Las elecciones del FC Barcelona cogen un nuevo color esta semana. Joan Laporta presentará su candidatura este lunes, quizá con algún anuncio que podría sorpender a más de uno. A pesar de la situación económica del club, más aliviada tras la noticia de la negociación salarial con los jugadores, los nueve precandidatos ya confirmados pondrán sobre la mesa a partir de este 30 de noviembre todas sus propuestas para hacerse con el control de la entidad azulgrana.
Con la fecha del 26 de enero marcada en rojo en el calendario, los que aún no habían hecho oficiales sus candidaturas tendrán en estos días su foco particular. Además de Laporta, Victor Font, Jordi Farré, Toni Freixa, Agustí Benedito, Lluis Fernàndez Alá, Xavi Vilajoana, Emili Rousaud y Pere Riera buscarán las firmas necesarias para entrar en el proceso electoral definitivo. Aún podría unirse otro precandidato más a la fiesta, pero Juan Rosell podría echarse atrás.
Con el calendario más o menos claro y los protagonistas de esta batalla en liza, ahora comenzará la guerra de los nombres, pero sobre todo de los proyectos. Los aficionados culés están más por la labor de conocer cómo piensan subsanar la situación económica del club antes de que les hablen sobre Haaland, Mbappé, Neymar o cualquier otro futbolista. Lo importante en estas elecciones es dar una confianza que la directiva de Josep María Bartomeu perdió.
Vuelve Laporta
El abogado que cambió el FC Barcelona en este siglo está de vuelta. Después de un intento deprisa y corriendo en 2015, Laporta vuelve a intentar ser presidente del club de sus amores. Este lunes presenta su candidatura para coger una entidad en una situación similar a la que se encontró cuando en 2003. También se enfrentó a un gran número de candidatos, como apuntan estas elecciones, pero su gran ventaja es que en esta ocasión será el más carismático.
Después de las Champions con Rijkaard y Guardiola, de la exposición del mejor Barça con el sextete de 2008 y de aguantar una moción de censura, sus diferencias con Sandro Rosell y algunos movimientos mientras estaba al cargo del equipo fueron dilatando su carrera en la presidencia. Eso sí, la sociedad catalana apoyaba su presencia al frente del club debido a que, con sus éxitos deportivos, enarbolaba la bandera de Cataluña por el mundo.
Independentista, confeso además por su experiencia política después de salir del club en 2010, y excéntrico, vuelve al ruedo del fútbol con el movimiento de Mateu Alemany para la dirección deportiva. Xavi seguirá teniendo un papel muy importante, aunque se le vincule a la candidatura de Font, el rival a batir para estas elecciones. Lo más importante será ver cómo reestructura económicamente el club, ya que difícilmente podrá hacer contrataciones con la situación que heredaría de Bartomeu.
Font, alumno aventajado
Víctor Font ha sido el más crítico con la gestión del club en los últimos tiempos y enarbola la bandera de evitar que el Barça se convierta en el nuevo Milan. La situación económica le preocupa mucho y dice tener un plan para aplacar la crisis en la que se encuentra inmerso el club.
En lo deportivo, como la mayoría, cree que la figura de la cantera debe ser cuidada con más atención teniendo en cuenta los casos de Riqui Puig, Marc Cucurella o, sin ir más lejos, un Eric García que ahora está tratando de volver. Además, confía en convencer a Messi para que sea un sello de la identidad.
Es el que más ha hablado sobre su proyecto. La figura de Xavi se ha establecido como clave, pero la realidad es que tampoco ha negado que pudiera ir con otro proyecto a la vez. No ha desvelado si sería como entrenador o como director deportivo dentro de esa estructura que quiere establecer. Ya ha presentado entre su equipo a Antoni Bassas y al doctor Ramón Cugat.
Lleva siete años detrás de este proyecto, pero la candidatura de Laporta y la suya guardan muchas similitudes que le pueden perjudicar. Su comunicación ha sido un poco confusa en las últimas fechas desatando la polémica con Antoine Griezmann, estableciendo una postura con respecto al independentismo no demasiado clara y contradiciéndose a la hora de explicar qué hará con el actual entrendor.
