Ser Leo Messi no debe ser nada fácil. A cambio de recibir el don de jugar como los ángeles al fútbol, tiene que cargar con una responsabilidad tremenda que muchas veces le desborda y provoca que todos los proyectos que giran a su alrededor se caigan cuando él no puede más. El argentino no es infinito y ahora que sabe que su final está cerca, entiende menos que toda la responsabilidad siga cayendo sobre su figura.
En el Barça todos dependen de Messi y sufren cuando él ya no alcanza su máximo nivel. Sin embargo, de vez en cuando, se pueden ver algunos brotes verdes de cierta regeneración para compartir esa responsabilidad con la que el '10' lleva cargando durante más de una década.
Los Ansu Fati, Pedri o Trincao deben dar un paso al frente para liberar a un Messi en la recta final de su carrera de tantas responsabilidades. El extremo español era quien mejor lo estaba haciendo hasta su lesión, pero ahora Messi ha perdido a su mejor aliado dentro del campo, visto que la relación con Griezmann sigue siendo desastrosa y que el francés no termina de encontrar su hueco en el Barça.
Sin embargo, si en el FC Barcelona está siendo complicada esa división o ese traspaso de poderes, en Argentina ya es una completa quimera. Por ello, muchos siguen esperando al mejor Messi, el cual ya ofreció sus mejores días de fútbol y sus mayores exhibiciones, a pesar de que todavía le queden grandes momentos en sus botas.
La comparación entre Messi y Maradona sigue haciendo mucho daño al jugador criado en La Masía, pero, además, ha surgido ahora un nuevo debate en torno a la figura del jugador del Barça. Se trata de su edad, y es que Leo ya no es un chaval y en Argentina lo saben y creen que ahí está el principal problema de su rendimiento este año.
Críticas en Argentina
Por ello, Messi intentó encajar como pudo la incómoda pregunta de un periodista tras la victoria de la albiceleste ante Perú donde le hacía referencia a su edad y a que ya no tenía 25 años para hacer las cosas que hacía antes. Leo, elegante, salió como pudo de la encerrona, aunque su cara evidenciaba que estaba alucinando con la pregunta.
Así comenzaba el periodista: "Escuché mucha prensa argentina en la semana y hay muchos comentarios. Algunos dicen 'Argentina intenta, pero Messi retrocede demasiado para llevar la pelota y ya no es tan chico como cuando tenía 25 años'. ¿Tú cómo te sientes y qué le quieres dar todavía a la selección argentina?".
Messi, que aguantó el tipo como pudo, respiró hondo tras el ataque sufrido y respondió: "Yo si vengo aquí es porque intento dar el máximo. Me veo capacitado para poder hacerlo y ayudar a este grupo y seguir peleando por la camiseta. Me siento bien y si el técnico decide que esté voy a estar y si no, no. Me siento bien para seguir viniendo con este grupo y sumar partidos y victorias como esta".
De esta forma salió Messi de un complicado encontronazo en el que se ponía en duda, ya no solo su calidad o sus decisiones sobre el campo, si no también su edad y su rendimiento a pesar de que Argentina siga sin un líder que pueda sustituir al crack del Barça o que pueda liderarles.
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