5 de abril de 2014. Sandro Rosell, entonces presidente del FC Barcelona, convocaba a todos los socios del conjunto catalán para que respaldaran el mayor proyecto de la cúpula blaugrana. Se denominaría 'Espai Barça' y renovaría por completo las instalaciones de la entidad. Era la segunda vez en la historia que la masa social azulgrana acudía a las urnas para un referéndum. Y esta apoyó a Rosell con el 72,3% de los votos frente al 25,5% que rechazó la propuesta planteada. El resto fueron votos en blanco. El cambio prometido, entonces, empezaba a desarrollarse.
En un primer momento, desde la Junta Directiva se señaló que el proyecto supondría invertir 600 millones de euros. Una cifra considerable y que explicaba ese necesario respaldo de los socios. Sin embargo, han pasado más de seis años y el 'Espai Barça' apenas ha avanzado. Es más, sus principales cambios se han producido en el presupuesto inicial. Y es que, frente a esos 600 millones previstos, en los últimos tiempos ya se ha situado en los 815 millones. Cifra que aún podría aumentar y que Joan Laporta, nuevo presidente del Barça, ya ha asegurado que tendrá que ponderar al alza.
Las obras del 'Espai Barça' se han convertido en una necesidad para la entidad catalana y para la cúpula liderada por Laporta. Es imagen, pero también economía. Además de una obra histórica para la ciudad, también supone un problema para las arcas azulgranas debido a las complicaciones económicas que atraviesa el equipo. El nuevo estadio aumentará los ingresos (como con los title rights), pero los cambios de presupuesto en las obras y el pago del préstamo a Goldman Sachs de 1.250 millones de euros, sumando las pérdidas generadas por la Covid-10, conforman una atmósfera algo complicada para el equipo directivo.
El 'Espai Barça', en resumidas cuentas, ha pasado de ser un proyecto faraónico para el Barcelona durante la época de Rosell y Bartomeu, a un problema para la misma Junta en los últimos años. Ahora, un Laporta que goleó en las elecciones y cuenta con el respaldo de los aficionados, busca salvar y mejorar el proyecto inicial.
El parón de Bartomeu
El último mandatario azulgrana tuvo la oportunidad de convertirse en un líder histórico para el Barcelona y su barcelonismo. Sin embargo, la polémica gestión desarrollada, los conflictos judiciales, los resultados deportivos y la presión de los aficionados le obligaron a dimitir y dejar la entidad por la puerta de atrás. Poco después regresaría como implicado en el Barçagate. Su imagen, por los sueltos. Y el rechazo de los hinchas azulgranas, multiplicada por 100. Una situación que hace unos años parecía imposible de darse.
El proyecto del 'Espai Barça' fue aprobado en 2014. 600 millones de euros como inversión prevista. Cambiaría el Camp Nou, se construiría un nuevo estadio para el Barça B y un Palau Blaugrana de mayor capacidad para la sección de baloncesto. Este último punto era importante, pues en la Euroliga se reclama un aforo mínimo de 10.000 espectadores para participar. El Palau ronda los 7.500 espectadores, pero la competición europea ha admitido que se posponga el cambio de pabellón.
Entre 2016 y 2017 tendrían que haber comenzado las obras para que en 2021 se finalizara el proyecto. Fecha que, como se ha comprobado con el tiempo, ha quedado en una utopía. En 2020 Bartomeu aumentó el precio a casi 700 millones de euros. Y, según las últimas actualizaciones, la cantidad será como mínimo de 815 'kilos'. Se desconocen fechas e ideas para las obras, pero sí se ha confirmado que el proyecto quedó paralizado.
Ni el Camp Nou ha tenido grandes reformas -desde la Gestora se alertó de que se estaba cayendo el techo-, ni el equipo de baloncesto tiene nuevo pabellón. El Estadio Johan Cruyff, que sustituyó al Mini Estadi, es el único logro.
La apuesta de Laporta
El presidente dio un gran valor al 'Espai Barça' desde el primer momento. Mientras en campaña electoral evitaba hablar de fichajes, bien de jugadores o hasta de entrenadores, Laporta sí que hizo hincapié en su proyecto para el estadio. Quería recuperar la ilusión del aficionado. Y más teniendo en cuenta que durante estos meses se han desarrollado las obras en el Santiago Bernabéu.
Esta es una clave muy a tener en cuenta. Ambas entidades van de la mano en proyectos de competición como la Superliga, donde se han podido comprobar una gran lealtad entre los dos clubes de referencia en el fútbol nacional. Pese a ello, la rivalidad histórica continúa existiendo y ver al máximo rival remodelar su estadio, mientras el proyecto culé continúa parado, es un aliciente más para reactivar la operación en Barcelona.
Laporta ya ha avanzado que necesitará un mayor gasto del previsto. Y en los últimos tiempos también se han realizado movimientos como el del cese de uno de los responsables del 'Espai Barça' por posibles irregularidades. El máximo mandatario azulgrana, por el momento, ya se ha reunido con Ada Colau y demás miembros del Ayuntamiento para presentarle su iniciativa.
El nuevo 'Espai Barça' será, en palabras del club tras reunirse con el Ayuntamiento, será "más sostenible y tecnológico". Además, será más caro al aplicarse "mejoras" que "podrían encarecer un poco más la obra". Para poder acotar plazos de todo el proceso, se ha pedido al equipo de Colau "acelerar los permisos" para impulsar de una vez "un proyecto que hace años ya debería haber estado en marcha" que no será importante solo para el Barça, sino también para la Ciudad Condal.
La gran novedad, y que adelantó Laporta en campaña, será una mudanza que puede marcar un hecho histórico por lo novedoso en la entidad. Montjuïc, durante las obras en el Camp Nou, volvería a tener actividad con los partidos del FC Barcelona. Todo para que, en tiempos de necesidad económica, el conjunto azulgrana pueda desarrollar su nuevo proyecto. 2025, la fecha soñada para iniciar esta era. Antes, este mismo 2021, se espera que se celebre un nuevo referéndum.