José Gayá, Jordi Alba, Pau Torres, Aymeric Laporte, Eric García, Diego Llorente, César Azpilicueta y Marcos Llorente. Así anunciaba Luis Enrique Martínez a los defensas que se iba a llevar a la Eurocopa a eso de las 12:12 horas de este lunes 24 de mayo. La sala de prensa Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas murmuraba: "Sergio Ramos se queda fuera". El seleccionador solo utilizaba 24 de las 26 posibles fichas y dejaba fuera al capitán de 'La Roja'.
Inmediatamente y antes de que comenzase la rueda de prensa lo justificaba el técnico asturiano: "Me gustaría hacer una mención especial con él. Es evidente que es porque no ha podido competir a lo largo de la temporada, especialmente desde enero, en las condiciones adecuadas. No ha sido fácil. Ayer por la noche tuve la oportunidad de comunicárselo, mantuve una conversación telefónica con él. Difícil y duro, me sabe mal porque es alguien que ha estado al máximo nivel y que lo podrá hacer en el futuro. Veo claramente que busco el beneficio para el grupo. Es más, le recomendé que fuera egoísta, que pensara en sí mismo, que se recuperase al cien por cien y que recuperara su nivel para seguir jugando en su equipo y en un futuro en la Selección".
Esa llamada se produjo a las 00:30 horas de este ya entrado lunes. Sergio Ramos conoció que no iba a estar en la lista por la noche, así como que Luis Enrique iba a llevar a 24 jugadores y no completaría la convocatoria con las fichas extras que permitía la UEFA para este torneo. Aún con 21 días por delante, el seleccionador no optaba porque estuviera entre los convocados aunque solo fuera para intentar llegar. El seleccionador ha preferido evitar la controversia de llevar a su capitán, pero, como él mismo reconocía, "cualquier decisión que tomase, generaría polémica".
Luis Enrique también dejó entrever que siempre hay dos versiones de una llamada, pero Sergio Ramos quiso acabar con cualquier tipo de rumor lanzando un mensaje en sus redes sociales muy elegante. No pudo ocultar su decepción por no poder estar, pero en todo momento alegó motivos físicos: "Después de unos meses jodidos y una temporada atípica y distinta a lo que he vivido en toda mi carrera, también se une la Eurocopa. He luchado y trabajado cada día en cuerpo y alma para poder llegar al 100% con el Real Madrid y la Selección, pero las cosas no siempre salen como uno quiere. Me duele no haber podido ayudar más a mi equipo y no defender a España pero, en este caso, es mejor descansar, recuperarse bien del todo y, el año que viene, volver como lo hemos hecho siempre".
Ramos ha aceptado la decisión de Luis Enrique, pero él quería estar. Lo demostró públicamente este domingo acudiendo a Valdebebas para hacer una sesión de entrenamiento y publicando las imágenes en sus redes sociales. Él ha tenido claro en todo momento que quería estar en la cita de este verano, pero, como él mismo reconoce en su mensaje, "duele no representar a tu país, pero hay que ser honesto y sincero". En cualquier caso, esta decisión contrasta con algunos casos que sí estarán en el torneo defendiendo a España y con lo sucedido en los últimos meses.
Compromiso y lesiones
El 2021 de Ramos ha sido un auténtico tormento. Todo comenzó en el mes de noviembre de 2020, cuando se lesionó durante el fantástico España 6-0 Alemania. Una rotura de fibras le hacía abandonar ese encuentro y perderse tres partidos con el Real Madrid. Aunque volvería a disputar cinco partidos seguidos antes de final de año, el 1 de enero le trajo un problema estomacal que ya le hizo perderse el primer partido ante el Celta. Durante la Supercopa de España empezaron los problemas con el menisco, donde forzó para jugar. Jugaría contra Elche y Atalanta, pero recaería y pasaría por el quirófano. Desde entonces, solo lo que jugó ante el Chelsea sirve para medir su estado.
