No había llegado la media hora de partido cuando Clement Lenglet cometió uno de esos tontos penaltis que ya son marca de la casa. El central francés propinó un pisotón por detrás a un Mauro Icardi que más que gritar de dolor, rugió al quedar tendido sobre el terreno de juego.
En primera instancia, Anthony Taylor no señaló penalti por esta acción, pero desde el VAR avisaron de que estaban revisando las imágenes de la polémica. El colegiado se llevó la mano al pinganillo para correr hacia la banda y ver las imágenes desde el monitor, puesto que la sala del videoarbitraje le avisó de que la jugada era punible de sanción.
Nada más ver la secuencia, el árbitro principal del encuentro volvió al campo para pitar penalti. Lenglet vio la amarilla, mientras Mbappé cogía el balón para ejecutar la pena máxima. Ter Stegen ante Kylian. Kylian ante Ter Stegen. Y volvió a ganar el francés. Cuarto gol en la eliminatoria del delantero galo.
Poco le duró la alegría al PSG. Siete minutos después de ponerse por delante el equipo que dirige Pochettino, Messi se inventó un golazo desde más de 25 metros. Imparable el disparo para un Keylor Navas que se tomó la revancha contra el '10' azulgrana antes del descanso.
Otro penalti
Nuevo penalti, esta vez a favor del Barça. Kurzawa eleva demasiado la pierna y golpea a un Griezmann que cae al suelo. Messi tomó el balón y enfrentó a Keylor Navas, como minutos antes había hecho Mbappé ante Ter Stegen. Pero esta vez el guardameta salió victorioso. Tocó con la pierna el balón lo justo para evitar el tanto, enviar el esférico al larguero y repeler el lanzamiento.
Con el empate a 1 en el marcador y con ese penalti fallado por Messi ante Navas, el partido se marchó al descanso. El Barcelona fue superior durante los primeros 45 minutos, pero le faltó lo más importante: puntería. Apenas llegó al área de Ter Stegen, por contra el PSG. Pero ese penalti ejecutado a la perfección por Mbappé les bastó a los parisinos para mantenerse en el duelo de vuelta.
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