¿Cuánto hace que el Barcelona no ve a Leo Messi celebrar un gol ante el Real Madrid? Mucho. Mucho tiempo. Desde el año 2018 no ve puerta el delantero argentino en El Clásico. O, lo que es lo mismo, casi mil días de sequía o también, en otro tipo de registro: 525 minutos sobre el terreno de juego.
Antes de saltar al terreno de juego este sábado, el '10' azulgrana acumulaba 16 lanzamientos, seis de ellos a portería, y ni un solo gol. En el primer Clásico de la temporada 2020/2021 la estadística no ha hecho más que empeorar, ya que no marcó ni un solo gol para los suyos.
Esto también ayudó a que el Barça acabara cayendo derrotado a manos de su eterno rival. 1-3 perdieron los azulgranas. Una derrota en la que el gol de los de Ronald Koeman lo puso Ansu Fati, quien de paso hacia historia en La Liga convirtiéndose en el único jugador menor de edad que marca en un Clásico del campeonato doméstico.
Messi no es el que era. Esta temporada solo suma dos goles y todavía no ha mostrado esa cara que marca la diferencia entre él y el resto de mortales. Algo pasa con Leo y aunque él aseguró que daría todo por el club hasta el momento de irse, parece que el peso de todo lo sucedido en los últimos meses ha acabado por hacer mella en el crack de Rosario.
El camino final
Un gol en La Liga y otro en la Champions League es el balance del internacional argentino en lo que va de 2020/2021. Todavía es pronto para dictar sentencia y quién sabe si en unas pocas semanas se estará hablando de la mejor versión de Lionel Messi. Pero ahora esa versión ha desaparecido. No hay rastro del mejor '10' y esto es algo cada vez más preocupante.
Messi ha marcado la diferencia en Can Barça en la última década. Es más, en los últimos años han sido sus goles y las paradas de Ter Stegen lo que ha mantenido al conjunto blaugrana a un alto nivel competitivo, luchando por los títulos. La irrupción y el crecimiento de Ansu Fati son una tirita, pero la cuestión es si volverá el mejor Leo a los campos de España.
A Leo le puede estar afectando también todo lo que ha vivido. De su decisión de abandonar el Barcelona a perder a Luis Suárez, su mejor amigo, en el vestuario y también en su día a día, ya que el delantero uruguayo y su familia se han mudado a Madrid. Pero también la nula relación con Bartomeu asfixia, la situación incierta del club a nivel económico y la ruptura del vestuario.
El propio Piqué ha intentado ayudarle para que vuelva a ser el mismo de siempre. "Yo como presidente habría actuado diferente. Le pedí a Leo que aguantara. No tuve mucho trato con él esos días porque creí que era una decisión muy personal. Recuerdo uno: "'Leo, es un año, y luego viene gente nueva..'", confesó el central en una entrevista para La Vanguardia.
[Más información - Las notas del FC Barcelona en El Clásico: el uno por uno del equipo de Koeman]