Salomón Obama es un nombre que muchos conocerán a pesar de que no se ha convertido en un futbolista de élite. Sí lo fue en su etapa de canterano en el Atlético de Madrid, donde se hizo tan famoso y popular como muchos jugadores de la primera plantilla rojiblanca. Su rendimiento y sus registros goleadores hablaban de un portento.
Lo de Obama en las categorías inferiores del Atleti era un completo abuso, una tiranía absoluta. Su altura, su zancada y su potencia eran casi indefendibles para cualquier rival del fútbol español, que se rendían ante lo que era una fuerza de la naturaleza, un jugador total encerrado entre niños.
Pronto adquirió una fama única en España para un chico tan joven. Nunca un jugador tan de su edad había despertado tanta pasión y se había convertido en todo un icono mediático a pesar de ser tan solo benjamín o alevín. Lo de los Obama, y en especial lo de Salomón, no era normal. Y como tal, su carrera tampoco lo ha sido.
Salomón fue subiendo de categorías en el Atlético de Madrid y sus fuerzas se fueron igualando con las del resto de compañeros y competidores. Ya no le bastaba solo con su fuerza y su velocidad, necesitaba algo más. Por ello, su protagonismo fue cayendo hasta abandonar el club rojiblanco tras pasar por el filial.
Después de ahí, recaló en equipos como el Celta o el Mérida, de Segunda B, hasta convertirse este pasado verano en un jugador libre. Sus esperanzas de convertirse en un gran jugador y en toda una estrella, lo que había sido de niño, se esfumaban. Su vida como futbolista no sería la que había soñado.
La nueva vida de Salomón Obama
Por ello, ha buscado una nueva vida, algo que parece haber encontrado muy lejos de España. Ahora vive en Dubai y milita en la segunda división de la liga árabe, en el Dibba Al-Fujairah. Sin embargo, el fútbol ya no lo es todo para él. Ha encontrado una nueva ocupación que parece estar dándole un gran resultado, tal y como piensan los 115.000 seguidores que tiene en su cuenta oficial de Instagram.
El que fuera gran promesa de la cantera del Atleti ahora es, además de futbolista, influencer, esa profesión tan nueva y que está tan de moda, pero que pocos saben como surge. Sin embargo, parece estar poco a poco especializándose en ello, tal y como demuestran sus redes sociales, en las que parece haber aparcado el fútbol para convertirse en todo un icono, especialmente de las nuevas generaciones.
Es factible que haya muchos jóvenes que conozcan a Salomón por su nueva imagen y no por su fútbol, y que además no conozcan las diabluras y las atrocidades que cometía con las defensas rivales cuando era tan solo un niño que hacía vibrar a los aficionados en los torneos más prestigiosos del fútbol nacional e internacional.
Ahora, Salomón Obama es otro. Ha sabido reinventarse y encontrar su propio camino alejado del fútbol de élite, compitiendo en la segunda división árabe y cultivando su imagen pública y su apariencia física, que es lo que más se demanda de un cualquier influencer que se precie.
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