Nuevas tensiones en el mundo del deporte por la actuación de Luis Rubiales y la Real Federación Española de Fútbol que él mismo preside. En esta ocasión, según ha podido saber EL ESPAÑOL, a raíz de las disputas del organismo de Las Rozas con los clubes que se niegan a portar el parche con el logo de la RFEF en sus equipaciones.
Tal y como ya contó este periódico, este un requisito obligatorio para todos los participantes en las competiciones organizadas por la RFEF. Por ejemplo, las máximas categorías del fútbol femenino y el fútbol sala. Sin embargo, hay equipos que se han negado a llevarlo por las condiciones económicas. En el caso del fútbol sala, no había ningún pago.
A ello se le suma que la Federación, en las condiciones para recibir los test contra la Covid-19 comprados por la propia RFEF, incluye la obligación de acreditar que el logo ha lucido en todos los partidos en sus camisetas. Además, también se señala que no se podrán haber recibido apoyos de otras entidades que no sean la RFEF o las CCAA.
Una polémica, la del parche, que hasta 20 equipos de fútbol sala han trasladado al CSD mediante la impugnación del reglamento federativo y que, según trasladan a EL ESPAÑOL, va más allá de la simple organización de una competición.
Requisito para los test
El conflicto por los test en el fútbol no profesional ha sido toda una montaña rusa. Se ha pasado en unas semanas de rechazar el borrador del CSD, y que obligaba a una prueba antes de iniciar cada competición, a implantar un protocolo en el fútbol dependiente de la RFEF donde será obligatoria la realización de pruebas semanales. Gracias, en gran parte, a la presión hecha por el sindicato AFE, que además ha tenido que desembolsar más de 600.000 euros recientemente para aportar test a un fondo común.
Este pacto de sindicatos, donde también se han sumado los de jugadores y jugadoras de fútbol sala, se irá evaluando a medida que pase el tiempo. La aportación de AFE asegura las pruebas hasta final de año, pero si la pandemia mantiene la presión sobre los futbolistas, se tendrán que aumentar los test para cubrir las necesidades hasta que finalice la temporada.
La RFEF ha incluido la petición para recibir estos test en el conocido como 'programa COnVivienDo'. Recientemente, el organismo presidido por Luis Rubiales publicó en su web los requisitos para adherirse a este plan. Y es ahí donde ha surgido nuevamente la polémica. Si bien se incluyen aspectos comunes en el fútbol no profesional como ser un club o SAD afiliado a la RFEF, disponer de libros contables y otros procedimientos legales habituales entre las entidades deportivas, en uno de los últimos puntos se incluye una cesión que venía generando crispación entre RFEF y los clubes.
En el segundo apartado del punto 3.4, la RFEF asegura que uno de los "requisitos específicos para poder ser beneficiarios de estas ayudas" en lo que respecta a "recibir los test financiados con los fondos propios de la RFEF" y "en ningún caso para los test financiados por los Sindicatos o de las aportaciones realizadas por otra entidad", es "acreditar el uso de los logos de la competición en todos los partidos de la misma en la ropa deportiva según la reglamentación de normas y de competición vigentes", además del "cumplimiento de la normativa de publicidad en cuanto al no uso de publicidad que sea incompatible con la imagen corporativa de la Federación durante la temporada 2020/2021".
Es decir, los test adquiridos por la Real Federación Española de Fútbol solo podrán recibirlos aquellos clubes que asuman lucir el parche de la RFEF en sus equipaciones al ser este ente el organizador de ellas. Un conflicto que se viene alargando en el tiempo y que ha generado un notable enfado tanto entre clubes de fútbol femenino como entre los del fútbol sala, competiciones dependientes de la RFEF.
A ello se suma una nueva obligación: "Acreditar que no se reciben ayudas en formato económico o con entrega de test por parte de otras entidades, salvo las ayudas de las Comunidades Autónomas o de los entes locales para esta misma finalidad". De esta manera, los clubes que reciban test gracias al acuerdo entre LaLiga y la LNFS podrían quedarse sin las pruebas de la RFEF.
Impugnación ante el CSD
La polémica del parche es una más de los frentes abiertos por la RFEF. Tal y como publicó EL ESPAÑOL, la RFEF incluyó en su reglamento la obligatoriedad de portar el parche de la RFEF en las equipaciones. Además, limitaba la publicidad a aquellas entidades que tuvieran relación con el organismo de Las Rozas. Algo que, especialmente entre los clubes de fútbol sala, no se ha cumplido.
La mayoría de los equipos de esta disciplina, adscritos a la LNFS, mantienen su publicidad y lucen el parche de la misma asociación, la LNFS. Algo que, siguiendo el reglamento aprobado por la RFEF, incumpliría las normas y provocaría una sanción a dichos equipos. Esa situación ya se está dando, aunque comentan a este periódico que no en el fútbol femenino.
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, en diferentes actas de los partidos se ha indicado que alguno de los equipos participantes lucía en sus mangas el logo de la LNFS y no el de la RFEF. Y, por ello, se ha procedido a sancionar con multas de 100 euros a los clubes nfractores del Código Disciplinario.
Por ello, tal y como ha conocido este medio, hasta 20 clubes de fútbol sala han impugnado ante el Consejo Superior de Deportes el reglamento de la Federación, así como las normas reguladoras y bases de competición y las condiciones para aprobar las equipaciones de los equipos participantes.
El escrito trasladado al CSD defiende que las normas de la RFEF "exceden ampliamente de su competencia legal de calificar y organizar la competición oficial de fútbol sala". Además, supone injerir "en el patrimonio privado de las entidades participantes", pues se las está privando "de explotar su activo esencial" como es la camiseta. Ya varios clubes denunciaron ante EL ESPAÑOL que lucir gratis el parche de la RFEF no tenía ninguna viabilidad económica para los clubes, y más teniendo en cuenta que a equipos del fútbol femenino se les ha trasladado una oferta económica para hacer lo propio.
La impugnación de los 20 equipos incide en que existe una "extralimitación" de la RFEF dado que limitar la publicidad no es "regular" la misma liga. Y más haciéndolo "sin contraprestación" a los participantes tras excluir a "instituciones o asociaciones no vinculadas a la RFEF" y teniendo en cuenta que en el fútbol femenino se han realizado dichas propuestas económicas.
Por ello, se pide al CSD revocar los artículos impugnados y dejarlos sin efecto, obligando a la RFEF a retirarlos. Dado que la competición se inició el pasado 3 de octubre, y que ya han tenido lugar las primeras sanciones a los clubes, estos piden medidas cautelares.
El ente liderado por Irene Lozano tendrá ahora la palabra. Justo unos días después de que se posicionaran a favor de LaLiga en el caso de los partidos en viernes y lunes, rechazados por la RFEF y que tras la intervención del CSD fueron aprobados. A pesar de que un juez ha rechazado las cautelares, LaLiga ha optado por mantener los horarios al tener el visto bueno del CSD.
[Más información: AFE garantiza los test en 2ªB, 3ª y 1ª y 2ª Femenina hasta final de año: 640.000 euros contra la Covid-19]