El fútbol no siempre es alegría por muy bien que hayan podido ir las cosas en una etapa determinada. A veces, ese crecimiento y esa intención de llegar a la élite suponen el preludio de una gran caída, una caída a los infiernos. Para un futbolista de máximo nivel, que ha jugado en ligas tan importantes como la Premier League o LaLiga y que ha militado en clubes de primer nivel, ese calvario puede ser aun más duro. 

Lo que más duele en una caída es caer desde lo más alto, como le ha pasado a Alex Song, exfutbolista del FC Barcelona. Para él, ese infierno futbolístico bien puede ser su carrera deportiva desde que salió de la entidad azulgrana. Sin embargo, en estos momentos, su fracaso no solo tiene nombre y apellidos, sino que tiene también localización geográfica. Se trata de Yibuti.

Yibuti es un país de África Oriental y hasta allí se ha ido para jugar al fútbol, o al menos para intentarlo, Alex Song. Después de haber militado en equipos como el Arsenal o el propio Barça, este jugador camerunés está viviendo la cara más amarga del fútbol, la más dura, la del ostracismo absoluto que da desaparecer del primer nivel.

Alex Song, en un partido del Barcelona EFE

 

De jugar la Champions a recalar en el Arta Solar7, su nuevo equipo. Así de duro es el presente de Song, un futbolista que llegó al Camp Nou para convertirse en el dueño del centro del campo y coger el testigo de los Xavi e Iniesta junto a otros Sergio Busquets. Aunque su perfil era mucho más físico, sus temporadas en Inglaterra le convertían en un fichaje temible para los rivales. O eso decían. 

La polémica llegada de Song en agosto de 2012 coincidió con el fichaje de Luka Modric por el Real Madrid, ese que algunos calificaron como la operación para "tapar vergüenzas". Sin embargo, el destino ha sido un poquito más cruel con Song que con el jugador croata del equipo blanco, hasta el punto de continuar con la recta final de su carrera en Yibuti, en una liga que no está considerada precisamente como de primer nivel mundial. 

Goleada y desastre

Sin embargo, el drama de Song es mayor que haber terminado en Yibuti. Es mucho peor porque podría haber recalado en un equipo de buen nivel, donde ganara partidos y donde las cosas le pudieran volver a ir bien de nuevo para recuperar confianza, ambición y ganas de seguir jugando al fútbol, pero no ha sido el caso. El Arta Solar7 no parece un equipo de lo más puntero. 

Así lo demuestra al menos la última gran goleada recibida por parte de este conjunto. El Arta Solar7 cayó derrotado, y humillado, por 9-1 ante el Al Mokawloon, un equipo de Egipto. Una goleada dolorosa y sonrojante que casi supera, de no ser por la evidente diferencia de nivel entre equipos y competiciones, al 2-8 recibido por su exequipo ante el Bayern Múnich en Champions. 

El colmo mayor de Alex Song fue participar de forma directa y activa en la debacle de su equipo, ya que se anotó un gol en propia puerta. El centrocampista remató hacia su propia portería un saque de banda del rival. El lanzamiento llegó desde la banda derecha del ataque y al saltar con uno de los delanteros, Song conectó un certero remate que sorprendió a su portero. Drama completo para el camerunés, que no está viviendo sus mejores días en el fútbol.

[Más información: Alex Song, el fichaje que llegó al Barça para ser millonario y ahora jugará en Yibuti]

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