El Eibar se agarró a la Liga a falta de cuatro jornadas y, aunque sigue como colista, ve algo de luz tras romper una racha de 16 partidos sin ganar con una victoria por 3-0 ante el Alavés gracias a un triplete de Kike García. [Narración y estadísticas: Eibar 3-0 Alavés]
El Eibar comenzó con un ritmo trepidante, con un tiro lejano de Arbilla que desvió a córner Pina. Seguidamente, tras el saque de esquina, un lío en el área acabó con un control del balón con el pecho de Kike García, que cruzó el esférico ante Pacheco y marcó el primer tanto para el equipo armero.
El gol tempranero insufló ánimo al conjunto local, que siguió insistiendo en busca de un segundo tanto que le diera tranquilidad, y Oliveira, de cabeza, pudo marcar, pero el balón se fue afuera por poco.
El Eibar estaba desatado y Kike tuvo una nueva ocasión de gol en el minuto 19 tras una combinación con Correa y Bryan Gil, pero el árbitro anuló la jugada por falta del propio Kike.
En los primeros 20 minutos hubo cinco saques de esquina de los armeros, buena muestra de su dominio.
El Alavés lo intentó tímidamente con un tiro de Joselu que detuvo sin problemas Dmitrovic y poco después Joselu volvió a disparar fuera.
Lucas Pérez, en el minuto 32, tuvo la mejor ocasión para el Alavés, pero su tiro fue flojo. Los babazorros comenzaron a desperezarse y el Eibar intentó cortar la reacción con un disparo de Edu Expósito que fue por centímetros por encima del larguero.
Al filo del descanso, Lucas volvió a avisar al Eibar, pero los locales se retiraron a los vestuarios por delante en el marcador.
El Alavés comenzó el segundo tiempo mejor asentado sobre el campo y tuvo una oportunidad por medio de Battaglia, pero poco después Kike García golpeó por segunda vez.
En el minuto 50, una jugada que comenzó Enrich la prolongó Expósito, que centró a Kike García y éste ganó la posición a su marcador y marcó el 2-0 con un disparo con la pierna derecha.
Apenas transcurridos nueve minutos, un Kike García en estado de gracia volvió a marcar. El gol fue auténtica obra de arte. Hizo un recorte y mandó el balón al segundo palo con muy poco ángulo. Fue su duodécimo gol este curso.
Javier Calleja comenzó a mover su banquillo en busca de contener la sangría de goles y Borja Sainz, el jugador más incisivo del Alavés en la segunda mitad, tuvo una tibia ocasión para recortar la diferencia.
El Eibar controló perfectamente el partido en los últimos minutos, con una comodidad de la que no había disfrutado en toda la temporada, ante un Alavés incapaz de reaccionar.