Farré y su moción
Después de no pasar el corte de las firmas en 2015, este año cuenta con el impulso que le ha dado la moción de censura contra Bartomeu. En EL ESPAÑOL dijo tener un plan para Leo Messi con el que espera convencer al argentino. De hecho, su intención es plantearle al argentino un contrato sin duración, para que cuando quiera se pueda ir a su país para retirarse y luego regresar a ser la imagen de la entidad. Todo esto planea enseñarlo de forma oficial el próximo miércoles 9 de diciembre.
Tendrá que correr para plantearle esa propuesta al argentino ya que desde enero podrá firmar por otro club. También para buscar algún fichaje ya que cree que a Koeman le hacen falta jugadores, por lo que deseaba que estas elecciones fueran en diciembre y que la nueva Junta pudiera satisfacer las necesidades del neerlandés.
En cuanto a su propuesta financiera, considera que un patrocinio de Cataluña podría ser perfectamente el principal del club, certificando esa tendencia independentista que ha mostrado en varias ocasiones. Dice que hace falta cerrar el círculo que comenzó en 2003, vinculando a los otros favoritos con el mismo movimiento que se abrió con Laporta y han continuado Rosell y Bartomeu. Además, quiere llevare al Barça de balonmano a jugar la liga alemana o la francesa.
Freixa, ¿continuista?
Es el que más ha aparecido en público de todos los candidatos en los últimos años. El que ya estuviera enrolado dentro del club en la Junta de Laporta y más tarde como portavoz durante la etapa de Sandro Rosell y Bartomeu ha defendido las formas de Bartomeu en cada movimiento que ha hecho. Junto a Vilajoana, es lo más parecido que hay a un candidato continuista. Es por lo que cree que Ronald Koeman debe seguir siendo el entrenador del club cuando llegase al poder.
No ha querido desvelar ningún miembro de su nuevo proyecto hasta que no estuvieran consolidadas las elecciones conociendo a todos los precandidatos y la fecha fuera completamente fija. No cierra la puerta a pactar con otros candidatos a pesar de la confianza que tiene para conseguir las firmas. Ya lo hizo en 2015 en unas elecciones en las que quedaría en cuarto lugar.
Con 'Fidels al Barça', pretende dar el paso de liderar al club después de conocer las entrañas del club en esas dos etapas previas. Defiende el proyecto del Espai Barça, cree que todos los candidatos se deberían reunir con Tusquets para hacer la planificación del mercado de invierno, aunque ha asegurado que él no volverá a intentar fichar a Neymar, y se ha puesto del lado de la tendencia que señala a la entidad a favor del movimiento independentista.
Otro intento de Benedito
En 2010 solo fue superado por Rosell, mientras que en 2015 fue tercero tras Bartomeu y Laporta. De hecho, para esas elecciones tenía apalabrado con Koeman el banquillo del Barça. Por ello, es uno de los más experimentados junto a Laporta al contar en su bagaje con dos elecciones en la última década. En su contra tiene el intento fallido de moción de censura contra Bartomeu en 2017, cuestión que si consiguió Farré. De hecho, ha dicho que será su último intento.
Va en una línea diferente a la de los otros candidatos. No cree que vaya a ser fácil convencer a Messi, de hecho su idea es que hay que asumir que se va a marchar. Benedito no es de los que quiere a Xavi en el banquillo, ya que estima que primero debería de hacer el mismo camino que Luis Enrique y Guardiola: pasar por el filial. Por si fuera poco, también considera que el Espai Barça no se va a terminar.
Cree que solo Laporta, Font, Freixa y él mismo conseguirán las firmas necesarias, dejando fuera de la ecuación al resto. Ha declarado varias veces que le pidieron encarecidamente que en 2015 uniera su proyecto con Laporta y no ha descartado en ningún caso que se vaya a producir alguna unión. Teniendo en cuenta que es su última bala para estar en la directiva, no sería de extrañar.
Alá, el independentista
Sin duda es el candidato más politizado, aunque Laporta también le pelea esa cuestión. Socio desde toda la vida, Fernàndez Alá tiene un bagaje político que le asocia a al independentismo. Fue candidato a la alcaldía por Sant Cugat del Vallès con Demòcrates per Catalunya. También admite haber sido militante de Unió, la rama más independentista de Convergència. De hecho, no ha ocultado que con él como presidente el Barça defenderá la independencia del territorio.
