La UEFA ha dado un paso más en materia arbitral este martes cuando anunció las designaciones arbitrales para la jornada 5 de la fase de grupos de la Champions League 2020/2021. Stéphanie Frappart, la primera mujer en dirigir un partido oficial de una competición del organismo europeo, fue elegida para arbitrar el Juventus - Dinamo de Kiev de este próximo miércoles. La francesa de 36 años será pionera para las mujeres en la máxima competición continental.
Frappart hizo historia cuando dirigió en 2019 la Supercopa de Europa entre el Liverpool y el Chelsea en Estambul. Este año ya había sido designada también para la Europa League, donde se estrenó en esta competición en la victoria del Leicester City frente al Zorya Lugansk. Ahora da un paso más con esta designación que le pondrá bajo el foco de una competición seguida en todo el mundo y un duelo con especial interés por estar inmiscuido un club como la Juventus.
Nunca antes una mujer había llegado a arbitrar tan lejos. El ejemplo más cercano es el de Nicole Petignat, que dirigió tres partidos de rondas clasificatorias para la Copa de la UEFA entre 2004 y 2009. El año pasado también había dado que hablar en Francia cuando fue designada para ser la responsable de un partido de la Ligue-1. Frappart se estrenó en la máxima división de su país durante un Amiens - Estrasburgo.
El partido, en sí mismo, no tiene mucha enjundia. El equipo italiano ya está clasificado para la próxima ronda, aunque sigue jugándose la primera plaza del grupo con el Barça. Los ucranianos buscan la clasificación para la Europa League que pelean con el Ferencvaros. Aún así, este hito en la historia del arbitraje pondrá en una nueva dimensión y, sobre todo, en los libros el duelo que marcará el estreno de Frappart en la Champions League.
Episodios sexistas
Ya está asentada en la máxima división de Francia, pero, hasta llegar a ese punto, Frappart ha tenido que vivir algún encuentro incómodo. Desde pequeña tenía claro que quería dedicarse al arbitraje en partidos masculinos. Antes, jugó al fútbol siempre con chicos. Pero, durante ese proceso hasta llegar a lo más alto, la colegiada francesa vivió un episodio sexista de parte del entrenador del Valenciennes en 2015. David Le Frapper se quejó por un penalti no pitado a su equipo en rueda de prensa, diciendo que "es complicado para una mujer arbitrar en un deporte de hombres".
Sin interés en crear ninguna polémica, siguió con su camino y, de forma acertada, ha acabado teniendo éxito. Esta temporada ha dirigido partidos de la Nations League y también se ha asentado en la Ligue-1, donde tiene designaciones importantes. Está en el grupo élite de los colegiados de su país, ha arbitrado tres choques esta temporada en la máxima división francesa y su intención es aparecer en las rondas determinantes de la Champions League. Este miércoles dará ese paso trascendental para hacer más grande un sueño que empezó con 13 años en su Val-d’Oise natal.
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