Poco a poco la luz al final del túnel se empieza a ver en el mundo del deporte después de la pandemia de la Covid-19. El siguiente paso será el regreso del público a los estadios para que vuelva ese tangible que también afecta a los partidos y, sobre todo, para que las entidades recuperen una parte importante dentro de sus partidas de ingresos. Si no, que se lo digan a la Serie A italiana y lo que está sufriendo al mirar sus informes económicos.
En el caso del fútbol, las ligas siguen pagando las consecuencias de parar las competiciones y los problemas económicos que han derivado de este virus que ha cambiado la vida tal y como se conocía. Las renovaciones a la baja de los derechos televisivos van a ser una tendencia en las próximas temporadas, por eso se están planteando cambios en los sistemas de configuración de estos torneos. Ante las crisis, solo cabe reinventarse.
Italia es uno de los países más afectados y, si ya había problemas con las deudas, estas se han incrementado hasta una posición muy peligrosa. Ha habido una fuerte inversión en los últimos años para volver a potenciar una división que se había visto muy devaluada. El surgimiento de clubes como el Atalanta o la Lazio, que también destacan por sus importantes ventas, son una excepción dentro de un Milan, un Inter, una Juve y una Roma que hacen todo lo posible para recuperar su posición histórica.
Los clubes de la Serie A deben más de 2.800 millones de euros y la sostenibilidad de la competición se ha puesto en riesgo. Todo se debe a que los clubes han gastado más de 3.500 millones en los últimos años, unas cantidades que solo se sostienen gracias a que los clubes se redujeron los sueldos. DAZN se ha hecho este martes con los derechos televisivos en el país hasta 2024 con unas cifras que, por el momento, se desconocen. Se preveía que fueran inferiores a los de las últimas campañas.
En la cuerda floja
Hay algunos clubes que están en una situación un tanto límite. A pesar de todo el potencial que tienen detrás con la familia Agnelli, la Juventus afronta este verano una situación bastante complicada. La 'Vecchia Signora' firmó unas pérdidas de 113 millones de euros en el segundo trimestre del 2020, mientras su patrimonio neto caía hasta los 125 millones con una caída del 53% en relación con la cifra de 2019. Encima los resultados deportivos no acompañan.
Tiene que seguir reduciendo su masa salarial para cumplir con los estándares marcados. Ahí aparece el nombre de Cristiano Ronaldo, con el que han cerrado filas asegurando su continuidad pero cuya renovación parece imposible si el club no quiere poner en peligro su futuro. Este año existe el riesgo además de acabar en blanco en cuanto a títulos se refiere, una situación impropia para esta entidad y que tendrá que hacer un cambio de rumbo a partir de este verano.
Es una situación que se reproduce en la Roma, con una deuda superior a la de la Juventus y a la que la llegada de los nuevos dueños espera que haga reflotar su complicada situación económica. El verano pasado, Dan Friedkin compró el conjunto capitalino a James Pallota con una inversión de 591 millones de euros. En su caso, tendrá que afrontar una deuda de 552,3 millones, además de asumir que en esta última etapa no han llegado los títulos. Confían en las jóvenes promesas que hay en la plantilla para soñar con revivir etapas del pasado.
El Inter, especial
Más altas son las deudas del Inter de Milán, que sigue pagando errores del pasado. Son 630 millones de euros los que tienen que paliar, con 163 a corto plazo que tienen que solucionar esta temporada y por los que están buscando financiación. Esto se había evidenciado con el pago de Achraf Hakimi al Real Madrid. Se acordó unos pagos por cuotas que se aplazaron por esta situación de la entidad italiana. De hecho, en diciembre, donde estaba marcada la primera fecha de pago, no se cumplió.
La llegada de Steven Zhang ha permitido cubrir parte de esas obligaciones con los bancos, pero se ven obligados a tener una política de austeridad hasta bajar esas cifras. Suning, la empresa del joven chino puso 270 millones encima de la mesa en 2016 y emitió bonos en 2017 para solucionar parcialmente una deuda que superaba los 1.000 millones. Esto recuerda a lo que pasó con el Milan tras la salida de Berlusconi, donde un fondo de inversión, Eliott, cubre las pérdidas cada mes.
Solo Fiorentina, Nápoles y Cagliari se mantenían a 30 de junio de 2020 sin deudas; tres de 20 equipos, una cantidad que trae de cabeza a los hombres fuertes de la organización. La posibilidad de una nueva fuga de talento con nombres como el de Cristiano, Lautaro Martínez o Milinkovic-Savic vuelve a amenazar a una Serie A que parecía haber recuperado el nivel de tiempos pasados.
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