13 de mayo de 2012. El Villarreal de Miguel Ángel Lotina se la jugaba contra el Atlético. Los colchoneros, con Falcao en punta de ataque, ganarían 0-1. Y, además, el Rayo Vallecano marcaba el tanto de la victoria en su partido en el tiempo de descuento. El 'submarino amarillo', oficialmente, se había hundido hasta Segunda División. Un infierno muy peligroso, que ha quemado más de un club, pero que para los castellonenses supuso un resurgir. Un año después ascendieron y, tras nueve temporadas, pelean por reinar en la segunda competición europea.
La historia del Villarreal es la de un equipo de una localidad de apenas 50.000, con larga trayectoria en La Liga y que, a base de trabajo desde categorías inferiores, se ha ganado el respeto de gran parte del público nacional. Con Fernando Roig a la cabeza, en las últimas temporadas se ha apostado por la estabilidad. Y, cuando esta premisa no se ha logrado, los resultados no han sido malos.
Desde su vuelta a la élite en la 2013/2014, el Villarreal ha logrado acabar entre los siete primeros en todas las temporadas salvo en una. Fue la 2018/2019, con Javi Calleja en el banquillo, cuando el Villarreal estuvo cerca de oler el azufre del descenso. Quedaron en el puesto 14, pero la confianza en Calleja se mantuvo y consiguió dejar al 'submarino amarillo' bien a flote: quinto en su última temporada antes de poner punto y final a su etapa.
Nueve años desde esa caída a la categoría de plata donde el Villarreal se ha curtido con cuatro entrenadores, ha sacado dinero de traspasos como los de Rodri, Bailly o Bakambu y que tienen el culmen a una reconstrucción idílica con un título continental. De ganar, además, el premio irá acompañado de una clasificación para la Champions.
Trigueros, peso pesado del vestuario, ya ha dejado claro en EL ESPAÑOL lo que supone: "Es el partido de nuestras vidas para muchos de nosotros por lo que nos ha costado llegar. No se consigue una final europea todos los años. Vamos a intentar aprovechar al máximo este partido".
Un verano clave
Emery tenía que organizar un equipo. Y lo hizo mezclando veteranía y nuevos nombres desconocidos para el aficionado común. Además, aprovechó la crisis del vecino Valencia para armarse de cara a una temporada donde los fichajes iban a ser escasos por razones económicas. La crisis de la Covid-19 fue esquivada y el Villarreal se hizo con dos jugadores de renombre por menos de siete millones.
Dani Parejo el primero. El madrileño pasaba de un líder del Valencia a salir completamente gratis rumbo al Estadio de la Cerámica. 52 partidos después, y tras pelear incluso por ir a la Eurocopa, tiene en su mano proclamarse campeón de la Europa League. De la misma manera, Francis Coquelin abandonó el Valencia previo pago de escasos seis millones de euros y, salvo algunos altibajos, se ha convertido en una pieza dentro de las rotaciones de Emery. Y a ellos se sumaron los jóvenes Fer Niño (20) y Pino (18), dos revelaciones del Villarreal esta temporada.
La guinda la ha puesto un Gerard Moreno que, en su caso, sí irá a la Selección como referente goleador. El atacante ha firmado 29 dianas en 45 partidos, números muy superiores a los 13 de hace dos años, o a los 20 del curso pasado -aunque en ocho partidos menos-. Y Emery tiene mucho que ver.
La revancha de Emery
El técnico vasco tiene el reconocimiento de todo el fútbol español. Su época en el Valencia o su impulso al Sevilla forman ya parte de la historia reciente del deporte nacional. Especialmente este tramo en el club hispalense, donde Unai Emery se convirtió en el rey de la Europa League. El conjunto del Sánchez Pizjuán volvió a vivir esa anhelada época dorada y hasta en tres campañas consecutivas logró alzarse con el torneo continental. Tres victorias, tres títulos que permitieron a Emery dar el salto fuera de España.
El entrenador fichó por el todopoderoso PSG en 2016. El reto era mayúsculo, especialmente en términos europeos. Ganó seis títulos en dos temporadas, pero ninguna Champions. El nivel en la competición continental no convenció y el paso de Emery por París se acabó sin el éxito esperado. Tocaba renovarse y ofertas no faltaron. En 2018, fue el Arsenal quien se hizo con el técnico español.
El equipo gunner incorporó a Emery en la temporada 2018/2019 y quedó quinto de la Premier League. La segunda temporada en el Emirates no llegó ni a concluirse y en noviembre de 2019, 18 meses después de su llegada al club, la directiva le cesaba como primer entrenador del Arsenal. Emery tampoco había conseguido concretar ese éxito fuera de España.
Y, con esas, llegó el Villarreal. Vuelta de Emery a España y un proyecto ilusionante. Fichajes, objetivos y libertad para elaborar un equipo que aspirara a dar guerra en todas las competiciones. Meses después, y en un año aún marcado por la Covid-19, el técnico vasco tiene la opción de hacer historia. Además de sumar su cuarto título y de ganar a un Manchester United muy superior en términos económicos, puede darle al Villarreal el primer título continental.
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