El corazón del '10' se paró para siempre. Dijo basta. Diego Armando Maradona (30 de octubre de 1960, Lanús, Argentina) murió a causa de una parada cardiorrespiratoria este miércoles 25 de noviembre de 2020 en la localidad de Tigre, en la provincia de Buenos Aires.
La salud de Maradona preocupaba desde hacía años, pero especialmente en las últimas semanas. 'El Pelusa' se encontraba en un proceso de recuperación tras su última operación, una compleja cirugía en la cabeza, a principios de mes en la Clínica Olivos de Buenos Aires.
Tras más de una semana en la clínica fue trasladado a su casa y estaba recibiendo todo tipo de cuidados y era controlado en todo momento. Sin embargo, este episodio ha acabado trágicamente con su fallecimiento tras sufrir una parada. El astro argentino falleció en su casa del Barrio San Andrés y desde que se conoció la noticia el mundo del fútbol y del deporte llora su pérdida.
Hablar de Maradona es hacerlo del ídolo y del villano. Del yin y del yang. Una estrella con pies de barro que se vino abajo por su mala cabeza, sus malas compañías y sus adicciones a las drogas y al alcohol. Diego nunca quiso ser un ejemplo para nadie, pero fue devorado por el mito.
El culmen de su carrera futbolística llegó en México 1986. Difícil recordar una exhibición igual que llevó a Argentina a conseguir su segundo y, hasta ahora, último Mundial. El nivel mostrado por Maradona en aquel torneo es el más alto visto jamás. Ni el propio Diego consiguió después igualarlo.
'El Pelusa' fue la primera estrella del fútbol mundial a niveles de ingresos por publicidad. Fue el pionero, traspasó fronteras y su vida se convirtió en un acontecimiento narrado diariamente. Preso de la fama, comenzó a subir y a bajar convertido en una montaña rusa andante.
El legado de Maradona son goles, regates y toques imposibles de virtuoso, pero también escándalos, excesos, dopaje y la peor cara del deporte. Tan amado como futbolista como criticada su persona.
Diego Armando fue el quinto hijo de Doña Tota y Don Diego de los ocho que tuvo el matrimonio y el primer varón. Se crio en Villa Florito, una de las zonas más abandonadas de la provincia de Buenos Aires, pegado a una pelota de cuero.
Sus buenas dotes le llevaron a fichar por 'Las Cebollitas', un equipo filial de Argentinos Juniors. Con una carrera meteórica, 'El Pelusa' debutó con 15 años en Primera División. Su fútbol descarado conquistó a todo el mundo y llamó la atención de un Barcelona en el que José Luis Núñez estaba en la presidencia.
El club azulgrana entonces estaba muy lejos de su nivel y grandeza actual y busca contratar a Maradona para dar un giro la historia. El Barça consigue un acuerdo con Argentinos Juniors en 1980, pero no tenía el visto bueno de la dictadura militar.
Finalmente, el Barcelona negocia y deja a Diego como cedido en Boca Juniors durante dos temporadas. Allí, en La Bombonera, logró ascender al olimpo del fútbol definitivamente y consigue una Liga.
Ya en 1982 aterriza en El Prat en medio de una gran expectación. Solo hay que mirar lo que llegó a pagar Núñez por su traspaso: 1.200 millones de pesetas. Para hacer una comparación con la época, el fichaje más caro de entonces en verano podía estar en torno a 100 millones. Su salario en el Barcelona: 120 millones.
Sin embargo, su etapa como azulgrana estuvo llena de vaivenes. Una hepatitis cortó su juego durante varios meses en su primera temporada y una entrada de Andoni Goikoetxea le rompió el tobillo en septiembre de 1983.
Su último partido en el Barça fue la famosa final contra el Athletic que terminó en una batalla campal y en la que Maradona agredió a Miguel Ángel Sola. Esta acción le costó una sanción de tres meses por la Real Federación Española de Fútbol y fue el principio del fin a su etapa en la Ciudad Condal.
Núñez accedió a venderlo y Maradona se marchó a Nápoles, ciudad que supuso el punto de inflexión en su vida. El argentino reconoció después que su salida del Barcelona estuvo motivada también por razones económicas, ya que su agente, Jorge Czysterpiller, había realizado una pésima gestión de su fortuna.
En Italia consiguió hacer campeón al Nápoles, se convirtió en el Dios de la ciudad de la mafia y descendió a los infiernos. Dos Serie A, una Copa, una Supercopa y una Copa de la UEFA fue su botín en el Calcio. El club sureño estaba lejos de las grandes potencias del norte, sin embargo, con Maradona logró tocar el cielo
El '10' muy identificado con la ciudad de Nápoles, rechazó una mareante oferta de Berlusconi para fichar por el Milan y renovó con los azzurri hasta 1993 a cambio de cinco millones de dólares por temporada.