La realidad es que no son las mejores condiciones para que un jugador lidere a su selección, pero no es muy lógico que, en las mismas condiciones, sí le llamase para la cita de marzo con los tres partidos de clasificación para el Mundial cuando solo había tenido 61 minutos ante el Elche y había sido baja en el siguiente encuentro antes de esta convocatoria. Ahí el mismo Luis Enrique hablaba de que sería capaz de "llegar al Mundial de 2026".
Fue muy polémico que solo jugase la primera mitad ante Grecia, un choque que, por cierto, España no sería capaz de ganar. Explicó en rueda de prensa que estaba "perfectamente" y "disponible para los siguientes compromisos". Pero no jugó ante Georgia, algo que catalogó tras el partido como "una decisión técnica". Después llegaría el cambio polémico ante Kosovo para que sumase la internacionalidad 180 jugando cinco minutos, donde defendió esta decisión explicando que ponía a "los que están mejor" y que se "merece batir todos los récords".
Pero la noticia llegaría tras ese encuentro. En el entrenamiento que llevaron a cabo los que habían sido suplentes en ese encuentro sufriría un problema muscular que le apartaría otro mes de los terrenos de juego. Esto se juntaría con su contagio por la Covid-19, su polémico regreso ante el Chelsea frente al que no estuvo al cien por cien y su posterior nueva lesión por una tendinosis en la pierna izquierda. Parece que ya estaba recuperado de esta última dolencia, pero, aunque hubiera opción de volver a estar en forma, Luis Enrique ha optado porque no estuviera.
¿El mismo baremo?
El seleccionador recalcó tras esa última convocatoria que entre los 24 que había llamado y diez futbolistas más estarían los nombres que irían a la Eurocopa. 'Lucho' ha mostrado desde su nombramiento como técnico de la Selección que no se iba a casar con nadie, aunque con Ramos ha tenido buenas palabras hasta el día en el que no le ha convocado. Tenía muy claro quién estaba en su barco y quién no para el torneo, cuestión que se ha visto con jugadores que han dado un gran rendimiento en el final de la temporada como Nacho Fernández o Iago Aspas.
Sí que están en ese navío jugadores que no han tenido mucha presencia con sus clubes, pero que son los indicados para el asturiano. Eric García es el ejemplo más claro: ha jugado 12 partidos en todo el año, o lo que es lo mismo, 860 minutos. Ramos ha disputado 21 con más del doble de minutos: 1.790. El jugador del City, que, si nada se tuerce, será del Barça en los próximos días, sí que ha participado en varios choques al final de la temporada, concretamente en dos, aunque solo Luis Enrique sabe si ha competido en "las condiciones adecuadas", la justificación que puso en el caso de Ramos.
Por debajo de Ramos en minutos también está Diego Llorente. El del Leeds ha tenido problemas musculares durante la campaña y solo ha podido sumar 1.340 y 17 partidos, aunque ha sido titular prácticamente en el tramo de los tres últimos meses en el equipo de Marcelo Bielsa. Aymeric Laporte, recién nacionalizado para jugar la Eurocopa, no ha tenido problemas físicos, pero la llegada de Rubén Días al City le relegó a una suplencia por la que no ha podido jugar más de 2.249 minutos, 500 más que Ramos, en 27 encuentros. Una cantidad de minutos que supera por poco a la de Thiago Alcántara, al que una lesión de rodilla al principio de la temporada le mantuvo fuera la mitad del año: 30 partidos y 2.203 minutos.
También está el caso opuesto, el de los que han llegado muy justos al final de la temporada. Es una situación que ha pasado factura a Sergio Canales y Mikel Merino, ambos con problemas físicos, que también se han quedado fuera de la lista. Pero Pedri González, que incluso adelantó una semana sus vacaciones con permiso del Barça, dejó una imagen en los últimos partidos culés donde se le vio extremadamente agotado.
Luis Enrique, hablando de su caso, dejó claro que es "un topicazo que no me gusta nada", poniendo en énfasis que ese cansancio se contrarresta con ilusión. El de Camas también había demostrado durante todo este proceso su compromiso con el equipo nacional, además de la emoción que le generaba liderar a esta camada en la Eurocopa, pero parece que en su caso no ha sido suficiente.
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