La afición española no podrá acudir a los grandes estadios y pabellones deportivos del país en competiciones de élite. Al menos de momento y hasta que la pandemia del coronavirus no reduzca su incidencia en todo el territorio español. Si antes ya eran escasas las posibilidades de los hinchas para ver el fútbol y baloncesto del máximo nivel en directo, tras el último acuerdo alcanzado entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno las opciones son nulas.
El Consejo Superior de Deportes siempre ha mantenido la misma postura respecto a la vuelta de los aficionados. Y no era otra que la de prohibir jugar los partidos a puerta abierta. Sin embargo, las competencias del ente dirigido por Irene Lozano no son ilimitadas y su poder solo llegaba para negar la entrada de público en La Liga y la ACB. La puerta seguía abierta para las competiciones europeas y más tras el visto bueno de la UEFA.
Después de que las reuniones celebradas no terminaran con un acuerdo, tras la declaración del estado de alarma en toda España, el Consejo Interterritorial ha decidido unir fuerzas contra la Covid y, durante los próximos meses, no se permitirá el acceso de público en las competiciones europeas -ni en La Liga y ACB-. Solo se seguirá viendo gente en las gradas, y siempre y cuando lo permitan las Comunidades Autónomas, en los deportes no profesionales.
El CSD siempre dijo 'no'
La posición del Consejo Superior de Deportes, y por ende del Gobierno, siempre fue la de no permitir la entrada de público en los estadios de todos los deportes. El ejemplo más claro es el de las competiciones que dependen del organismo como la ACB y La Liga, que no han admitido ni admitieron en su reinicio público en las gradas. Igualmente, así se trasladó en un primer borrador del protocolo sanitario para el deporte no profesional y que afectaba a todas las disciplinas del país.
Sin embargo, ese borrador no acabó triunfando por varias razones. Una de ellas por la polémica de los test. El CSD quería que fueran obligatorios, pero sin ayudas económicas los clubes no podían hacer frente al protocolo. La otra, el asunto del público. Tal y como vienen repitiendo los clubes a EL ESPAÑOL, es la principal fuente de ingresos de los clubes humildes y negar su entrada en estos meses de competición afectaría gravemente a las arcas de las entidades deportivas.
Tras una ardua negociación entre CSD, CCAA, COE y varios organismos más, y que ya relató este periódico, se acabó dejando la decisión de la presencia de público en cada gobierno regional. El CSD, como mucho, recomendaba un límite no superior a los 1.000 hinchas en recientos abiertos. El tema quedaba cerrado: La Liga y ACB no tendrían y el resto dependerían de cada Comunidad.
Pero las dudas y el peligro se reabrieron tras la decisión de la UEFA. Competiciones de baloncesto como la Euroliga y Eurocup ya permitían la presencia de público. Y el fútbol no se quedó atrás. Ceferin dio un límite del 30% de aforo y siempre que se contara con el visto bueno de las autoridades locales. Es decir, de las Comunidades Autónomas. El fútbol de máximo nivel en España podía acoger afición. La respuesta del CSD fue inmediata: envió una carta a la UEFA explicando la situación sanitaria.
Las CCAA, sin acuerdo
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la organización liderada por Aleksander Ceferin respondió a la misiva del CSD y el gobierno español. Sin embargo, en ella transmitía que iba a respetar la distribución de competencias que existe en España. En resumen: la decisión iba a seguir en manos de las Comunidades Autónomas.
El CSD siguió con su estrategia. Ante su falta de competencias, había que negociar. Se produjo una reunión con todas las Comunidades Autónomas para establecer un plan de acción común. Era necesario conocer todo el panorama del país. Y la mayoría respaldó al CSD, como adelantó este periódico. Incluso territorios de relevancia como Madrid y Cataluña pensaban como el Consejo Superior de Deportes. Pero la falta de consenso hacía imposible cualquier pronunciamiento. El público en competiciones europeas seguía en manos de los ejecutivos regionales.
Entre tanto, se han seguido disputando encuentros con público a lo largo y ancho del país. La Real Sociedad quería organizar un protocolo para sus partidos de Europa League. Incluso la Selección femenina jugó en La Cartuja con aficionados en la grada. Además, también se han podido observar diferentes cambios de criterio. Entre ellos el de la Generalitat, que confirmó públicamente que el protocolo del Barcelona para acoger afición en partidos de Champions era válido, tan solo unas horas antes de pedir el estado de alarma al gobierno de Pedro Sánchez.
La decisión final y que ha acabado con la diferencia de criterios ha llegado esta semana. No habrá público ni en Champions, ni en Euroliga ni en el resto de competiciones europeas en España. "El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado, en el marco del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), que no se permitirá la presencia de público en los acontecimientos deportivos que se celebren en España en el marco de competiciones internacionales de fútbol y baloncesto de carácter profesional", fue la conclusión del Consejo Interterritorial celebrado el miércoles.
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