Carlos Tusquets no esperaba convertirse en el máximo mandatario del FC Barcelona. El puesto le llegó casi por casualidad después de la dimisión de Josep Maria Bartomeu y su Junta Directiva. Entonces él pasó a ser el presidente de la Gestora que se haría cargo del Barcelona hasta la convocatoria electoral. Si a eso se le suma la situación de la pandemia, la crisis económica en el club y el 'caso Messi', la atmósfera es de todo menos tranquila.
El dirigente no lo pasó bien y en más de una ocasión confesó la presión que estaba sufriendo. Su deseo era que llegaran los comicios para que el nuevo presidente tomara el mando del club. Sin embargo, las fechas que propuso no fueron muy cercanas en el calendario y la llegada del nuevo mandatario se ralentizó. Durante ese tiempo, y según ha confirmado en Deportes Cuatro, Tusquets recibió serias amenazas vía redes sociales. Y no fue ninguna tontería pues, como ha asegurado, se llegó a filtrar hasta su matrícula.
"Algunos de los ataques en las redes sociales son absolutamente indescriptibles", ha indicado en el programa de Mediaset. Tusquets ha reconocido que hasta se puso en riesgo su vida. "Incluso había hasta una instrucción de atropellarme si me veían en moto". Las amenazas no eran algo baladí en el momento en el que pusieron la matrícula de su moto en redes sociales. "Esto está penado con cárcel, pero no he hecho nada porque es anónimo". Tusquets no ha denunciado porque "las redes son cobardes".
Además, en el mismo programa, el que fuera presidente de la Comisión Gestora del Barcelona ha respondido a todos los que le acusaban de ser un 'okupa' en la cúpula de club. Y es que esa fecha tan lejana en el calendario para situar las elecciones no gustó ni aficionados ni a candidatos a la presidencia. Tusquets las situó a finales de enero cuando había numerosas voces que las pedían a finales de diciembre.
El hecho de retrasar las elecciones a enero, además de complicar cualquier operación de fichajes, suponía dejar al club en manos de una directiva con competencias muy limitadas en un momento determinante. Por si fuera poco, la situación sanitaria llevó a aplazar los comicios de enero a marzo y Laporta, hasta estos últimos días, no ha podido asumir el cargo con plenos poderes como presidente del FC Barcelona.
Tusquets tiene claro que no fue 'okupa' dado que ese tipo de personas "entra y no hace nada", pues "vive de gorra", mientras que él no ha dejado "quieto ni un bolígrafo en la mesa". Durante su breve gestión, el Barça cerró la adecuación salarial de la primera plantilla.
Presión en el cargo
Ya cuando estaba al frente del club, y después de realizar varias comparecencias en prensa, Tusquets reconoció que no iba a aparecer más en entrevistas para evitar cualquier polémica. Unas palabras suyas sobre Messi generaron gran controversia. "No me lo paso bien", sentenció un Tusquets que ya deseaba abandonar el puesto.
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