"Regresé a España después de ganar el Mundial sub17 y estuve en la órbita de algunos clubes en las ligas españolas, pero me pasaron por alto y ni siquiera me terminaron preseleccionando para las entrevistas". Ese es el duro relato de Emmanuel Amunike en una conversación con la BBC, donde explica lo que está sufriendo para poder encontrar un banquillo en el país. Afincado en Santander, el que fuera jugador del FC Barcelona no renuncia a su sueño de entrenar en La Liga en algún momento de su carrera como técnico.
A sus 49 años, el año pasado llevó a Tanzania a su primera Copa de África desde 1980. Después, fichó por el equipo egipcio Misr El-Makkasa, club al que ya no pertenece. Es por lo que ahora quiere dar el salto a los banquillos españoles. El nigeriano, que también llevó en 2015 a la selección sub17 a ganar un Mundial, cree que está capacitado y que se trata de una cuestión racial: "Los africanos nunca son considerados para un trabajo en este país".
Amunike pone un ejemplo. "Un equipo de Segunda División en España mostró un gran interés a través de un agente, pero, a pesar de mi experiencia de jugar en España, realizar mis prácticas para convertirme en entrenador en el país y ganar el Mundial, no quisieron confiar en mí", desvela el que fuera internacional por Nigeria. Aún así, se muestra fuerte y con ganas de seguir intentándolo. "No estoy desanimado por esta situación. Seguiré estando disponible para cualquier oportunidad que pueda venir", expresa el ahora preparador.
El nigeriano rechaza pensar que puede tener poca experiencia en el viejo continente porque no le ha llegado la oportunidad aún como una razón que legitime a los clubes a rechazar su candidatura. "Primero necesitas un trabajo para adquirir experiencia y tienes que empezar desde algún lugar. No puedes limitarte a pensar en africano todo el tiempo. Porque si eres lo suficientemente bueno para jugar en Europa, entonces debes creer que eres lo suficientemente bueno como para dirigir también en Europa", explica un Amunike que reclama su sitio en España.
Su fe
Pero todavía no pueden acabar con la fe que tiene en sí mismo. "Solo puedes seguir llamando a diferentes puertas cortésmente con la mentalidad positiva de que algún día te la abrirán. Nunca se sabe, el próximo trabajo puede ser en la liga española o en otro lugar. Estoy contento con lo que he logrado y con lo que estoy haciendo. Sólo puedo seguir siendo optimista y espero que se logre el objetivo", argumenta el exjugador.
Amunike no quiere que estas declaraciones sean entendicas como una súplica o algo parecido. "No quiero un papel simbólico, quiero igualdad de oportunidades con el resto de entrenadores", expone el africano, que seguirá intentando entrenar en España para ser justamente valorado.
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