Anunció su candidatura en mayo, por lo que lleva mucho tiempo detrás de este proyecto que lleve estabilidad al club. Ha desvelado que su director financiero ha estado trabajando para empresas que facturan más que el Barça, por lo que su implicación con presentar una solución a la crisis por la que pasa el club ha sido muy relevante. Eso sí, su piedra angular será La Masía.
Confía en convencer a Messi con "un proyecto ganador", cree que hay jugadores en el club que por edad ya no deberían estar vinculados a la primera plantilla, cree que la entidad debe tener más peso en organismos como UEFA, colocaría a García Pimienta como primer entrenador y ha presentado otros dos nombres para la estructura deportiva: Carlos Sarto como director de La Masia y Alber Benaiges como director del fútbol base.
El polémico Vilajoana
Entre los candidatos se han colado dos que han estado recientemente en la estructura de Bartomeu. Uno es Xavi Vilajoana que es el más continuista de los dos, aunque dejó claro que lo primero que haría sería "abrir las ventanas". En ese intento por desvincularse en parte de la anterior Junta, también ha explicado que está de acuerdo con muchas cosas que se hicieron. Fue el máximo responsable de La Masia en esta última experiencia.
Diferencia su candidatura basándose en que ha vivido como jugador y como directivo la experiencia de estar dentro del club, cuestión que no ha hecho ningún candidato más. Confía en bajar la masa salarial del club hasta que nunca sobrepase el 50 por ciento, ha declarado que no le interesa tanto la cuestión política y que quiere un club al servicio del socio, independientemente de su condición. Cree que su ventaja también es que sabe todo lo que no se ha hecho bien en la última etapa.
El delfin Rousaud
El azote de Bartomeu después de que surgiera el 'Barçagate' estará en estas elecciones. Fue uno de los que salió de la Junta tras este escándalo insinuando que alguien había "metido la mano en la caja". A pesar de desvincularse del equipo de Bartomeu, también considera que durante esta etapa en el club también hizo bastantes cosas bien a las que habría que darle continuidad.
Jaume López será la cabeza visible de su campaña a la presidencia, el mismo que llevó a Sandro Rosell a ese puesto en 2010. También aplazará el plan del Espai Barça y ha dejado caer que tienen un fichaje "que no dejará a nadie indiferente", aunque considera que necesitarán dos años para reestructurar la situación económica del club. Aún así cree que habrá un equipo con la calidad suficiente para ganar la Liga y la Champions.
Riera, el desconocido
Sin relación con otras juntas y, quizá, con el cartel del más desconocido, se presenta Pere Riera. Este empresario del sector químico e inmobiliario quiere "levantar alfombras", es decir, quiere destapar todo lo que ha pasado en los últimos meses en el club para depurar responsabilidades. A pesar de su inexperiencia, este candidato pretende cambiar la entidad y, sobre todo, que los que han provocado la grave crisis por la que pasa el Barça paguen por ello.
¿Uno más?
Se daba por hecho que Juan Rosell se iba a presentar a las elecciones. Tras dejar la presidencia de la CEOE en 2018, este experimentado empresario que ha estado en los consejos de Siemens, Endesa, Caixabank o PortAventura había asegurado que buscaría esas 2.257 firmas que hacen falta para entrar en la terna por la presidencia. El patrono de la Fundació FC Barcelona y socio del club como toda su familia apuntaba a la carrera después de sondear la posibilidad de presentarse en los procesos de 2010 o de 2015.
Había tenido conversaciones con expresidentes en los últimos meses e incluso dispondría ya de un lugar físico donde establecer la sede desde la que moverá la campaña. Aún así, en los últimos días su entorno ha filtrado que hay posibilidades de que no haga oficial su proyecto. La situación económica sería la gran traba que ve Rosell como para poder hacer realidad su proyecto. De hecho, según explican, creen que el Espai Barça no se podrá terminar. Esta semana será clave para conocer su decisión.
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