Que la pandemia de Covid-19 sigue haciendo mella en los equipos de La Liga no es noticia. Que seguramente sigan teniendo que aplicar medidas de ahorro si no vuelven los aficionados a los estadios esta temporada, tampoco. El campeonato nacional por suerte no se ha visto enrolado en ninguna renegociación de derechos o patrocinios, pero es evidente que el crecimiento que presentaba y esa búsqueda de quitarle el liderato en cuanto a influencia a la Premier League se ha paralizado.
Pero, lo que sí es una novedad es el control que están haciendo las entidades para sobrevivir con lo que tienen. Los clubes han enseñado en los meses durante la pandemia cómo se rebajaban los salarios tanto los jugadores como los cuerpos técnicos y los directivos para aplacar las consecuencias tan negativas que ha tenido la pandemia. Pero, más allá de estas decisiones, también se están resistiendo a la hora de hacer contrataciones.
El mercado de fichajes de invierno era el último recurso para los que estaban haciendo mal sus deberes cada temporada. Los clubes que ocupan las últimas plazas de la tabla siempre hacían apuestas muy serias para tratar de dar con la tecla que asegure su salvación. También los que quieren apuntalar sus opciones al título solían buscar algún recurso que pudiera aplacar algún problema con las lesiones. Pero en este 2021 no ha pasado.
Las contrataciones que ha habido se pueden contar con los dedos de las manos. En el cierre de esta ventana la palabra que más se leía en los comunicados de fichajes era "cedido hasta final de temporada". Así es como se han reforzado los equipos en España en su mayoría, dejando salir más que entrar y sin gastar dinero. Todo esto deja entrever una pérdida de talento que no está siendo compensada a corto plazo, aunque también esté permitiendo una apuesta por las canteras.
Poco más de 21 millones
La temporada pasada el Espanyol, que terminó descendiendo a Segunda, se dejó 40 millones para reforzar el equipo y tratar de evitar lo que fue imposible. Huesca, Elche y Alavés, que son los que actualmente están en puestos de descenso, han gastado un total de cero euros. Han incorporado a cinco jugadores, todos ellos en forma de préstamo, para intentar buscar una salvación que se prevé muy disputada con diez equipos en diez puntos.
Este año entre todos los equipos de La Liga no se han gastado más de 22 millones de euros en contrataciones. 21,25 es la cifra exacta de la inversión hecha y que sitúan al campeonato como el octavo que menos ha gastado en el mundo, el último de las cinco grandes ligas. El fichaje más caro ha sido el de Carlos Fernández por la Real Sociedad, pagando 10 millones al Sevilla, que, a su vez, ha incorporado al Papu Gómez por poco más de cinco. Las llegadas de Étienne Capoue y Augusto Solari completan el número de fichajes.
De hecho, la cantidad que han ingresado es superior por 150.000 euros. A los movimientos entre los clubes locales ya señalados, hay que añadir las ventas de Antonio Sanabria y los costes recibidos de algunas cesiones como las de Take Kubo, Martin Odegaard o Luka Jovic en el Real Madrid. Además, la Real Sociedad tendrá que cobrar 25 millones aún por el traspaso de Willian José al Wolverhampton si estos deciden quedárselo de forma definitiva.
Una liga exportadora
Esta temporada marcada por la crisis del coronavirus la competición se ha convertido en exportadora. Aunque ha habido más altas (356) que bajas (336) según el portal Transfermarkt, los ingresos han sido infinitamente superiores. La Liga ha ingresado hasta 528 millones de euros por traspasos entre los dos mercados que involucran a esta campaña. El Real Madrid (100 millones) y el Barça (67 millones) han pasado a tener saldos positivos en esta cuestión.
Todo esto sucede mientras la amenaza del próximo verano se cierne sobre la organización: jugadores de la talla de Leo Messi y Sergio Ramos amenazan con no renovar e irse. Ambos acaban contrato, siguen sin prolongar sus vinculaciones y las negociaciones están bastante encalladas. Estamos hablando de que los dos buques insignia del campeonato perderían a sus actuales capitanes, además de las dos caras visibles de La Liga en la actualidad por su trayectoria y nivel deportivo.
Preocupación
Javier Tebas se ha mostrado preocupado con todos los sucesos que acompañan a estos procesos, ya que el valor de La Liga no es el mismo sin estos jugadores. Tras la revelación del contrato de Messi, el presidente de la LFP ha mantenido que no es el culpable de la situación financiera del Barça y que es una importante fuente de recursos para este equipo. Sobre Ramos no ha dicho tanto, pero es evidente que su salida también repercutiría a su empresa.
La crisis ha afectado de forma especial en La Liga y las ventanas de traspasos son una evidencia, aunque lo peor estaría por venir. En 2022 habrá una nueva venta de los derechos televisivos de este campeonato y se espera que, viendo lo sucedido en otros países, decaigan los ingresos. En este 2021 saldrán a subasta para las tres siguientes temporadas a la 2021/2022. Lo sucedido en este mercado invernal y en la campaña en general no transmite buenas sensaciones para el futuro del campeonato.
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