Ceferin, con Al-Khelaifi en la previa de un partido de la Champions League

Ceferin, con Al-Khelaifi en la previa de un partido de la Champions League UEFA

Fútbol SUPERLIGA EUROPEA

Al-Khelaifi, el nuevo socio de Ceferin en la UEFA: de rozar la cárcel a liderar los clubes europeos

El jeque del PSG ha tomado el control de la ECA tan solo unos días después de comandar la rebelión contra la Superliga. Al-Khelaifi, nuevo líder.

23 abril, 2021 00:23

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La creación de la Superliga Europea revolucionó el fútbol nada más hacerse pública. Apenas bastaron unas horas para que hasta los gobiernos de varios países, especialmente el de Reino Unido, comenzaran a maniobrar para evitar que esta nueva competición de clubes se asentara en el panorama deportivo.

Pero, por encima de todo, el simple hecho de hacerse oficial ha supuesto un cambio de jerarquías en el fútbol europeo. Los clubes vinculados a la Superliga han recibido los ataques de la UEFA, mientras que aquellos que rechazaron la propuesta han salido beneficiados. En medio de esa guerra, la figura aupada hasta lo más alto se llama Nasser Al-Khelaifi.

El jeque del PSG nunca se había encontrado en una situación tan favorable como la actual. Ha pasado de estar señalado por romper el mercado de fichajes, e incluso por saltarse el Fair Play Financiero, a hacerse con el control de la principal asociación de clubes a nivel continental. Al-Khelaifi ya no es el enemigo al que tenía que controlar un Ceferin al que el resto de entidades deportivas pedían un mayor control sobre la economía de los clubes-estado. El catarí, a sus 47 años, ha logrado dejar en el olvido su incumplimiento de los límites de gasto para convertirse en el nuevo apoyo de Aleksander Ceferin en la UEFA.

Florentino Pérez y Aleksander Ceferin

Florentino Pérez y Aleksander Ceferin EFE

Una dupla cuyos principales enemigos son entidades históricas como Real Madrid, Juventus, FC Barcelona o Milan, que pese a las presiones y campañas de las últimas horas, siguen creyendo en la necesidad de una Superliga frente al nuevo formato de la Champions. Sin embargo, a la vista de los ataques de Ceferin a Florentino Pérez o a Agnelli, y de los gestos de Al-Khelaifi al líder de la UEFA, los frentes parecen perfectamente delimitados. El catarí, como nuevo socio del esloveno, pasa de enemigo a amigo.

El miedo a la cárcel

Al-Khelaifi siempre se ha codeado con la élite. El jeque llegó en 2011 a la cúpula del PSG y, desde entonces, ha intentado armar un proyecto a base de billetes y fichajes estratosféricos con el objetivo de dominar el fútbol francés y europeo. En el primero de los casos lo ha conseguido. En el segundo, sin embargo, solo se cuenta con una final que acabó perdiéndose ante el Bayern Múnich. Cambios de entrenador, incorporaciones, títulos nacionales y, sobre todo, dudas legales y conflictos judiciales, han protagonizado los años de Al-Khelaifi al frente de la entidad. Poder no le falta. Y, a más poder, más posibles conflictos de intereses.

Y es que el empresario catarí, aunque no forma parte de la familia real, sí que tiene estrechos vínculos con ellos. De ahí que su poder vaya más allá del que podría tener un simple presidente de un club. Además de liderar el PSG, se mantiene al frente del grupo beIN Sports Media, y como presidente de la Federación de Tenis de su país, así como vicepresidente de la asiática. Todo un cúmulo de cargos al que ahora sumará el de la ECA. Sin embargo, esta capacidad de poder es la que le ha llevado a coquetear con una entrada en prisión.

Al-Khelaifi, jeque del PSG

Al-Khelaifi, jeque del PSG Reuters

El caso, que parecía cerrado hace unos meses, podría abrirse en los próximos tiempos tras la reclamación de la fiscalía suiza. El inicio de este conflicto judicial se remonta a 2017, cuando la justicia suiza empezó a investigar nexos corruptos entre Al-Khelaifi y la FIFA, por aquel entonces con Valcke como secretario general del organismo. Ambos se conocían y se podría decir que llegaron a entablar cierta amistad. Al-Khelaifi, como líder de beIN Sports, quería los derechos de televisión del Mundial 2026 y 2030 para algunos territorios. Y, a la par, Valcke hablaba con él para que le facilitara la compra de una villa en Italia. Coincidencia en el tiempo o no, esa 'casualidad' hizo saltar las alarmas de la justicia.

