El empresario Emili Rousaud presentó su renuncia a la carrera electoral a la presidencia del FC Barcelona y no se convertirá oficialmente en candidato, una condición que salvo sorpresa general sí tendrán Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa. Precisamente con este último había alcanzado un acuerdo para unir sus candidaturas, pero su equipo rechazó el acuerdo y este jueves, entre lágrimas, ha anunciado que no estará con nadie.
Este jueves, Rousaud entregó al club azulgrana una renuncia formal sin esperar al recuento final de firmas validadas por la junta electoral, que ya habría terminado tras esta noticia. Los tres candidatos que afrontarán la cita del 24E, que aún está en el aire, serán Laporta, Font y Freixa. Ahora afrontarán una carrera de diez días en la que debatirán sus propuestas y tratarán de convencer finalmente a la afición culé que su proyecto es el más adecuado para el club.
El miércoles por la noche el mismo precandidato explicó que tenía 1.952 papeletas validadas, 50 nulas y 500 pendientes de validación. El lunes Rousaud había entregado 2.510, una cifra ligeramente superior a las 2.257 necesarias para superar el corte. Sin saber que cantidad de esas pendientes de validación ha recibido aprobación, en la noche de este miércoles ya se hablaba de que no tendrían las suficientes. José María Minguella, miembro de esta candidatura, lo admitía en Tiempo de Juego.
Este miércoles, precisamente, aparecía una firma de Agustí Benedito entre las de Rousaud, según informó la prensa local. Una cuestión que supuso que el precandidato denunciara "la guerra bruta" que se ha producido durante el proceso de recogida de firmas. "Puedo confirmar que somos gente muy honesta y limpia, y estamos muy molestos con esta situación. Fuimos los primeros en denunciar la venta de papeletas y dijimos que nosotros nunca compraríamos votos", explicaba este jueves en una comparecencia en la que ha hecho oficial su decisión.
Además, explicó ese pacto con Freixa: "Toni Freixa me ofreció ser su vicepresidente. Había otro vicepresidente nuestro y seis más de mi junta entraban con él. Mis compañeros rechazaron el pacto. No podemos tolerar una guerra sucia. Preferimos quedarnos fuera y no unirnos con otra candidatura". Además, desveló un intento de pacto con Font que "no pasó de simples conversaciones".
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