Las medidas de seguridad sanitaria en el fútbol modesto y no profesional están provocando un auténtico caos. En algunos encuentros, se están viviendo situaciones de tensión realmente lamentables, y todo por culpa de la falta de presencia y de consideración de las autoridades pertinentes, es decir, de la Real Federación Española de Fútbol.
El último caso, sin duda uno de los más llamativos, se ha visto en un partido de la segunda división de fútbol sala femenina, el que iban a disputar el Villacañas y el Unami CP segoviano. La situación ha sido de lo más alarmante y bochornosa, especialmente para el equipo visitante, que se ha visto obligado a plantarse por el bien de su propia seguridad a pesar de haber realizado un viaje de 160 kilómetros para no terminar jugando.
El conjunto segoviano reclama que las medidas sanitarias para el fútbol no profesional son insuficientes y por ello no pueden tener garantías suficientes a la hora de disputar sus partidos con total libertad, ya que no tienen la posibilidad de realizarse tests con la asiduidad necesaria.
Por ello, pidieron que ambos equipos, tanto el Villacañas como ellas mismas, jugaran el encuentro con mascarillas, algo a lo que el equipo toledano se negó. Esta negociación se prolongó antes de la hora marcada para el comienzo del partido, pero no llegó a buen puerto, ya que no fueron capaces de llegar a un acuerdo con el equipo rival, que no quería jugar con mascarillas.
Debido a este hecho, las jugadoras del Unami CP decidieron plantarse al comienzo del choque y no disputar el partido contra su rival, en clara señal de protesta, no solo por su propia seguridad, sino por la de todas las competiciones que se encuentran en una situación similar ante el desamparo de la RFEF, que ha prometido medidas que no está cumpliendo.
Así es como ha comenzado este equipo segoviano la primera jornada de la categoría demostrando que el caos sigue reinando en el fútbol no profesional con motivo de que las autoridades les estén dando la espalda de forma flagrante.
La reclamación del club
El propio club defiende "que si no existen los test que nos prometió la Federación, solicitamos que se juegue con mascarilla hasta que se regule la situación", y que por eso "se vieron obligadas a plantarse y no jugar", en una decisión que esperan sirva para cambiar las cosas.
Este acto, que esperan que tenga la mayor repercusión posible para denunciar la dramática situación en la que se encuentran y que amenaza con no permitirles llevar a cabo la competición que tenían que haber empezado este mismo fin de semana, pero en la que no se sienten ni mucho menos seguras. Por ello, desde el club quieren que "sirva para cambiar la situación, y llegar así a una regulación segura para toda la competición y que la Federación actúe en consecuencia".
Desde el Unami CP no pierden la esperanza de que la RFEF les escuche de una vez por toda y se ponga al día con las promesas que realizaron antes de comenzar la temporada, así como que las comunidades autónomas y las federaciones territoriales también tomen su responsabilidad, ya que fueron las encargadas de rechazar los tests previos que había solicitado el CSD.
[Más información: Los jugadores y jugadoras de fútbol sala se plantan: no jugarán sin test de Covid-19 semanales]
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