Quique Setién ha optado por acudir a la Justicia para acabar con la etapa más complicada de su carrera profesional. El técnico cántabro, destituido hace meses como entrenador del FC Barcelona, ha demandado al club catalán por el impago de su contrato. Setién firmó hasta 2022 y con una cláusula electoral por la que, en caso de seguir en el puesto, la Junta Directiva entrante podría resolver su contrato al finalizar la 2020/2021. Tras el fracaso en su primera y única media temporada, Bartomeu le cesó y sin seguir posteriormente los procedimientos legales oportunos.
Por ello, Setién y sus abogados han procedido a demandar al Barça por no haber realizado los pagos pertinentes, según ha adelantado Catalunya Radio. El primer aviso llegó el pasado mes de septiembre, cuando el primer entrenador y sus ayudantes emitieron un comunicado conjunto y que era muy duro contra el club catalán. En él indicaban que la comunicación era nula y que habían puesto en manos de un equipo legal todo el asunto.
"Tras un mes de absoluto silencio por parte de la directiva del FC Barcelona, y tras diversos requerimientos por nuestra parte, no es hasta el día de ayer (16 de septiembre) cuando recibimos al fin las primeras comunicaciones oficiales, mediante burofax. Dichas comunicaciones revelan la clara intención de la directiva de no cumplir con sus contratos laborales de fecha 14/01/2020", explicaron por aquel entonces.
La comunicación les llegó "sin liquidación alguna" y, meses después, en el caso de Setién todo sigue igual. El exentrenador, que ya adelantó que tomaría las "acciones legales correspondientes", ha movido ficha ante la entidad. La situación en el club es muy diferente: Josep Maria Bartomeu no sigue la frente del Barcelona y en enero habrá elecciones para confirmar la nueva Junta Directiva.
Además, llama la atención que con el entrenador no se haya llegado a un acuerdo. Este pasado viernes, Eder Sarabia, segundo entrenador de Setién en el Barcelona y uno de los afectados por la falta de comunicación del Barcelona, confirmaba que los ayudantes del cántabro ya habían solucionado su situación.
"Después de más de tres meses, por fin, hoy Fran, Jon y yo hemos podido resolver la relación contractual que, incomprensiblemente, aun nos vinculaba con el FC Barcelona", anunció por medio de un comunicado donde recalcaba que no era el acuerdo que les "correspondía" pero que aceptaron "para terminar con la degradación" que estaban sufriendo.
Crisis económica
El caso de Quique Setién no es más que un nuevo conflicto del Barcelona a nivel económico y judicial. Las cuentas que dejó la pasada Junta Directiva liderada por Bartomeu no fueron buenas. La crisis de la Covid-19 y la mala gestión provocaron un duro varapalo a las cuentas azulgranas: menos ingresos y más deuda.
Según los datos ofrecidos por la propia entidad, en el último ejercicio se cosechó una pérdida de 97 millones de euros. Unos datos que obligaron a presupuestar 314 millones de euros menos de ingresos en la temporada 2020/2021. Por aquel entonces, Bartomeu no pensaba que por delante pudiera esperar una moción de censura y una dimisión previa para evitar el plebiscito.
La única buena noticia que ha llegado a las oficinas blaugranas, ya capitaneadas por la Comisión Gestora que lidera Tusquets, es la del preacuerdo con la plantilla del Barcelona para una reducción salarial que ajuste las cuentas y evite problemas mayores a la entidad catalana.
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