España ya conoce cuáles serán los enfrentamientos que tendrá que superar para alcanzar el esperado Mundial de Catar en 2022. Una cita para la que el combinado de Luis Enrique ya podría tener un título a sus espaldas como la UEFA Nations League. El grupo en el que se decide su futuro mundialista es asequible. Grecia, Suecia, Georgia... y Kosovo. Es aquí, en esta última selección, donde surge la polémica.
La selección de Kosovo ni es peligrosa ni parte con opciones de hacer daño a ninguna de las selecciones, especialmente ante la española o la sueca. Sin embargo, el problema no reside en el potencial deportivo del equipo, sino en el conflicto político que Kosovo mantiene con numerosos países europeos y del resto del mundo.
Kosovo cuenta con selección propia, pero no todos los Estados la reconocen como país independiente. Esta república balcánica se separó unilateralmente de Serbia en 2008 y, desde entonces, los reconocimientos y las negativas a hacerlo se han sucedido a nivel político. España está entre los cinco europeos que siguen sin reconocer a Kosovo. Casualmente, Georgia y Grecia, que están en el mismo grupo, tampoco lo hacen. De hecho, Kosovo fue al grupo de España al no poder estar en el de Serbia por el veto realizado por esta segunda. Un movimiento similar al que España hace con Gibraltar y que no se pidió implantar con Kosovo en el sorteo.
A nivel internacional la situación no es muy diferente. La ONU la conforman 193 países y las cifras no están claras. Kosovo asegura que 116 países están a su favor, pero Serbia anunció hace unos meses que algunos Estados se habían echado atrás y solo 92 les reconocían como estado independiente. El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, en 2010, decretó legal la independencia llevada a cabo por la república. Y, de los primeros países en reconocer su independencia de Serbia fueron Francia o Estados Unidos, entre otros.
El conflicto político es considerable y de ahí que, a las pocas horas de desarrollarse el sorteo, las instituciones implicadas tuvieran que dar explicaciones. La situación influye en el deporte y próximamente se buscará una solución para minimizar las consecuencias en la Selección.
España no cambia
Una de las razones por las que España nunca ha reconocido a Kosovo es la semejanza con Cataluña y su declaración uniletaral de independencia. La tensión, desde la llegada de Pedro Sánchez y su Gobierno, se ha rebajado. Incluso el presidente acudió a una cumbre, coincidiendo con su homólogo de Kosovo, por primera vez. Fue el pasado mes de mayo y se pactó que no hubiera ni banderas ni símbolos. Pero hasta ahí.
El Gobierno no prevé reconocer a Kosovo como un estado independiente. La ministra de Exteriores, González Laya, ha asegurado en la Ser que ambos países saben cuál es lasituación y que lo tratan "con toda la naturalidad". "No lo reconocemos como Estado independiente ", pero eso no significa que España "no participe en torneos en los que participa Kosovo", ha defendido la ministra.
Además, como explican fuentes diplomáticas a EL ESPAÑOL, el fútbol seguirá las reglas de la FIFA y estas son distintas a las que rigen el derecho internacional. Los ejemplos con los que se cuentan son los de Islas Feroe, Gales, Escocia, Inglaterra e Irlanda del Norte, que pese a tener selecciones cada una, no son Estados independientes.
La postura, como recalcan las mismas fuentes, no va a cambiar por el simple hecho de que la Selección juegue un torneo contra Kosovo. En caso de que la posición de España cambie, será por razones mucho más sustantivas que el campeonato de fútbol. Además, España negociará con la FIFA una fórmula compatible con la normativa del orgamismo deportivo para que, sin tener que reconocer a Kosovo, se puedan jugar los encuentros fijados sin mayor perjuicio.
Dudas deportivas
El escenario de que España reconociera a Kosovo para que los encuentros se desarrollaran sin ningún inconveniente está descartado. Por lo tanto, se abren diferentes vías. Una de ellas es la de disputar el partido en campo neutral, lo que suscitaría el debate sobre quién tendría que afrontar los gastos extra de la organización. Si el problema fuera de España, todo apunta a que sería el combinado nacional quien tuviera que pagarlo.
Los antecedentes que existen corresponden a 2019, cuando la Federación no quiso organizar la ronda élite del Europeo sub17 y que finalmente se jugó en Nyon. La FIFA, en su reglamento, destaca que la Federación que ponga en problema será la que abone el importe correspondiente. Situación que se dio por aquel entonces.
Agim Ademi, presidente de la federación kosovar, ha asegurado en declaraciones a Bota Sot que "España tiene derecho a solicitar, cuando es el anfitrión, que el partido se juegue en terreno neutral". Sin embargo, ellos quieren que en el duelo con Kosovo de local se desarrolle en el encuentro en Pristina.
"Tres países del grupo no nos reconocen, pero ya hemos visto en la Liga de Naciones que Grecia no nos ha puesto en problemas". El cuadro heleno jugó en Pristina el pasado 6 de septiembre en el estadio Fadil Vokrri y, en la vuelta, el duelo se disputó en Atenas sin mayor inconveniente.
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