España deja de cara la clasificación ante la Italia más tosca y agresiva

Poco fútbol y muchos golpes en este 'Clásico' de partidos de selecciones sub21. Los dos combinados que más han ganado este Europeo se enfrentaban en un duelo tildado de final, pero que pronto cogió el tono de pelea. Si hubo tres expulsiones en el primer partido de Italia, otras tres encontró ante España. A Mingueza lo echaron por aproximación, porque fue el que provocó la segunda tarjeta de Scamacca y la otra roja a Rovella. 

Le costó mucho entrar en el partido a la Selección. La línea de tres de Italia y la presión del equipo transalpino en cuanto el balón pisaba su campo tenía muy desconcertado al equipo de Luis de la Fuente. El seleccionador se desgañitaba pidiendo a los extremos que se hundieran hacia dentro para buscar equilibrar las fuerzas con la línea de tres y que los carrileros italianos se pegasen con los laterales españoles. Eso tenía el riesgo de dejar a las dos referencias ofensivas del conjunto 'azzurro' algo liberadas y cualquier despiste podía costar caro.

Así fue en una salida de balón de Hugo Guillamón, que la puso a la zona central con poca tensión y sin un destinatario caro para que Frattesi, que llegaba desde atrás, se plantase en el área a placer. Por suerte, su disparo fue muy centrado y Álvaro Fernández no se achantó ante la ocasión. El portero del Huesca demostró que también puede ser determinante en este Europeo. En cualquier caso, los jugadores que fueron trascendentales ante Eslovenia no estaban apareciendo demasiado este sábado.

Gianluca Scamacca ve la tarjeta roja en el partido entre España e Italia REUTERS

Ni Gonzalo Villar, que se veía rodeado de italianos, ni Cucurella, que lo intentaba desbordando en la banda, estaban pudiendo campar a sus anchas por el terreno de juego. Solo Juan Miranda, con el potente disparo que está demostrando en el torneo, y Abel Ruiz, que hizo un clinic de cómo aguantar el balón, daban la sensación de peligro en el área italiana. Además, los transalpinos estaban manteniendo a ralla a los españoles con un juego bastante brusco que solo supuso dos amarillas a pesar del enfado de Luis de la Fuente.

Partido trabado

Para aliviar estos problemas con las tarjetas que también afectaron a España entró Pipa por Guillamón, pasando Mingueza al centro de la defensa. El jugador del Barça fue una de las novedades con respecto al primer partido y cumplió, aunque no ofreció nada nuevo. La otra incorporación fue la de Manu García, que entraba por los problemas físicos de Brahim Díaz y que también se vio muy afectado por el entramado defensivo de Italia, pero que tuvo más protagonismo que Villar.

Tanto fue así que De la Fuente prefirió armar un poco más el centro del campo e igualar las fuerzas con el centro del campo italiano sustituyendo al de la Roma y dando entrada a Jon Moncayola. El de Osasuna tuvo la más clara para España, desde fuera del área eso sí. Un buen disparo tras una gran acción de García le dejó bien perfilado y el tiro se fue por poco a la derecha de la meta italiana. Mejoró un poco España, pero no lo suficiente para llegar con claridad al área rival.

La sensación de que el empate no era malo para ninguno de los dos empezaba a arreciar igual que lo hacía el agua sobre el campo de Maribor. El empate entre Eslovenia y República Checa en el otro partido del día hizo que este resultado tuviera mejor calado entre los dos equipos. Zubimendi, como en el primer partido, también se fue magullado con otro golpe en las costillas, y eso que ya llegó con problemas en la cadera. Entre golpe y golpe de los italianos, estos firmaban el empate tocando en defensa y acabando con el ritmo.

Las expulsiones del final del partido sí elevaron el ritmo provocando que España se desmelenara un poco y Camesecchi tuviera que hacer dos grandes intervenciones a disparos de Pipa y Puado. También la tuvo Manu García otra vez desde fuera del área, pero el balón se fue por poco fuera. Aún así, los de Luis de la Fuente se tuvieron que conformar con el empate que deja la clasificación muy de cara y dependiendo de sí misma ante República Checa.

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