El Nápoles recupera crédito en la fase de grupos de la Europa League y enmienda el fallo de la primera jornada al imponerse a la Real Sociedad por 0-1 con un gol de Matteo Politano y una gran defensa en el segundo tiempo. [Narración y estadísticas: Real Sociedad 0-1 Nápoles]
Los donostiarras comenzaron mal porque Aritz, que estaba en el once titular, tuvo problemas en el calentamiento y ello obligó a echar mano del joven Modibo Sagnan, que asumía la primera titularidad con su equipo.
El central francés defendió con criterio, sin embargo el susto llegaría desde un poco más atrás, con un regalo de Merino a Insigne en un saque largo que el capitán del Nápoles, tras una jugada brillante, estuvo cerca de convertir en el primer gol antes de los diez minutos de juego.
El encuentro siguió accidentado e instantes después se aliviaba el equipo de Imanol Alguacil cuando Lorenzo Insigne tuvo que ser sustituido por lesión, con lo que perdían los italianos a su mejor activo en ataque a las primeras de cambio, los blanquiazules se animaron y a punto estuvo Merino de marcar de cabeza.
Real Sociedad - Nápoles
El cuadro de Alguacil, tras su buena primera jornada, cae a la tercera plaza y perdiendo el cara a cara con el Nápoles, que tendrá un duelo clave en la segunda vuelta ante el conjunto vasco para saber quién gana la partida. Los italianos, por su parte, ascienden a la segunda posición con los mismos tres puntos.
Real Sociedad 0-1 Nápoles
Real Sociedad: Remiro; Monreal, Le Normand, Sagnan, Gorosabel (Barrenetxea, min. 77); Guevara, Merino (Zubimendi, 77'), Silva; Oyarzabal (Guridi, 85'), Portu (Bautista, 67') e Isak (Willian José, 67').
Nápoles: Ospina; Hysaj, Maksimovic, Koulibaly, Rui; Bakayoko, Demme (Fabián, 89'), Lobotka (Mertens, 61'); Politano (Di Lorenzo, 61'), Petagna (Osimhen, 61') e Insigne (Lozano, 22').
Goles: 0-1, 54' Politano.
Árbitro: Craig Pawson (Inglaterra). Expulsó a Osimhen por doble amarilla en el minuto 92'. Amonestó a Le Normand y Lozano.
Incidencias: encuentro de la segunda jornada de la fase de grupos de la Europa League disputado sin afición en las gradas, tras descartar la Real invitar a 600 socios como tenía previsto antes del agravamiento de la crisis sanitaria.