicos.
Da igual si como ocurrió hace apenas un mes en París los croatas se adueñan del balón o como ocurrió este miércoles en el estadio Maksimir de Zagreb ceden la iniciativa para tratar de sorprender al contraataque. El resultado es siempre el mismo, victoria francesa.
Un triunfo que los de Didier Deschamps apenas tardaron en encarrilar ocho minutos, el tiempo que tardó Antoine Griezmann en tocar su primer balón. El delantero del Barcelona, que parece transformarse cada vez que se viste la camiseta de los bleus, no desaprovechó un balón muerto en el área, tras un centro del madridista Ferland Mendy, ayer lateral derecho, para firmar el 1-0 con un violento zurdazo directo a la escuadra.
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