En marzo del 2017 se abrió el proceso. Tráfico de influencias e incluso sobornos en metálico eran algunos de los posibles delitos que se habían cometido entre ambos mandamases. Tras años de investigación, y con rostros del mundo del deporte como Blatter o Platini envueltos en casos de corrupción, en 2020 la fiscalía suiza dio un paso al frente y pidió hasta 28 meses de prisión para Al-Khelaifi. El jeque estaba en la cuerda floja, aunque apenas afectó a su liderazgo en el PSG.

Apenas unos meses después, en octubre, Al-Khelaifi quedó absuelto. Pasaba de poder entrar en prisión a quedar completamente liberado. El jeque, nada más conocer la sentencia, emitió un comunicado celebrando la decisión y denunciando la persecución que había vivido. Al-Khelaifi salía victorioso. Valcke, también beneficiado con una condena mínima. "El veredicto confirma que siempre he actuado con el más estricto respeto a la ley", festejó el jeque. Sin embargo, el diario Le Monde ha recuperado el infierno judicial de Al-Khelaifi. Y es que, según el periódico galo, la fiscalía suiza ve indicios de un "acuerdo corruptor" entre Valcke y Al-Khelaifi justo antes de la sentencia final. El proceso es largo, concretamente hasta 2022, pero los problemas en los juzgados siguen persiguiendo al catarí.

El poder de la ECA

La Asociación Europea de Clubes era, al menos hasta hace unos días, uno de los principales contrapesos de la UEFA en la gestión de las competiciones. Esta organización representa a las grandes entidades deportivas del fútbol continental y, antes del anuncio de la Superliga Europea, estaba liderado por Agnelli, presidente de la Juventus de Turín y rostro muy representativo del sector del fútbol. El italiano había sido la referencia de la ECA desde 2017, aunque acumulaba mayor bagaje en la asociación. Sin embargo, con la aparición de la Superliga decidió dimitir de su cargo. Una pérdida de poder que, en tiempos convulsos como los actuales, no les beneficia.

La ECA cuenta con dos puestos en el Comité Ejecutivo de la UEFA. Y en las últimas temporadas ha sido clave en la presión al organismo que lidera Ceferin para modificar aspectos como el formato de las competiciones, el reparto de fondos y otras muchas cuestiones que afectan a los clubes y a la gestión del fútbol continental. La relación de Agnelli y Ceferin era tal que el esloveno fue el padrino de una de las hijas del italiano. Como se puede comprobar, la comunicación entre ambos estamentos era fluida y determinante en la evolución del deporte.

Andrea Agnelli, durante un acto de la Asociación Europea de Clubes (ECA)

Andrea Agnelli, durante un acto de la Asociación Europea de Clubes (ECA) Juventus CF

Sin embargo, confirmada la Superliga y los 12 clubes fundadores, se ha producido un terremoto que también ha afectado a la cúpula de la ECA. La dimisión de Agnelli no ha hecho más que aumentar el poder de aquellos que se han opuesto a la nueva competición. Entre ellos, un Rummenigge que era presidente de honor de la ECA, pero especialmente Nasser Al-Khelaifi, nueva mano derecha de Ceferin. El jeque del PSG ha sido nombrado nuevo máximo representante de la ECA y aspira a ser el nuevo delfín del presidente de la UEFA en plena crisis por la Superliga. Michael Gerlinger, director jurídico del Bayern, será vicepresidente.

Su primer discurso, de hecho, ha sido tajante contra los clubes fundadores. El mismo presidente que fue investigado por posible incumplimiento del Fair Play Financiero, y quien cuenta con el fichaje más caro de la historia -Neymar y sus 222 millones-, es ahora el encargado de pedir la igualdad en el sector del fútbol. Un escenario al que solo se puede llegar por medio de la UEFA

"La ECA cree que es responsabilidad de cada club miembro asegurarse de que desarrollemos el fútbol y lo dejemos en un lugar mejor para la próxima generación; no desmantelarlo simplemente para obtener ganancias financieras", ha subrayado Al-Khelaifi tras tomar posesión. Un discurso complicado de sostener a la vista de la gestión del PSG y que supondrá un nuevo eje en Europa: el conformado por Al-Khelaifi y Ceferin. 

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