Joan Laporta lo llamó 'Bartogate', pero como el entramado partió del club terminó provocando que la denominación que quedase en las hemerotecas fuera 'Barçagate'. El FC Barcelona ha ido cayendo en desgracia en el final de la etapa de Josep Maria Bartomeu como presidente de la entidad azulgrana. Precisamente, a partir del descubrimiento de este escándalo, comenzó su cuenta atrás. Este caso, investigado por la justicia desde el verano de 2020, se podría denominar como la punta del iceberg.
A seis días de conocer quién será el próximo presidente de la entidad y tras seis aplazamientos de la apertura del secreto de sumario, lo que se conoció en la Ciudad Condal como la apertura de la 'Caja de Pandora' de los problemas de la entidad de la última década desembocó en la detención de Bartomeu, Jaume Masferrer, el principal responsable de esta operación, Óscar Grau, actual CEO del Barça, y Román Gómez Ponti, jefe de los servicios jurídicos del club. Los delitos investigados son los de administración desleal y corrupción entre particulares.
Aunque estas detenciones son propias de la manera de actuar de este grupo y, en principio, no deberían de tener más consecuencias que tomar declaración, este día quedará como el que estalló de forma definitiva este caso. Los Mossos d'Escuadra acudieron a primera hora de la mañana de este 1 de marzo a las oficinas del Camp Nou para recabar información dentro del marco de investigación de este caso que llevó al Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona la plataforma Dignitat Blaugrana, o lo que es lo mismo, un grupo de socios del club encabezados por Ricard Faura.
Pero todo se remonta a 2017. Según desveló la Cadena SER el 17 de febrero de 2020, el Barça tenía contrato con I3 Ventures, una sociedad que se describe como una "consultora de Social Big Data". Esta empresa que dirige el empresario argentino Carlos Ibáñez, tal y como explicaba esta información, presuntamente se dedicaba a desprestigiar y difamar a los jugadores, personas o entidades que no fueran afines a la Junta Directiva de Bartomeu.
Así funcionaba
Desde las redes sociales, principalmente Facebook, presuntamente se emitían mensajes contra jugadores como Gerard Piqué o Leo Messi. El Barça había encargado estos servicios para "atraer público a las cuentas y páginas controladas por la empresa investigada", algo que costó en total casi un millón de euros. Estos pagos se dividían en partes de 200.000 y se diversificaban entre diferentes departamentos del club, evitando que tuvieran que ser aprobados por la Junta Directiva. Esto es lo que hizo advertir desde la investigación judicial que había indicios de corrupción ya que el club podía haber pagado un precio "seis veces superior".
No solo iban estas publicaciones contra jugadores ya que, tal y como anunció en una entrevista en el Diari de Girona, Jaume Roures, propietario de Mediapro, demandó al club "por administración desleal del dinero de los socios" para atacarle a él.
La reacción del club fue desligarse de esas acusaciones y rescindir el contrato con esta empresa. Bartomeu suspendió de empleo y sueldo a Masferrer, que en ese momento era director del área de presidencia del club, hasta que terminase la auditoría que encargó a PriceWaterHouseCoopers(PwC). Todo esto ocurrió después de que varios directivos pidieran explicaciones; los mismos que en abril dimitieron de sus cargos: Emili Rousaud, Enrique Tombas, Josep Pont, Silvio Elías, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia.
Rousaud, que fue precandidato a las elecciones del Barça, fue uno de los más críticos con respecto a este caso e insinuó que alguien había "metido la mano en la caja" dentro del marco de esta operación. La investigación judicial no habla en ningún momento de blanqueo de capitales aunque, con la presunción de inocencia siempre por delante, no se descarta que pueda haber nuevas acusaciones tras estos registros.
Desde que estalló el caso y la justicia comenzó la investigación, han sido varios los avisos que se han dado porque el Barça no entregaba los documentos que había trasladado a PwC para la auditoría. Óscar Grau fue el encargado de esta cuestión, por eso se entiende su detención y la del jefe de los servicios jurídicos. La de este lunes no es la primera visita de los Mossos al Camp Nou, ya que el 29 de junio hicieron un primer registro. La jueza Alejandra Gil, la encargada de la investigación, ha aplazado el secreto de sumario hasta en seis ocasiones y será este 11 de marzo cuando acabe el plazo.
La dimisión
Pero lo que sí desencadenó el 'Barçagate' fue la dimisión de Bartomeu. Aunque fue un proceso largo, después de que la auditoría de PwC descartase que el club contratase una "campaña difamatoria contra nadie" ni se detectara "ninguna conducta corrupta", tal y como anunció Josep Vives, el 27 de octubre se acabó la legislatura del presidente que está en el foco del caso. Todo comenzó a raíz de una moción de censura que prosperó y que se vio incendiada por el estallido del 'Caso Messi'.
Porque este 'Barçagate' también influenció en la decisión de Leo Messi de abandonar la entidad el pasado verano. Finalmente, no pudo ejecutar esa cláusula de su contrato que le permitía dejar gratis el club. En su entrevista con Évole, el argentino ya dijo que Bartomeu le había engañado "en muchas cosas", aunque no detalló cuales. El hecho de que se conociera que desde el club se podría estar encargando que difamen contra el vestuario fue una bomba que nunca perdonaron los jugadores.
Todos los candidatos se han comprometido a hacer una nueva investigación interna una vez lleguen a la presidencia, pero el gran golpe ha llegado justo antes de que pudieran ver desde el sillón del club lo que había sucedido. El FC Barcelona lleva a la deriva económicamente y socialmente varios años y poco a poco se va conociendo todo lo que sucedió. Si no hay más prórrogas del secreto de sumario, la próxima semana la etiqueta de "presunto" podría retirarse, además de poner nombres y apellidos a los responsables de este asunto que dañará para siempre la imagen del club.