"El fútbol es de los aficionados. Hoy más que nunca". Ha sido el mensaje de Gerard Piqué unos minutos después de que todos los clubes ingleses, 48 horas después de sumarse a la Superliga Europea, anunciaran que abandonaban el proyecto de competición. El central del Barcelona rompía así el silencio del equipo catalán tras dos días donde solo se ha emitido un comunicado.
Joan Laporta, máximo dirigente del club, firmó la adhesión a la Superliga Europea junto a Real Madrid y Atlético como representantes del fútbol español. El presidente azulgrana aún no se ha pronunciado pese a las peticiones de la masa social azulgrana y Piqué es el primero en hacerlo. Un peso pesado del vestuario y que, además, muestra su oposición a la decisión tomada por la nueva Junta Directiva.
"El FC Barcelona, fiel a su historia ya su liderazgo en el marco del fútbol europeo, se posiciona una vez más como club líder a la hora de liderar los grandes cambios que requiere el mundo del fútbol y siempre pensando en el máximo beneficio por el Club desde el punto de vista deportivo, institucional y económico", anunció el conjunto blaugrana en la mañana del lunes.
Una postura muy diferente a la defendida por Gerard Piqué. Laporta, eso sí, incluyó una cláusula en su unión a la Superliga por la que pediría opinión a los socios del Barcelona sobre su participación en la competición. El presidente azulgrana debe someter a votación entre la masa social si disputan o no el nuevo torneo.
Más tarde contestó a El Chiringuito, donde Florentino Pérez habló el lunes por la noche, a través de la misma red social. "Ayer una fiesta, hoy hundidos. El Chiringuito de Florentino", ponía el central del Barcelona.
Por el momento, el de Gerard Piqué es el único mensaje público de jugadores de La Liga sobre la participación de sus respectivos equipos en la Superliga. El catalán, además, contradice las posturas de las tres entidades nacionales.
Espantada de los ingleses
Los clubes ingleses eran una de las piezas fundamentales de la Superliga. Seis participantes y rumores durante los últimos meses que les situaban como parte importante del impulso de la competición. De hecho, era un representante del Manchester United el que ejercía de vicepresidente de esta nueva Superliga.
Sin embargo, tras la presión de los aficionados de los seis clubes, y después de que el Gobierno inglés se pronunciara públicamente en contra de la Superliga, las posiciones entre los conjuntos de la Premier League han ido cambiando paulatinamente.
El Manchester City fue el primero en confirmar que abandonaba el proyecto y, después de la celebración de Boris Johnson por esa decisión, a última hora de la noche llegó el comunicado de Arsenal, United y demás conjuntos. Los gunners, además, fueron los únicos en pedir perdón a los aficionados por haber cometido un "error".
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