La Superliga Europea vio la luz el pasado domingo después de meses de rumores y años de trabajo. La nueva competición, impulsada por los principales grandes clubes del continente, se erigía como la fórmula perfecta para salvar a las entidades deportivas de la crisis económica generada por la Covid-19. Siempre se había soñado con este nuevo formato, pero el golpe de la pandemia aceleró todo el proceso.
12 clubes firmaron el documento, vinculante, para adherirse a esta nueva liga. Sin embargo, no pasaron 48 horas y varios empezaron a abandonar el proyecto por las presiones sufridas tanto por UEFA y FIFA, como por parte de aficionados, ligas y federaciones nacionales. Los clubes ingleses fueron los primeros. La idea de revolucionar el fútbol para generar ingresos ya no les convencía. El miedo a una quiebra tampoco era una preocupación dos días después de anunciar la Superliga.
Poco después llegarían las bajas del Atlético de Madrid o del Inter. En definitiva, una semana después, solo Real Madrid, Barcelona, Juventus y AC Milan siguen confiando plenamente en la necesidad de este nuevo torneo, que inyectaría a los clubes fundadores 3.500 millones de euros determinantes para salvar los ejercicios de la temporada. Y es que, pese a la diferencia de historia, de ligas, de títulos y de gestión, la conclusión a la que llegaron los 12 fundadores era que la situación financiera de los equipos era alarmante. Así lo confirman los datos, que reflejan los números rojos de 10 de los 12 clubes fundadores de la Superliga.
Entre los españoles, solo el Real Madrid logró terminar el ejercicio 2019/2020 con números positivos, aunque la cifra se quedó en cerca de 300.000 euros. El Barcelona, sin embargo, confirmó 97 millones de euros en pérdidas y realizó unos presupuestos donde se soñaba con tener público en marzo, algo que no ha ocurrido. El Atlético, cuyas cifras fueron menos 'peligrosas', cerró el último ejercicio con menos de dos millones de euros de pérdidas, según un informe de KPMG.
Los italianos, de igual manera, han sufrido las consecuencias de la pandemia. La Juventus, que aún defiende la Superliga, perdió 90 millones de euros en la 2019/2020 y superó los 100 'kilos' negativos en el primer semestre de la nueva temporada. El Inter se quedó en algo más de 100 millones de pérdidas el año pasado y el Milan se situó en 195 millones el curso pasado.
'Pinchazo' en la Premier
Los clubes ingleses, pesos pesados en la Superliga y también impulsores desde hacía meses de esta nueva competición, también están generando pérdidas en su mayoría durante los últimos meses. El Manchester City, primero en abandonar el torneo, ha confirmado que acumularon 147 millones de euros en pérdidas la temporada pasada, aunque informes como el de KMPG sitúan la cifra en 143,5. En sus cuentas, el City no incluyó la salida de Sané al Bayern.
Su vecino de Mánchester, el United, tampoco mejoró demasiado estos números. Perdieron 100 millones de euros en ingresos para quedarse en unas pérdidas de cerca de 25 millones de euros en la 2019/2020. El año anterior, los red devils lograron beneficios de cerca de 20 'kilos'. Entre sus buenas noticias está la del contrato con TeamViewer que entrará en vigor la próxima campaña y que supondrá un giro histórico en el mercado. Tampoco el Arsenal ha dado datos positivos, pues ha certificado 55 'kilos' negativos, con cantidades como los más de 10 millones de euros generados del cese de Emery y el fichaje de Arteta.
El Chelsea es el único que terminó en positivo el último ejercicio, y además con grandes resultados de aproximadamente 40 millones de euros. "Es una señal de la solidez y estabilidad", reconocieron desde la entidad londinense. El Liverpool, sin embargo, no ha hecho públicas sus cifras y el Tottenham, que firmó 72 millones en pérdidas, cifró en más del doble la caída en la 2020/2021. A ello habría que sumar el coste del despido de Mourinho, por ejemplo.
Todos ellos dependen del regreso de los aficionados a los estadios. La Premier situó en el próximo 10 de mayo la fecha clave. Pero, pese a todo, no entrarán más de 10.000 hinchas en cada estadio y solo servirá para minimizar levemente el golpe económico. Frente a parte de la temporada con público del año pasado, en esta ocasión se han tenido que enfrentar a un curso prácticamente completo sin esos ingresos.
Los invitados, en crisis
Tres clubes estaban llamados a incorporarse a la Superliga Europa tarde o temprano. Tres entidades que, al ver la reacción de gran parte del sector, se han sumado a las críticas a la nueva competición. Sin embargo, sus datos económicos no son del todo positivos y también necesitan un cambio para evitar el desastre financiero. PSG, Bayern y Dortmund, representantes de ligas diferentes y formas de gestión casi opuestas, siguen el mismo camino de pérdidas.
El PSG es el número uno en esta clasificación. El conjunto parisino siempre se ha caracterizado por su gran gasto. Y en tiempos de pandemia las cosas no han cambiado. El conjunto liderado por el jeque Al-Khelaifi prevé 204 millones de euros en pérdidas para esta temporada, según un informe que reveló L'Equipe. Sin embargo, no es nada nuevo, pues el curso pasado, marcado también por la Covid-19 y donde la Ligue-1 fue suspendida, el club parisino se quedó en 125 millones de euros en pérdidas.
Por delante quedan meses fundamentales donde el dinero será parte importante de la gestión. De ahí que haya sorprendido tanto el cambio en el Fair Play Financiero concedido por Ceferin y la UEFA. Y es que el PSG, que ha gastado 56 millones en traspasos esta temporada, tiene que afrontar renovaciones millonarias como la de Mbappé -vinculado con el Real Madrid- y Neymar.
Igualmente, los clubes alemanes han seguido el mismo camino de dificultades pese a su negativa a la Superliga. El Bayern, por ejemplo, acometió las incorporaciones de Sané y Roca. Perdió 50 millones de euros con respecto al curso anterior. Y se salvó de acabar en números negativos por apenas 10 millones de euros tras impuestos, según confirmó el club en las cuentas de la 19/20. Rummenigge, hace unos meses, llegó a cifrar en cuatro millones de euros los ingresos que se escapaban en cada partido jugado sin público.
El Dortmund, por su parte, también vivirá una situación similar. Los alemanes, acostumbrados a generar talento y venderlo en el mercado, deberán sujetarse a estos ingresos para salvar las cuentas. La previsión para esta temporada era la de sumar 70 millones de euros en pérdidas, aunque irá a más. El curso pasado sumaron algo más de 40. Con ello deberán afrontar la salida de Haaland, cuya operación podría rondar los 150 millones.
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