La Junta Gestora del FC Barcelona confirmaba este jueves la fecha oficial para votar al nuevo presidente y su equipo de trabajo. Carlos Tusquets, por medio de un comunicado, fijaba en el próximo 24 de enero el día para que la masa social azulgrana acudiera a las urnas. Aún faltan muchos detalles por conocer, desde las sedes donde se podrá depositar el voto, el pacto con la Generalitat por las condiciones sanitarias y otras muchas cuestiones importantes a la hora de garantizar unos comicios seguros.
Sin embargo, lo que ya es evidente tras la confirmación de la fecha es que la nueva Junta Directiva no tendrá nada fácil realizar fichajes. Y es que el 24 de enero, siempre y cuando las elecciones se celebren en un mismo día, dejaría menos de una semana a la nueva cúpula del Barcelona para acudir al mercado de fichajes. El proyecto, salvo que se estructure de forma exprés y con prisas en las negociaciones, no podrá comenzar en enero y tendrá que esperar a final de temporada.
Todos los avances que pretendían iniciar las candidaturas aspirantes a presidir el club, por lo tanto, se verían obligadas a pausarse hasta dentro de unos meses. Y, con ello, la nueva etapa del Barcelona también sufriría un notable retraso con media temporada por delante y la presión y necesidad de ganar títulos. Ya sea la Champions, La Liga o la Copa del Rey. Koeman, si es que sigue, lo necesita.
Porque, si en alguno coinciden las candidaturas, es en la necesidad de fichar nuevos jugadores. Algo que se preveía realizar este mismo verano, pero que por las complicaciones económicas del club, la falta de ventas y las duras negociaciones con el resto de entidades no se llegó a poder cumplir. Pero, más allá de ese fracaso en el mercado, Ronald Koeman ha insistido en la necesidad de reforzar la plantilla.
El técnico holandés ha hecho hincapié en las incorporaciones a acometer tanto en defensa como en ataque. Y todo antes de que Ansu Fati se lesionara de gravedad y provocara la primera gran baja de la temporada en el conjunto azulgrana. Eric García, jugador del Manchester City, y Memphis Depay, atacante del Olympique de Lyon, son los objetivos. En ambos casos se intentó cerrarlos en verano, pero no hubo acuerdo. Y, de la misma manera, también se mostró cierto optimismo por poder incorporarles en invierno. Con menos de una semana, la nueva Junta Directiva tendrá que lograrlo.
Y es que, salvo cambio de última hora, la Comisión Gestora que manda en el FC Barcelona no puede fichar jugadores. En 2015, antes de que Bartomeu certificara su poder, la Gestora lo hizo y ya generó gran controversia. Una situación de tensión que se repetiría en esta ocasión, pues varios de los candidatos ya han mostrado su enfado por la fecha electoral y las dificultades para fichar cuando el mercado se cierra el 1 de febrero.
Los estatutos, muy claros en cuanto a fechas se refiere, también parece zanjar cualquier tipo de duda sobre las capacidades de la Gestora. Rubricados en 2018, especifican que la Junta Gestora que se hace cargo del club tras la dimisión de la Junta Directiva tiene "las funciones de gobierno, administración y representación que competen a la Junta Directiva, pero limitadas a los actos necesarios e imprescindibles para el mantenimiento de las actividades normales del club y la protección de sus intereses". Fichar, por lo tanto, no sería ninguna actividad normal para el funcionamiento del club. Del 4 al 24 de enero no se podría cerrar ningún contrato.
Dificultad económica
El movimiento de la Gestora parece intencionado. La fecha del 24 no era ni mucho menos la esperada y todos los candidatos preveían que se pudiera celebrar antes. Según las previsiones, a mediados de enero dejando medio mes de acción en el mercado a la nueva Junta Directiva. Pero, contra todo pronóstico, esa fecha no ha sido la escogida.
Además, llama la atención dado que la tradición es votar en día de partido en el Camp Nou. Si bien suele favorecer el hecho de que haya afición y en esta ocasión no la habrá, se rompe esa costumbre de que las elecciones se celebren en jornada en la que el Barcelona juega como local. Los de Koeman se la jugarán en Elche.
Casualidad o no, evitar fichajes en el Barcelona cumple con una de las principales funciones de la Gestora, que no es otra que mantener la economía del club. Y, dadas las circunstancias, se está convirtiendo en la principal acción de los actuales dirigentes del club. Los números que dejó Bartomeu no eran buenos y la Gestora está teniendo que llevar a cabo las negociaciones por una adecuación salarial que impulsó Bartomeu.
Tras finalizar el plazo, no hay acuerdo entre club y jugadores. Una de las razones, que además dificultó la negociación, es el hecho de que se hablara con la Gestora y no se esperara a hacerlo con la nueva Junta Directiva. Entre los jugadores surgió ese desacuerdo y la realidad es que, en caso de que se cierre un acuerdo, el nuevo presidente tendrá que asumir unos números que él no ha cerrado. Tanto para el presente como para el futuro.
Fantasmas pasados
2015. Una Comisión Gestora mandaba en el Barça a la espera de que llegara un nuevo presidente. Bartomeu sería el ganador y alargaría su mandato hasta este 2020, que acabó con una dimisión y numerosas críticas entre jugadores y aficionados. Por aquel entonces, el tema de los fichajes también estuvo encima de la mesa.
El Barcelona no esperó a las celebraciones y la Gestora tomó dos decisiones muy protestadas por todos los precandidatos. Vendió a Deulofeu a la Premier League y gastó cerca de 35 millones de euros en el fichaje de Arda Turan. Dos operaciones que, en función de los estatutos, tampoco sería determinante para mantener el buen funcionamiento del club. Esa situación podría darse nuevamente en este enero, aunque no se prevé que la Gestora acometa incorporaciones después de negociar una adecuación salarial con los jugadores. Y más si esta no prospera.
Deulofeu, tras salir en 2015, regresaría al Barcelona en 2017. Arda Turan, por su parte, abandonaría el club sin grandes éxitos ni buen rendimiento, se marcharía cedido en 2018 sin volver a pisar la entidad catalana. Enero de 2021 se debate entre volver al pasado o mirar al futuro.