José Bordalás lo está volviendo a hacer. Esa localidad del sur de Madrid que la temporada pasada se presentó a Europa, y a la que solo un Inter que está recuperando su presencia continental frenó, está de nuevo bajo el foco gracias a su equipo de fútbol. El Getafe venció al Barça en el Coliseum, el entrenador rompió su maleficio y, dejando a un lado la polémica, esta plantilla volvió a demostrar que su disciplina de trabajo funciona.
10 puntos de 15 posibles, tres de tres victorias posibles en su estadio y vencer a uno de los grandes vuelven a simbolizar que el trabajo que está haciendo este cuerpo técnico que llegó hace ya cuatro temporadas al club azulón es de primer nivel. Bordalás no conseguía ganar a ninguno de los grandes (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y era la única pega que algunos le ponían. El valenciano se sacó esta espina y, a pesar de que no tiene las condiciones deseadas, se sigue desmarcando como uno de los mejores entrenadores de La Liga.
Eso sí, esa figura que se ha creado en torno a esta plantilla de 'Bad Boys' está mermando una temporada más el prestigio que cosecha con sus resultados. Las imágenes que dejó el choque contra el equipo culé con Allan Nyom, Erick Cabaco y Ronald Koeman quejándose les han puesto en el foco de atención por ese estilo que algunos denominan como duro y que también comparan con los Detroit Pistons de Chuck Daly.
Para el debate queda si lo de Cabaco con Pedri era algo más, si lo de De Jong con Djené era penalti, si lo de Nyom con Messi era roja y si las palabras del interior nacido en Guadalupe hacia Koeman son reprobables. Pero, para el recuerdo queda que el conjunto madrileño desactivó a los azulgranas, no les dejó tantas ventajas como habían encontrado en otros partidos y terminó aprovechando una jugada aislada para adelantarse en el marcador.
Los chicos malos
La leyenda urbana que se está creando en torno al conjunto del sur de Madrid sigue creciendo. Lo que un día empezó con los Damián Suárez, Jaime Mata y Djené Dakonam ha encontrado un nuevo episodio después de estos cinco primeros partidos de la 2020/2021. Para el recuerdo queda esos cuartos de final de Copa del Rey frente al Valencia o, más recientemente y a nivel europeo, la eliminatoria con el Ajax.
Bordalás, por esta circunstancia, ha tenido batallas dialécticas en ruedas de prensa con Quique Setién, Marcelino García Toral, Mauricio Pellegrino y una retahila de técnicos. Aún así, su marca de 47 partidos ganados, 37 empatados y 35 perdidos en Liga solo hace indicar que su trabajo con un equipo que él mismo ascendió desde Segunda y que ha metido año tras año en la mitad superior del campeonato nacional es más que satisfactorio.
Quizá el hecho de que este verano fuera extraordinario y el Getafe alargó su presencia en la Europa hasta agosto por el coronavirus, hizo que Bordalás siguiera perteneciendo a la entidad madrileña. Novias no le faltaron en Valencia, en Sevilla y en Italia, pero su compromiso con Ángel Torres prevaleció. El próximo verano volverá a ser una incógnita y su fin de contrato está más cerca. Mientras tanto seguirá dando guerra con sus 'Bad Boys'.
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