La situación que atraviesa la selección de Colombia no es buena: ni ganan ni convencen. Las críticas no se han hecho esperar y tanto algún jugador, como el mismo seleccionador, están en el centro de los focos. Al técnico le quieren cesar y a los jugadores no volver a verles con la elástica nacional. Hasta ahí podría ser la historia de cualquier equipo de fútbol, bien a nivel de clubes o de selecciones.
Sin embargo, tras los dos últimos tropiecos del equipo cafetero, los medios del país han comenzado a desvelar diferentes pugnas subidas de tono en el seno de la selección. Se ha llegado a las manos, según las informaciones que han dado diferentes medios colombianos. El vestuario está dividido y se han filtrado varios nombres como posibles cabecillas de ambos bandos.
James Rodríguez sería el rostro representativo de una de estas partes. Al del Everton le acusan de favoritismo, de ser la mano derecha del seleccionador, de escapar de cualquier criba que el técnico pueda hacer tras perder por 0-3 ante Uruguay y 6-1 contra Ecuador. Resultados que les deja con cuatro puntos frente a los 12 de la líder Brasil y los seis de Uruguay, quinta clasificada y que tendría opciones de clasificarse.
Según Caracol Radio y Blu Radio, James llegó a las manos con Lerma. Otros medios lo extienden a Davinson Sánchez. E incluso RCN Radio asegura que en Barranquilla, donde se disputó el primer duelo del parón, ya hubo conflicto entre el volante del Everton y algunos compañeros. James lo desmiente.
Dos comunicados
La noticia no tardó en extenderse a nivel mundial. James ha pasado por España, Alemania e Inglaterra, por lo que el interés en los tres países era evidente. Pero, teniendo en cuenta que se trataba de un jugador emblemático de la selección de Colombia, los supuestos sucesos cobraron mayor relevancia. Por todo ello, James Rodríguez no tardó en reaccionar y rompió su silencio con un comunicado oficial.
Eran las 22:15 hora española del jueves. James emitía una nota en sus redes sociales negando la mayor y advirtiendo a los periodistas colombianos que habían dado la exclusiva que iba a tomar acciones legales. El cafetero desmentía haber protagonizado ninguna pelea en el vestuario, remarcaba que debían estar más unidos que nunca y denunciaba que se estaba empleando su nombre para dividir a la seleccción en los tiempos más complicados.
"Necesitamos despejar todo tipo de dudas sobre lo que representa la armonía y el ambiente en el vestuario, que aunuqe se encuentra afectado desde lo anímico, jamás ha pasado al conflicto entre nosotros sus miembros", aseguraba James en este comunicado oficial horas después de que la noticia de la supuesta agresión se extendiera por medio planeta.
Algo menos de una hora después, a las 23:04, la selección de Colombia salía a respaldar a James Rodríguez con otro comunicado oficial. La tardanza en desmentir las informaciones, y la similitud de horas escogidas por ambas partes, llamaron la atención. La Federación, aunque intentó despejar dudas, no lo hizo.
"No son ciertas todas las versiones que aseguran que hubo enfrentamientos y agresiones entre jugadores durante los días de concentración". "Queremos ser enfáticos en que durante los 12 días de concetración se mantuvo, al igual que siempre, un ambiente de cordialidad, compañerismo y amistad". "Rechazamos cualquier tipo de información falsa que solo pretende generar conflictos y desestabilizar la armonía", fueron algunos de los titulares de su comunicado.
Javier Hernández Bonnet, periodista de Canal Caracol y que informó del conflicto, no se ha echado atrás ante las advertencias del jugador de acudir a los juzgados. "Tengo los chats. La Federación sabe que es cierto", ha replicado tras el comunicado de James. El resto de jugadores mantienen silencio.
La relación James-Queiroz
El veterano técnico se hacía con los mandos de la selección de Colombia el 7 de febrero de 2019. No tenía una tarea fácil y debía ganarse la confianza de jugadores y aficionados sin ser natural del país, algo que en el aspecto de las selecciones suele generar algo de controversia. Y más sucediendo en el cargo -previa estancia de Arturo Reyes- a Pékerman, a quien muchos reclaman ahora para reconducir al camino del éxito al equipo nacional.
Una de las primeras promesas de Queiroz fue contar con James todo lo posible. Le veía como el líder idóneo del equipo nacional. Con calidad, con experiencia y, sobre todo, con la capacidad de mover a las masas. Era el referente en el vestuario y en la grada. "Cuando estás en la élite te tienes que sacrificar", aseguró Queiroz cuando tomó posesión. "Alrededor de James se armará el equipo, es el alma del equipo", sentenció.
La idea estaba clara: el seleccionador debía establecer una buena relación con James. Lo que pasa en la mayoría de selecciones y clubes. El técnico recién llegado debe ganarse al peso pesado del vestuario. James jugó todos los amistosos disputados, e hizo lo propio durante la Copa América de 2019, donde se fue sin marcar pero dando dos asistencias. Colombia quería llegar lejos, pero se tuvieron que conformar con unos octavos de final donde Chile, en los penaltis, les expulsaría.
Suponía el primer gran tropiezo del proyecto de Queiroz. Ahora había que recomponerse. Al igual que Colombia, James sufriría su particular crisis. El jugador, ya en el Real Madrid, se perdió seis partidos amistosos con el equipo nacional. Cuatro de ellos por dos diferentes lesiones. Los restantes, por decisión del propio seleccionador.
Las dudas sobre el papel que el técnico le iba a dar a James empezaban a brotar. La promesa de que fuera el alma del equipo se estaba desmoronando. Sin minutos en Madrid, James perdía y mucho para acudir con Colombia. El seleccionador hasta se vio obligado a desmentir que la no convocatoria del mediocentro fuera petición del jugador. "Los jugadores que están aquí son los que creo que son y es importante consolidar los nuevos valores del equipo nacional. Para eso necesito oportunidades y necesito tiempo", sentenció Queiroz acerca de la ausencia de James.
En febrero de 2020, el técnico viajó a Madrid para reunirse con el colombiano y conocer así, de primera mano, su situación en el equipo de Zidane. Entonces llegaría el parón por la Covid-19, su salida de la capital y su fichaje por el Everton, donde se ha erigido líder del conjunto de Ancelotti y revelación de la Premier. Desde entonces, los cuatro partidos oficiales de Colombia los ha disputado como titular. Eso sí, con dos derrotas, un triunfo y un empate que forman parte de la crisis que vive el conjunto colombiano.
Los altibajos entre Queiroz y James son evidentes. El favoritismo del que se acusa al mediocentro, siguiendo el historial de ambos, no queda del todo contrastado. En las próximas semanas, sin embargo, todo podría cambiar con el cese del técnico.
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