"A veces se resume en corazón y fe", decía Iñaki Williams este domingo al poco de haber ganado al Barcelona en la final de la Supercopa de España. Las dos claves para un nuevo milagro rojiblanco, obrado esta vez por Asier Villalibre. El triunfo del Athletic en La Cartuja no se entenderá jamás sin su figura, la del 'búfalo', quien empató en el minuto 90 una final que se fue a la prórroga.
El Barcelona saboreaba la miel cuando en el último suspiro un haz de luz reventó la final. Se trataba de Villalibre, que con su característica barba y a sus 23 años, corría por el césped celebrando el gol que había marcado y daba vida a su Athletic en la final. Luego, en la prórroga, llegó el golazo de Iñaki Williams que remató la faena y añadió un título más al palmarés de uno de los históricos del fútbol español.
Algunos dicen que tenía que ser Villalibre, un futbolista cargado de carisma que parece tenerlo todo para triunfar en este deporte. Dentro del campo, su habilidad y su físico son sus señas desde pequeño, de ahí su apodo de 'Búfalo'. Fuera de él destaca por su naturalidad y esos detalles que marcan la diferencia, desde su barba hasta su habilidad para tocar la trompeta. En la final también se llevó un 'tortazo' de Messi y él lo definió de forma simple: "Se ha enfadado", dijo sobre la agresión.
Lo que no se sabía de él, ya lo descubrió el streamer Ibai Llanos en Twitter: "Asier Villalibre ha metido un gol en el 90 para forzar la prórroga, Messi le ha pegado una hostia, ha ganado la final, lo ha celebrado tocando la trompeta, aparenta 39 años teniendo 23 y cuando le toca una carta tocha en el FIFA me lo enseña por Instagram. Es el mejor del mundo". De momento, ya sale en todas las fotos de la Supercopa: gol en el 90', la roja de Messi y su celebración con la trompeta haciendo saltar a sus compañeros.
Villalibre es el delantero del futuro del Athletic. Nacido en Gernika, se incorpó al Athletic en 2011 en su edad de cadete. Tras debutar con el primer equipo en 2016, pasó por varias cesiones (Valladolid, Numancia y Lorca) hasta regresar a casa. Tras una temporada en la que marcó 23 goles con el filial del Athletic, se consolidó con Garitano el curso pasado y este va camino de asentarse como uno de los pilares del equipo bilbaíno. De momento, lleva cinco tantos.
Villalibre deberá saber que se encuentra en el momento cumbre de lo que ha sido su carrera hasta ahora. Tanto en lo deportivo como en lo mediático. Lo difícil es mantenerse, pero parece tener las capacidades para crecer como un genio dentro y fuera del campo. Los goles, el FIFA y la música (sin olvidarse de su grupo Orsai, formado con otros compañeros como De Marcos, Lekue o Dani García) son lo suyo.