El Mundial de México
En medio de su época napolitana, Maradona conquistó el Mundial de México y subió a los altares del fútbol. Su nivel, sus goles y su liderazgo hicieron a Argentina campeona. Cualquiera, aficionado o no al deporte rey, ha visto alguna vez 'La mano de Dios' o el denominado mejor gol de todos los tiempos a Inglaterra.
La fecha del 22 de junio de 1986 queda para el recuerdo con la voz de Victor Hugo Morales mientras el '10' iba superando ingleses por el camino. El "¡siempre Maradona!", el "¡barrilete cósmico!" y el "¡gol!" final son ya la melodía de una jugada para la Historia.
Ese encuentro de cuartos de final, con sus tantos en los minutos 51 y 55, fue su obra cumbre. Los dichos penaltis contra Bélgica privaron a España de enfrentarse a la Argentina de Maradona en semifinales y vivir, sin lugar a dudas, uno de los partidos que hubieran pasado a la historia del fútbol nacional.
La exhibición del '10' continuó ante Bélgica y en la gran final contra Alemania. La Albiceleste ganó 3-2 el partido por la corona mundial y con ello nació el mito de Diego Armando Maradona.
El del Mundial del 86 fue la segunda participación de 'El Pelusa' en el gran torneo de selecciones. En 1978 se quedó fuera por participar en el Mundial Juvenil y en el 1982 fue apeado y desquiciado por Brasil.
Sin embargo, Maradona también conocería el dolor de perder una final en un Mundial. Jugó infiltrado tras una patada toda la fase final de Italia 90 y no pudo brillar como en México, lo que provocó que Alemania se vengara ganando el título por 1-0 gracias a un gol de penalti de Brehme.
Caída al infierno
El mejor Maradona ya nunca se volvería a ver y es que a continuación llegarían sus escándalos por cocaína. El 17 de marzo de 1991 dio positivo en un control antidopaje tras un partido contra el Bari que le costó una sanción de 15 meses.
Diego decidió entonces regresar a Argentina y allí recibiría un nuevo mazazo al ser pillado por la policía en posesión de cocaína. El problema del '10' con esta droga le perseguiría durante el resto de su vida y fue condenado a 14 meses de prisión en suspensión.
Tras cumplir con su sanción, Maradona regresó al fútbol en España. Diego Armando aterrizó en el Sevilla siendo ya una caricatura de aquel jugador que deslumbró en México. A pesar de estar pasado de 'kilos', seguía destilando calidad en cada acción aunque su físico ya no le acompañaba para dominar como antes.
Su carrera estaba en claro retroceso y lo confirmó al volver a Argentina. Fichó por Newell's, pero su paso por allí fue anecdótico en cuanto a resultados y rendimiento. Sin embargo, la mala situación de la selección hizo que se ejerciera una gran presión para su retorno a La Albiceleste.
Argentina consiguió el pase al Mundial de 1994 con Maradona en sus filas al ganar a Australia y el '10' fue convocado por Alfo Basile para la cita de Estados Unidos. En el debut ante Grecia, 'El Pelusa' consiguió su último gol en un Mundial. En la segunda jornada, después de enfrentarse a Nigeria, Diego volvió a dar positivo en un control antidopaje y su historia como jugador terminó ahí.
Maradona acabó retirándose en Boca Juniors después de disputar solo 30 partidos entre 1995 y 1997. La leyenda continuaba, pero el futbolista se había apagado mucho antes a causa de las drogas.
Durante el tiempo que duró su sanción por dopaje en el Mundial de 1994, Maradona comenzó su carrera en los banquillos. Sin embargo, nunca conseguiría los éxitos que tuvo como jugador. Tampoco como seleccionador, oportunidad que le llegó para dirigir a La Albiceleste en el Mundial de 2010.
Diego se convirtió en la esperanza de llevar la Copa del Mundo de nuevo a Argentina y para ello contaba con una gran plantilla comandada por su sucesor Leo Messi. Alemania, su bestia negra particular, volvió a cruzarse en su camino con una goleada (4-0) que significó su adiós como seleccionador.
Los últimos años ha dejado imágenes pintorescas en los banquillos de Dorados de Sinaloa o Gimnasia y Esgrima La Plata, equipo del que era entrenador cuando fue a esa revisión en la que se detectó el hematoma subdural.
La polémica también perseguirá a Maradona tras su muerte ya que, cuando salió de la clínica, fue el propio Diego el que firmó un consentimiento para recibir el alta en contra de la voluntad de los médicos. Y es que así fue 'El Pelusa' en vida: tan extraordinario con los pies y tan mala cabeza.
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