Los deportes se han adaptado a las nuevas restricciones a las que se ha sometido el país en los últimos días. Los partidos de las competiciones no profesionales que finalizaban cerca de las 22:00h se adelantan, los desplazamientos se cuidan aún más y, en el caso más de extremo, se han cancelado las competiciones como en Cataluña. El siguiente paso que ya hace sombra sobre el país es el temido 'Confinamiento Domiciliario'. Una cuestión que hace tambalearse al fútbol no profesional, con la Segunda B y la Tercera División a la cabeza.
Sobre todo, estas medidas han afectado al fútbol base, que prácticamente en su mayoría está viendo como se va a parar la competición justo cuando estaba comenzando. Cataluña y el País Vasco ya tomaron esa decisión y todo apunta a que serán más las comunidades que seguirán el mismo camino teniendo en cuenta el avance de la pandemia y cómo medidas más restrictivas vienen en camino. Muchas de estas entidades van a tener un gran agujero económico ya que, si se sigue sin poder competir, tendrán que devolver unas cuotas que habían cogido una gran importancia para sus economías tras la pérdida de algunos patrocinios.
En cualquier caso, lo que se quiere evitar es la situación que, por ejemplo, está viviendo el waterpolo en Cataluña. Clubes históricos como el Sabadell o el Atlético Barceloneta, con presupuestos muy importantes y al nivel de clubes de Segunda B y Tercera División de fútbol, están viendo como las medidas que impiden practicar deporte en espacios cerrados y, por ende, en las piscinas interiores les están impidiendo competir un año más después de que se suspendiera la temporada pasada. Algunas entidades de este deporte ya temen la desaparición.
La protección que han creado diferentes entidades para que eso no suceda en las diferentes categorías del fútbol no profesional parece salvaguardar a los clubes, pero nadie quiere escuchar de parar la temporada. Ya están teniendo suficientes problemas con los aplazamientos por casos positivos, pero el sistema está funcionando ante una situación imposible de evitar. Por el momento desde Sanidad descartan los confinamientos domiciliarios, pero la situación en los países vecinos invita a pensar que, o cambian mucho las cosas, o también llegarán a España.
La RFEF trabaja
La Federación está haciendo todo lo posible para que las restricciones que se adaptarían si finalmente se permitiera a las Comunidades aplicar esta medida no afecten a los clubes que tengan trabajadores que sí son considerados profesionales por sus contratos, pero que las competiciones no están así recogidas por el CSD. Es por lo que el fútbol sala y el fútbol femenino habían presionado tanto al gobierno para conseguir ser reconocidos con esa condición que no les obligara a parar si se diera esta situación.
Desde algunos clubes con los que se ha puesto en contacto EL ESPAÑOL, han explicado que la amenaza que apareció esta semana en el caso de Asturias ha puesto las orejas tiesas a más de uno. Castilla y León está cerrando instalaciones deportivas que no sean al aire libre, siempre que no estén utilizadas por deportistas profesionales. Esa es la salvaguarda a la que se agarran como ejemplo de medidas en caso de confinamiento domiciliario.
En cualquier caso, la Federación ya incluyó en su protocolo que si se había completado más de un 50 por ciento de la competición al llegar a la fecha en la que está previsto que finalice la temporada regular tanto de Segunda B como de Tercera, se darían por buenos los resultados. Esta medida, que parecía que nunca se fuera a llevar a cabo, empieza a cobrar sentido si se tuviera que parar la temporada, por ejemplo, durante un mes.
Inglaterra y Francia
Esta circunstancia coge valor teniendo en cuenta los casos de Inglaterra y Francia, donde todo el fútbol no profesional se ha paralizado. Estos dos países han decidido confinar a su población debido a la progresión de la pandemia en sus territorios. La segunda ola del coronavirus está volviendo a poner contra las cuerdas a los gobiernos. Aquí en España se han dado entre dos y tres semanas para evaluar si endurecer unas medidas que llegarían, con casi total seguridad, a ese temido confinamiento domiciliario.
En Inglaterra, de la tercera a la quinta división de sistema de fútbol nacional quedarán paralizadas desde este jueves para que los ciudadanos se queden en sus casas y salgan solo para cuestiones esenciales. La diferencia con España estaría en el fútbol femenino, ya que las dos primeras divisiones sí están consideradas como profesionales, por lo que no se han visto afectadas por esta medida. Eso sí, los partidos de FA Cup con equipos de estas divisiones sí se mantinen, por lo que tendrán que seguir entrenando.
En el caso francés, la Federación ha decidido suspender la totalidad de las competiciones de Liga de Distritos, los campeonatos de National 2, National 3, la Segunda División Femenina y las Copas de Francia masculina y femenina hasta el 1 de diciembre. Es decir, que la máxima categoría del fútbol femenino también se ha visto incluída en esta circunstancia.
Lo que no han podido evitar son quejas desde los clubes teniendo en cuenta que ya estaban teniendo problemas para subsistir. Al menos, desde Inglaterra se impulsaron medidas para tratar de ayudar a los clubes de esas divisiones más humildes tras la anterior ola. Francia sigue pidiendo ayudas al Gobierno y a otras entidades para salir a flote. En los dos casos, esta situación no estaba prevista, por lo que parece que la crisis se agudizará entre estas entidades.
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