Gerard Piqué fue el nombre propio del FC Barcelona. El central azulgrana volvió al césped de Can Barça para entrenarse con el resto del grupo. La mejor noticia de la jornada la protagonizó él y deja la duda de si podrá disputar El Clásico contra el Real Madrid. Todo apunta a que sí, pero su presencia en un duelo determinante para el campeonato de Liga dependerá de cómo evolucione en los próximos días.
El central catalán cayó lesionado hace semanas durante el duelo ante el Sevilla en las semifinales de la Copa del Rey. Piqué fue uno de los héroes y comandó al conjunto de Koeman a un posible título en su primer año. Sin embargo, terminó con unos problemas físicos que hicieron saltar todas las alarmas.
"La valoración médica y las pruebas realizadas esta mañana han mostrado que lo que el jugador del primer equipo Gerard Piqué tiene un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Es baja y su evolución marcará su disponibilidad", anunció el Barcelona por medio de un comunicado oficial. Esta notificación se produjo el pasado 4 de marzo y, menos de un mes después, su vuelta parece más cerca.
Piqué realizó parte del entrenamiento y vivirá jornadas determinantes en los próximos días. A su favor tiene que no hay partidos hasta el fin de semana, cuando el parón de selecciones haya finalizado y la dinámica de La Liga vuelva al fútbol españo. El Barcelona se las verá contra un Valladolid mermado por los casos de la Covid-19 y será el último encuentro antes de enfrentarse al Real Madrid.
Porque su regreso justo se ha producido a apenas diez días del partido contra el máximo rival. El Real Madrid recibirá al Barcelona en el Di Stéfano en una de las finales que les quedan por delante a ambos equipos. La pelea por La Liga está más ajustada que nunca y, a la espera de que el Atlético de Madrid pueda tropezar, el duelo entre los dos históricos del fútbol nacional podría marcar quién ocupará, como mínimo, la segunda posición de la clasificación.
Un año complicado
El central azulgrana, que renovó hace unos meses justo antes de la marcha de Bartomeu, no ha tenido un año sencillo en lo que respecta al físico. Piqué se ha enfrentado a varias lesiones y esta última provocó cierto temor a una nueva recuperación de larga duración.
La lesión de rodilla del pasado mes de noviembre le dejó en jaque. Regresó a la competición liguera en el empate del Barça ante el Cádiz y, apenas dos partidos de Liga y uno de Champions League, el zaguero tuvo que apartarse de nuevo tras esa prórroga y victoria ante el Sevilla.
A sus 34 años, el central del Barcelona busca recuperar su mejor versión en los terrenos de juego para poder continuar en la plantilla de Ronald Koeman. Su lesión, además, ha implicado numerosos cambios en la línea defensiva. Una situación que el verano que viene podrá solucionar si se cierra el fichaje de Eric García, el futuro titular del conjunto culé.
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